Una mirada, una sola mirada puede hacerte sentir, sin decir una palabra, la persona la más afortunada, la persona más amada de todo el mundo, pero también pasa todo lo contrario como en mi caso en este momento. Estoy frente a mi familia sintiéndome patética y poca cosa bajo cuatro pares de ojos tan idénticos, pertenecientes a mi madre y hermanos los cuales me observan con asco y desprecio, haciendo que algo dentro de mi duela, pero no lo demuestro.
- ¿me quieres explicar que significa esto? – pregunta mi padre furioso frente a mí al ver a mi asistente y abogados. – Raina
- Padre – hablo haciéndole una señal a uno de mis abogados para que tome su portátil – no puedo aceptar – hablo refiriéndome a la conversación de la noche anterior – vengo con mis abogados y asistente como testigos legales para rechazar de esta forma cualquier beneficio económico que venga de ti y la familia Klein.
- Hanna, vete y llévate a esos hombres – ordena a mi asistente, pero yo levanto la mano para impedir que se muevan – Raina – me advierte, pero yo niego con la cabeza. - ¡LARGO! – grita haciéndonos sobresaltar, Hanna se vuelve a verme y yo asiento con la cabeza para que ellos salgan dejándome con mi familia.
- Padre... - hablo sintiendo una calidez en mi pecho al ver la forma en la que él me observa y su reacción. – esto no es necesario...
Es verdad, no tengo necesidad ya que tengo mis propias empresas y mi propio dinero que cada minuto la cantidad aumenta, por lo que no me interesa ser parte o ser dueña del grupo Klein. Sin embargo, la forma en la que me está defendiendo mi padre hace que un sentimiento extraño me embriague.
- Por supuesto que es necesario – habla observándome y luego a los demás – si crees que estoy equivocado voy a darle a oportunidad a los cuatro.
- ¿los harás competir? – pregunta madre lanzándome una mirada asesina.
- No, voy a demostrar él porque de mi decisión – responde padre haciendo que todos me lancen miradas asesinas.
- Todos aquí presentes saben que hay una empresa de la que siempre he querido ser socio – quiero reír. ¿esto debe ser una broma? porque voy a darle a mis hermanos lo que necesitan – hubo un tiempo en que quise hacer esa sociedad por medio del matrimonio, pero no se dio la oportunidad – me vuelvo a verlo curiosa y más al ver que observa a su hijo mayor. – quien me consigan una sociedad con los Winter tendrá el control del grupo Klein.
- Acepto – decimos los cuatro al tiempo y yo sintiendo que me quito un peso de encima.
- Quédate a cenar – padre se dirige a mí y yo niego con la cabeza, pero él se me escanea con la mirada lo que me hace enarcar una ceja. Su mirada no me gusta y más al sentir el escalofrió que me recorre el cuerpo.
- Tengo trabajo que hacer – hablo desviando la mirada hacia Ronald – ¿me acompañas? – camina hacia mí – buen provecho
Salimos de la casa en dirección al auto donde Hanna al vernos me extiende la carpeta con la propuesta y yo me vuelvo hacia él entregándosela.
- Disfruta tu cargo – digo sintiendo alivio internamente al tiempo que Hanna abre la puerta del auto para mí.
- Gracias por esto, hermanita – habla, aunque en su tono puedo sentir el odio y desprecio hacia mí. sin más me subo al auto saliendo de allí.
- Prepara un viaje a Varsovia – hablo a Hanna que me observa a través retrovisor.
KLAUS WINTER...
Leo atentamente los documentos en mis manos mientras Olenka me informa sobre la reunión a la que asistió en mi lugar reforzando de esa forma la información que tengo en mis manos. cuando estoy por hacer una pregunta el teléfono suena, mi asistente contesta observándome.
- Señor – habla aun con el teléfono en su oído – el señor Ronald Klein, quiere verlo. – un escalofrió me recorre el cuerpo al escuchar su apellido haciéndome sonreír inconscientemente cuando su rostro viene a mi mente.
- ¿Ronald? – pregunto enarcando una ceja - ¿Qué quiere?
- Solo informo que quiere reunirse con usted – asiento con la cabeza dándole a entender de que lo dejen pasar. - consígueme el numero de una floristería.
