01

1.8K 127 6
                                    

RAINA KLEIN...

Suspiro pesadamente antes de beber un poco de mi copa de champaña mientras observo mi entorno. Me encuentro en la gala de aniversario del grupo Klein, aunque desearía no estar aquí.

Observo a mis padres de pie en el centro del salón siendo rodeados por personas que solo engrandecen sus egos con sus halagos. Mis hermanos no se encuentran muy lejos de ellos observando a todos con la altivez y arrogancia que sostiene en su postura.

Ronald, Kurt y Otto Klein son el orgullo de mi madre, los tres son importantes ejecutivos de la empresa que fundo nuestro abuelo Arman Klein quien se la heredo a mi padre Joss Klein y que mis hermanos esperan heredar.

Ronald, Kurt y Otto Klein son el orgullo de mi madre, los tres son importantes ejecutivos de la empresa que fundo nuestro abuelo Arman Klein quien se la heredo a mi padre Joss Klein y que mis hermanos esperan heredar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Señorita Klein – esucho mi nombre lo que me hace apartar la vista de mi familia encontrándome de frente con un hombre – Marcus Kane, un placer conocerla.

- Un gusto señor Kane – respondo estrechando la mano que me ofrece.

Comenzamos una conversación sobre trivial aunque por la forma en la que me observa entiendo su intensión. Soy consciente de mi belleza, soy una mujer que no pasa desapercibida y soy capaz de tener la atención de cualquier hombre sin siquiera intentarlo, pero si hay algo que odio tanto como mi propia vida es mi belleza.

- Raina – habla mi madre llegando a mi lado haciendo que me beba lo que me queda en la copa, volviéndome verla.

- Un placer conocerla señora Klein – habla el hombre con el que estaba hablando – Marcus Kane.

- Si nos disculpa – habla mi madre regalándole una forzada sonrisa, este simplemente asiente antes de alejarse dejándonos solas.

- Se lo que quieres decirme – hablo dejando la copa sobre una de las mesas – no es necesario, igual debo irme.

- Me alegro que tengas claro tu lugar – habla ella sonriendo falsamente.

- Como olvidarlo – hablo sonriendo de igual forma – si no dejas de recordármelo.

- Recuerda porque puerta debes salir – sin más se da la vuelta dejándome allí, respiro profundamente antes de dirigirme a la salida que me corresponde donde ya un auto espera por mí. Al entrar de inmediato la calefacción del auto me envuelve.

- Llévame a casa – ordeno a mi chofer quien pone el auto en marcha al instante.

Recuesto la cabeza en el asiento suspirando pesadamente antes de ver por la ventana la ciudad. Lo único que deseo en este momento es adentrarme en mi bañera junto a una botella de vodka, sonrió tristemente por que no debería importarme, ya no soy una niña. sin embargo, esto aún me afecta porque sin importar las veces que lo haga, tengo la esperanza de que algún día cambie.

- Señorita – habla Kesar sacándome de mis pensamientos – su celular está sonando.

- Gracias – respondo tomándolo viendo que se trata de mi padre, me aclaro la garganta antes de contestar.

- Hija – habla del otro lado de la línea - ¿Dónde estás? – los ojos se llenan de lágrimas, pero me niego a derramarlas – están por servir la cena...

- Papá, tengo que viajar a primera hora – informo, aunque no sea el verdadero motivo por el cual abandone la gala.

- Hija ¿no podías quedarte otro rato? – pregunta molesto – esta noche es importante para nuestra empresa...

- Tu empresa – interrumpo

- Nuestra empresa – recalca haciéndome reír sínica – esta noche necesitaba la presencia de toda la familia ya que hay algo importante que decidí y quiero informarlo.

- Mañana me enterare en las noticias – respondo divertida escuchándolo bufar molesto.

- ¿Cuándo vuelves?

