Raina creció teniendo presente que los monstruos no habitan bajo la cama, que hay monstruos de carne mucho más crueles, estos poco a poco consumieron todo su ser, la doblegaron y con el pasar de los días ella perdió las ganas hasta que una persona l...
Veo la lluvia caer a través de la ventana del auto, hace un día llegamos a Londres y desde que bajamos del avión Klaus y yo nos enfrascamos en asuntos del trabajo los cuales requerían de nuestra atención. me desocupe hace un par de horas justo cuando me llegue un mensaje de mi esposo en el que me pedía subirme al auto en el que me encuentro que me tiene una sorpresa.
Suspiro recordando lo que sucedió en el avión, jamás le había contado alguien lo que sucedió. Jamás tuve con quien hablar sobre los monstruos que me asediaban no solo en mi mente sino también en mi día a día. Hablarlo con alguien me quito un gran peso de encima y más cuando esa misma persona me abrazo consolándome, dándome el apoyo que jamás tuve.
- Señora – habla el chofer sacándome de mis pensamientos – hemos llegado – baja del auto rodeándolo hasta mi puerta la cual abre, me extiende la mano ayudándome a salir cubriéndome de la lluvia con un paraguas.
Caminamos hasta la entrada de un edificio antiguo, el hombre me dice que entre ya mi esposo me espera. Le doy las gracias entrando, jadeo perpleja ante lo que mis ojos ven. Hay un pasillo frente a mí en el que las paredes brillan con luces, camino lentamente viendo fascinada el lugar.
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- Increíble – susurro siguiendo el pasillo hasta que llego hasta una especie de jardín interno que está decorado con lucecitas y rosas. sonrío ampliamente con los ojos llenos de lágrimas.
- ¿te gusta? – susurra mi esposo a mi espalda antes de abrazarme por la cintura antes de besarme el cuello.
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- Es... - murmuro incapaz de completar la frase, por lo que él vuelve a besarme el cuello – es hermoso
- Ven – me toma de la mano subiendo las pequeñas escaleras al interior de la casa que esta oscuro, pero en el suelo hay velas iluminando tenuemente el lugar, además de marcar el camino.
Siento el corazón latirme fuerte mientras nos acercamos a un porche en el jardín trasero. Siento que el aire abandona mis pulmones al verlo que hay allí. Enormes ramos de rosas rojas distribuidos por el lugar, globos en forma de corazón y velas adornan el entorno alrededor de una frase que me acelera el corazón. "WILL YOU MARRY ME" me doy la vuelta encontrándome con mi esposo hincado mientras sostiene un estuche de cuero negro en sus manos que deja ver un hermoso anillo. las lágrimas se acumulan en mis ojos mientras un extraño sentimiento me embarga el pecho dejándome sin palabras.