- La señorita Klein se encuentra fuera del país – me informa adelantándose como siempre a lo que pienso.
- ¿Cómo lo haces? – pregunto divertido haciéndola sonreír.
- Es mi trabajo prestar atención – responde con respeto antes de hablarle a la persona del otro lado de la línea. – en unos minutos estará aquí. – asiento con la cabeza antes de que ella sale de la oficina. Al mirar la puerta no puedo evitar recordar lo que sucedió un día antes cuando Raina Klein entro imponente. Debo admitir que su actitud arrebatadora y arrogante me excitaron de una forma que nunca antes nadie lo hizo. Sus ojos con esa mirada retadora solo hicieron que mi garganta se secara y mi pulso se acelerara. Su voz hizo que la piel se me erizara y cuando ella se acercó hasta quedar casi pegada a mi cuerpo, su aroma me embriago haciendo que mi deseo por ella aumentara. No sé qué me pasa con esa mujer, pero desde aquel día en la fiesta no he podido sacarla de mi mente.
- Señor Winter – la voz de Olenka me saca de mis pensamientos y me percato que mi pantalón en la parte de la entrepierna se siente un poco apretado. – el señor Klein – levanto la mirada encontrándome con ella y con Ronald.
- Adelante – me pongo de pie importándome poco que ellos puedan ver mi notable erección. – toma asiento – le indico mientras mi asistente se pone junto a mi antes de volver a sentarme. - ¿a qué debo el honor de tu visita?
- Quiero que trabajemos juntos – habla y al hacerlo puedo ver un brillo de superioridad en sus ojos.
- No sé, cual es la insistencia de los Klein por ser parte de la vida de los Winter – hablo mirando a mi asistente que trata de ocultar una sonrisa.
- Pertenecemos a dos de las cinco familias más importantes de este país – habla a lo que yo ruedo los ojos. si bien, es verdad que lo diga de esa forma, me molesta. – podemos hacer una fuerte sociedad como dos de las familias...
- Ellos lo hicieron por medio del matrimonio – respondo a lo que él asiente, pero sin borrar su sonrisa – mi hermana ya se casó, a mi hermano y a mí nos encantan las mujeres – a la mente viene el rostro de cierta mujer – un trato comercial entre empresas no me interesa a menos que sea con tu padre – o hermana, pienso observándolo – así que no hay nada que puedas ofrecerme que me interese.
- En realidad, espero que esto – me extiende una carpeta con una sonrisa arrogante – hay una rama en nuestras empresas que jamás hemos explorado y te propongo una sociedad para que fundemos una empresa. – me sorprenden sus palabras mas no se lo demuestro, tomo la carpeta abriéndola para el leer la propuesta mientras habla.
La propuesta es excelente y la rama que abarca es una que me ha presentado inconvenientes ya que cada vez que la requiero debo contratar a un tercero. Mientras más leo el contenido de la carpeta más se me genera una duda. ¿realmente esto salió de su mente? – la propuesta es demasiado buena, la sociedad entre los dos grupos sería una fuerte competencia a las demás empresas que se dedican a lo mismo, sin hablar del beneficio económico. Levanto la mirada observándolo curioso mientras el parece complacido al ver mi reacción.
- Debo admitir que estoy impresionado – respondo sincero cerrando la carpeta – me encuentro interesado en una sociedad entre nuestras empresas – veo como su sonrisa se ensancha - sin embargo, quiero comentarlo con mi familia.
- Tomate el tiempo que quieras – responde poniéndose de pie extendiéndome su mano y al estrecharla una idea viene a mi mente.
- Siempre podemos fortalecer a un más nuestra sociedad – comento guiñándole un ojo y él parece comprender a lo que me refiero porque su mirada se oscurece, lo que me confunde. – dile a tu padre que quiero hablar con él.
- Ellaya está comprometida...
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BRILLA PARA MI
RomanceRaina creció teniendo presente que los monstruos no habitan bajo la cama, que hay monstruos de carne mucho más crueles, estos poco a poco consumieron todo su ser, la doblegaron y con el pasar de los días ella perdió las ganas hasta que una persona l...