- En una semana – respondo viendo que llegamos al edificio donde vivo

- Te espero en casa en cuento llegues – habla antes de cortar la llamada, suspiro mientras Kesar abre la puerta para mí por lo que salgo.

- Que tenga una buena noche, señorita – asiento con la cabeza dirigiéndome al interior del edifico.

Cuando las puertas del ascensor se abren en mi apartamento salgo viendo todo el lugar sumido en la oscuridad, camino hasta mi habitación una vez allí me quito el hermoso vestido dorado quedando completamente desnuda, tomo mi bata de seda negra cubriendo mi cuerpo mientras camino al cuarto de baño donde me limpio el maquillaje para luego darme una ducha.

Al volver a la habitación camino directo a la cama donde tomo mi iPad revisando la agenda que tengo para esta semana en Francia y Ucrania. Cada día desde que funde mi propia empresa mi agenda ha estado saturada, me he esforzado por hacer que esta fuera una empresa mundialmente reconocida y exitosa, buscando que de esta forma se sintiera orgullosa de mi.

Por mucho que me he esforzado nunca lo he conseguido. Por el contrario, mi padre, quien realmente deberá importarme expresa cada que tiene la oportunidad lo orgulloso que se siente de mí. Dejo el iPad de lado reprimiendo las ganas que tengo de romper en llanto, por lo que sin más apago la luz y me caigo en brazos de Morfeo.

Unas horas después atravieso la entrada del edificio donde vivo observando a mi asistente con el auto listo para mí y con un vaso de café en la mano. Camino hacia ella recibiendo el café antes de subir al auto. Durante el camino escucho a Hanna darme el informe diario sobre el estado de la empresa mientras observo la ciudad.

Al llegar al hangar donde el avión ya está listo para mí, cuando el auto se detiene junto al avión Kesar viene abrirme la puerta para que baje. Al hacerlo veo un auto acercase lo que me hace fruncir el ceño volviéndome hacia mi asistente, pero antes de que ella pueda hablar el Cadillac se detiene junto a mí y de este baja mi hermano mayor.

- ¿Qué haces aquí? – pregunto viendo a su asistente bajar dos maletas del auto.

- Debo estar en Marsella al medio día y quiero hablar contigo – suspiro asintiendo con la cabeza subiendo al avión.

Una vez dentro tomamos asiento junto a nuestros asistentes. Luego de que despegamos y alcanzamos la altura adecuada con mi asistente comenzamos a trabajar sobre los asuntos más importantes de la empresa ya que el vuelo es de aproximadamente dos horas y no me gusta tener tiempo para pensar en mi desastrosa vida personal.

- Quiero que revises algo – habla Ronald sentándose junto a mi extendiéndome su iPad – y me des tu opinión.

- ¿Qué es? – pregunto tomando el aparato bajando la mirada leyendo el documento. Me doy cuenta que se trata de una propuesta para la compra de una ensambladora en Francia.

- ¿sabías que papá va a retirarse? – pregunta haciendo que levante la mirada observándolo.

Ronald como el mayor del matrimonio Klein, actualmente mis tres hermanos trabajan en la empresa de papá, pero mi hermano mayor actualmente es el vicepresidente por lo que al papá retirarse él se convertirá en el CEO de la empresa.

- No es algo que me importe – respondo indiferente volviendo la mirada a la pantalla en mis manos – explícame sobre el proyecto.

Empieza hablar mientras yo leo encontrando las fallas y debilidades del proyecto, se los digo dándole mi opción a lo que él asiente sin decir una palabra, un rato después nos informan que estamos por aterrizar en parís.

- Quiero preguntarte algo – habla mi hermano haciendo que me vuelva a verlo. Asiento con la cabeza – cuando asuma el lugar de papá – se lo que viene y sonrió sarcástica - ¿estarías dispuesta a darme tus acciones?

- Son tuyas – es todo lo que digo antes de que el avión aterrice. – es lo que tu madre quiere ¿no? 

BRILLA PARA MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora