Capítulo 36

216 41 2
                                    

Steve se encontraba recostado sobre la rama del árbol fuera de su habitación, miró por enésima vez su celular y una nueva mueca adornó sus labios, si, estaba molesto, por supuesto que lo estaba y tenía una razón más que justificada; suspiró, definitivamente no quería hablar con Tony, pues aún no se sentía lo suficientemente adulto como para manejar la situación serenamente, pero si algo había aprendido en su corta vida era precisamente a no alargar lo inevitable, hacerlo le había ocasionado muchos problemas en el pasado; le dio otro vistazo al celular y miró el reloj en la pantalla, casi eran la una de la mañana. Pasó una mano por su cabello e inhaló todo el aire que pudo, soltándolo inmediatamente en un bufido, deslizó la pantalla del dispositivo y marcó al, como siempre, primer número en su lista.

Un pitido, dos pitidos y luego la pantalla dejó de ser azul.

—Hola Precioso —lo escuchó decir como todas las veces.

—Hola Tony —respondió con una sonrisa, notando que la habitación no se veía igual a los días anteriores, pero lo ignoró.

—¿Cómo estuvo tu día?, ya no te pude marcar porque la junta se alargó más de lo esperado, pero pensé en ti cada momento —guiñándole coqueto.

—No te preocupes, me fue bien —respondió sonrojado, eso era lo que odiaba de si, ser tan vulnerable a los encantos del Alfa.

—¿Hubo mucha gente con disfraces?, apuesto a que fue divertido.

—Si, todos mis amigos se disfrazaron, hasta Bucky y Nat se aparecieron por ahí, no me lo esperaba, pero fue lindo verlos.

—Me alegro.

—Los Drs. Banner y Stephen vinieron también, pero mucho más temprano por la mañana.

—Así que Brucie y Strange, eh —sonriendo socarrón—, debes estar agotado —inspeccionando su rostro a través de la pantalla.

—Solo un poco, en realidad hay algo que contigo quiero hablar.

—Dime, que pasa —ladeando curioso su cabeza.

—Pues veras, hoy me enteré de algo gracias a Loki y bueno...

Los sonidos a la puerta interrumpieron su conversación y una voz femenina diciendo "Tony, apresúrate o se nos hará tarde", solo logró que todas las alertas se dispararan en el Omega quien por auto reflejo dispersó sus feromonas por todo el lugar.

—Lo siento Precioso, pero debo irme ahora, tengo que atender una junta con los accionistas, pero si quieres más tarde podemos hablar ¿está bien?

—Yo..., sí, claro, no te preocupes, ve a atender tus negocios.

—Gracias, te quiero, nos vemos más tarde, buenas noches.

—Buenas noches.

La videollamada terminó y todo volvió a quedar en silencio, bien, eso definitivamente no había salido como lo planeó y ahora aunados a la molestia que sentía por no haber podido hablar con el Alfa sobre la marca, otros sentimientos desagradables empezaban a ocupar espacio en sus pensamientos, miles de preguntas sin respuesta invadían su mente, logrando molestarlo más aun; soltó un gruñido frustrado y negó con la cabeza, tal vez lo mejor era solo dejarlo pasar hasta que el Alfa le explicara todo.

Entró derrotado a la habitación y se dejó caer en la cama.

—¿Qué pasó? —preguntó Sam, mirándolo preocupado al percibir sus feromonas.

—Nada —dijo, volteándose a mirarlo—, ese es el problema, que no pasó nada —sintiendo un nudo formarse en su garganta.

—Oye, tranquilo Stevie —acercándose a él y sentándose a su lado, mientras desprendía un poco de su aroma para tranquilizarlo—, es mejor que duermas —acariciando su cabello rubio—, descansa y cuando despiertes puedes ocuparte de tus problemas.

IN HIS BLUE EYES - PRIMERA PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora