La Familia Bakugo

💚Siesta

Touya Bakugo 13 años.
Shiro Bakugo 8 años.
Los gemelos 7 años.

Para unos héroes, la vida es a veces dura.

Hay días en los que uno no suele dormir debido a una misión o en dónde estás durmiendo plácidamente en tu casa y suena la alarma de que están atacando la ciudad y como buen héroe debes salir al rescate.

Son pequeñas desventajas al ser dos grandes héroes reconocidos, tanto el héroe número uno como el símbolo de la paz no pueden darse los lujos de faltar a cosas así, los ciudadanos suelen malinterpretar eso y los reporteros suelen inventar chismes sobre que no les importa salvar a nadie y de que no sirven para nada como héroes.

Es por eso que, luego de tener cuatro cachorros, se crearon una rutina, todos despiertos a la mañana, desayuno juntos, cada uno a la guardería y por último ir a trabajar, Izuku salía un poco más temprano para pasar por sus cachorros y luego le seguía Katsuki, a las seis de la tarde volvían al trabajo hasta las diez de la noche, que es hasta esa hora de que la guardería cierra.

Desde que su pequeño Touya creció les facilito aún más, no querían que su cachorro cuidara de sus hermanos para no dejarles una gran responsabilidad pero aún así este accedió para ayudar a sus padres, de todas maneras solían llamar a cada rato para ver si todo estaba en orden, sabían la clase de demonios que tenían por hijos.

Niñeras ni hablar, la primera renunció y la segunda sus hijos casi la matan luego de ver a la beta robar joyas de su madre, luego de la última fue que Touya accedió a cuidar a sus hermanos con trece años, no querían que un niño tuviera tal responsabilidad pero los pequeños niños veían a su hermano mayor como un dios y hacían más caso a este que a las niñeras, por lo que no fue un problema.

Ambos ahora se dirigían a su preciado hogar, dejando a cargo de la agencia a Todoroki, mano derecha de Izuku, y kirishima, mano derecha de Katsuki.

Ambos tenían sus propios hijos, por lo que a veces se turnaban entre los tres para que todos puedan pasar tiempo con sus familias.

Al estacionarse en el garaje de su hogar, ya se podía escuchar la música fuerte como si estuvieran en una clase de fiesta pero solo eran cuatro niños bailando y jugando entre ellos.

—¡Estamos en casa cachorros!

—¡Trajimos la cena!

La música se detuvo completamente y mágicamente la mesa fue puesta, los cuatro ya se encontraban sentados listos para degustar lo que sea que hayan traído sus padres.

—¿Que trajeron de cenar?--- Pregunto el pequeño Yoshio.

—Comida y no es cena Yo-Chan, es almuerzo.

—Oh.

Katsuki se alejo a buscar las bebidas e Izuku le sonrió a sus cachorros.

—Esta amargado porque no logro conciliar el sueño ayer.

—Supongo que dormirán siesta.

—Supones bien cachorro.--- Katsuki tomo asiento y miro a su hijo.--- Así que les tengo dos opciones, o duermen la siesta de igual manera o haya afuera hay un clima hermoso para que desaparezcan por cuatro horas.

—Pero hace 5° Kacchan.

—Se les abriga bien y problema resuelto.

—Pero hoy no es un lindo día para hacer muñecos de nieve papi.

—Siempre es día para hacer uno.

—Podemos quedarnos viendo una película a un volumen moderado papá, prometo que los pequeños no harán un escándalo, ni el más mínimo ruido.

—No se, tu madre y yo en verdad necesitamos dormir o terminaremos muriendo por falta de sueño.

Los pequeños exclamaron asustados por la sola idea de que sus padres murieran y ya no estén junto a ellos. Izuku miro mal a su esposo y le dió una leve patada por debajo de la mesa.

—No seas exagerado Kacchan, lo que su padre quiere decir es que solo necesitamos dormir para reponer energías y no cometer errores en la agencia.

—¿Errores significa morir?--- Pregunto Shiro.

—No.

—¿Errores significa tener un accidente y morir?--- Pregunto está vez Kenji.

— Que nadie va a morir.

—Mejor coman que se nos va nuestras preciadas horas de sueño.

El almuerzo lo paso relativamente normal, preguntaron cosas respecto al jardín de niños y de como le iba en el instituto a Touya.

Para suerte de ambos, sus hijos si cumplieron el no hacer tanto ruido mientras ambos dormían, por lo que en la noche tuvieron energías para pasar un momento juntos, con discreción claro.

El alfa de Katsuki necesitaba a su omega al igual que el rubio necesitaba a su pareja.

En fin, siesta supremacía.

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