Capítulo 39

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Steve caminaba rumbo a su habitación y mientras lo hacía sintió como un leve calor se apoderó de su cuerpo. ¿iría a enfermarse?, pensó, no, había salido lo suficientemente abrigado, pero por si acaso se tomaría unas vitaminas esa noche.

—¿Cómo te fue? —preguntó Sam al escuchar la puerta abrirse, aun sin mirarlo.

—Bien, conseguí todos los libros que necesitaba, hola Loki —dijo, saludando al Omega.

A lo que él simplemente hizo un gesto con la cabeza.

Cualquiera que no lo conociera creería que Loki era antipático, pero no ellos. Sabían que no hablaba si no quería y así estaba bien, habían aprendido a interpretar todos sus gestos y señas, sonrió.

—¿Bebiste café? —preguntó repentinamente el ojiverde, mirándolo detenidamente.

—No —respondió, divertido por la pregunta—. Entonces ¿esperamos a Wanda o no va a venir? —preguntó, desviando su atención del pelinegro, poniendo su mochila a un lado de su cama y dejándose caer sobre el colchón.

—Dijo que ya venía —respondió Sam—, no tar...

No pudo terminar de hablar porque se escuchó un golpe en la puerta e inmediatamente después esta se abrió.

—Perdón por la tardanza chicos, ya estoy aquí —dijo la castaña con una sonrisa mientras entraba a la habitación—. ¿Prepararon café?


Todo sucedió muy rápido y antes de que pudiera terminar la pregunta, tenía a Loki encima de él, quedando en medio de su cuerpo y el colchón.

—¿Loki? —preguntó, algo extrañado de la cercanía del chico.

Sam y Wanda se quedaron callados mirando la escena.

Lentamente el ojiverde se separó del rubio y solo cuando estuvo libre, dijo:

—Steve ¿estás bien? —captando aún más la atención de los otros dos Omegas.

—¿Por qué lo preguntas? —mirándolo extrañado y después viendo a sus otros dos amigos.

—Porque hueles a las feromonas de otra persona —mirándolo serio.

—¿De verdad? —intentando rastrear el aroma, sin éxito.

—Si —dijo Wanda, acercándose a él—, hueles a... ¡café! y a tierra recién mojada.

—Es verdad, además tus feromonas están un poco dispersas —incluyó Sam.

—¿Pasó algo? —volvió a preguntar Loki, mientras inspeccionaba la blanquecina piel en el cuello de rubio, aliviándose al verla limpia.

—Nada importante, solo que conocí a alguien.

Y en ese momento, por alguna razón, al ver a los otros tres Omegas mirarlo fijamente con una ligera sonrisa en sus rostros, se sintió avergonzado.

La pregunta que todos tenían en la punta de la lengua finalmente fue pronunciada por Sam.

—¿Y cómo lo conociste? —sentándose en su cama mientras Wanda y Loki tomaban asiento cada uno a su lado.

Al ver a sus tres amigos mirarlo expectantes, Steve supo que no se quedarían tranquilos hasta tener una respuesta convincente.

—Pues... —les contó con detalle todo lo que había pasado desde el día de la fiesta de Nat hasta ese día, minutos atrás—. Y eso fue todo.

—¿Cómo dijiste que se llama? —preguntó Sam, interesado.

IN HIS BLUE EYES - PRIMERA PARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora