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Estornudo una vez más sintiendo una fuerte punzada de dolor en la cabeza. Que resulta de varias horas bajo la lluvia y una helada noche, un puto resfriado de muerte. Trato de concentrarme en los documentos frente a mí, pero el estar estornudando a cada minuto no me lo permite.

Ya han pasado dos días desde mi noche bajo la lluvia y el resfriado que pesque es muy fuerte, el cuerpo me duele y la cabeza, la nariz y garganta me arden, además de que estoy un poco disfoníca.

- Disculpe señorita – habla Hanna, levanto la cabeza encontrándola de pie en la puerta. – su padre está subiendo.

- Maravilloso – susurro estornudando de nuevo viendo a mi padre aparecer junto a madre que me observa con reproche.

- podrías traerme algo caliente – digo poniéndome de pie para recibirlos.

- Tenemos que hablar – mi padre se sienta en uno de los sofás que hay en la oficina por lo que voy junto a ellos.

- ¿Qué sucede?

- Debemos empezar a dar a conocer tu relación con Klaus antes de anunciar el compromiso – habla padre a lo que yo ruedo los ojos.

- ¿compromiso? – pregunta madre confundida lo que me extraña.

- ¿No lo sabes, madre? – pregunto mientras Hanna pone frente a mi lago humeante – voy a casarme.

- ¡¿CASARTE?! – dice exaltada poniéndose de pie – ¿Klaus? – observa padre - ¿Klaus Winter?

- Si – responde padre observándola como si nada – los Winter quieres una alianza más fuerte que el dinero y dado que Raina es nuestra única hija...

- TU única hija – dice furiosa y esa simple frase me lastima, mas no se los demuestro – me niego.

- La decisión está tomada – responde padre mientras bebo de apoco la bebida de jengibre y miel que me trajo Hanna.

- ¿Qué pasara con el grupo Klein? – pregunta ella observándome con autentico – en algún momento debías demostrar que eres igual a la puta que te pario – respiro profundamente ignorando la punzada de dolor que me atraviesa el pecho.

- Lo definiéremos luego de la boda – respondo ignorando su comentario.

- Pasado mañana habrá un baile benéfico – habla padre poniéndose de pie – iras con Klaus y de esta forma darán a conocer vuestra relación. – asiento con la cabeza viéndolos caminar hacia la puerta saliendo de la oficina haciéndome suspirar porque se lo que pasara a partir de ahora.

Paso gran parte del día en reuniones ignorando las llamadas de Ronald, madre y mis demás hermanos. Mientras estoy leyendo escucho la puerta abrirse y al levantar la mirada me encuentro con unos hermosos ojos azules que me observan con deseo.

- ¿tienes unos minutos para mí? – dice adentrándose a la oficina cerrando con seguro la puerta.

- ¿Cómo lo haces? – pregunto observándolo acercarse a mí por lo que corro un poco la silla cuando esta junto a mi hincándose frente a mí.

- ¿Cómo hago qué? – pregunta travieso tomando una de mis pies besando mi tobillo.

El día de hoy elegí un vestido corto en color blanco y de una sola manga lo que facilita el trabajo a Jared mientras asciende dejando un camino de besos hacia mi sexo.

- Sabes cuándo te necesito – respondo poniéndome de pie recostándome en el escritorio subiendo una de mis piernas a uno de sus hombros dándole acceso a mi sexo.

- Que clase de amante seria si no lo supiera – responde quitando mi braga de encaje antes de besar mi sexo haciendo que me sostenga al borde mientras su lengua alcanza mi clítoris haciéndome jadear arqueando mi cuerpo – me encantas – muerde el interior de mi muslo deslizando superficialmente uno de sus dedos en medio de mis pliegues.

- Jared – jadeo y él me da una sonrisa perversa antes de introducir dos dedos en mi interior. – estoy resfriada.

- Conozco un remedio infalible para eso.

Paso saliva al escuchar el tono de voz con el que me habla disfrutando del movimiento de sus dedos en mi interior y su pulgar hace movimientos circulares en mi clítoris. No pienso en nada mas, me desconecto por completo de la realidad, mi piel se eriza haciendo que agarre su cabello disfrutando al máximo el placer que me da su boca hasta que me lleva al éxtasis. De un rápido movimiento se pone de pie subiéndome al escritorio donde me embiste de golpe, lo abrazo por el cuello juntando nuestras frentes mirándonos a los ojos mientras él me sujeta fuerte de la parte trasera del cuello y la espalda.

- Jared – jadeo mientras él me embiste sin contemplaciones, siento que el cuerpo se me tensa sintiendo la llegada del orgasmo que saca todo el estrés de mi cuerpo dejándome un poco más relajada. – gracias – hablo sintiendo sus labios en mi cuello.

- ¿de cuánto me harás el cheque? – pregunta haciéndome estallar en una sonora carcajada. – me encanta escucharte reír – me observa a los ojos poniendo una de sus manos en mi rostro acercándose lentamente y al ver su intención pongo un dedo en su boca evitándolo. – solo uno – niego con la cabeza besando su mejilla apartándome de él.

- ¿Qué te trae por aquí? – pregunto mientras nos arreglamos la ropa.

- Mi esposa y yo estamos invitados a un baile benéfico en dos días – responde caminando hacia el minibar que tengo en la oficina sirviéndose un trago.

- ¿Cómo esta Irenka? – me acerco a él que me entrega el vaso en el que está bebiendo.

- Embarazada – responde haciendo que me vuelva a verlo.

- ¿enserio? – hablo observándolo mientras bebo un poco del whisky que sirvió – te felicito

- Estoy feliz con la noticia, estaba ansioso por ser padre.

- Yo también tengo algo que contarte – digo caminando de regreso a mi silla tras el escritorio – voy a casarme – lo veo fruncir el ceño. – también iré al baile benéfico, con mi "prometido"

- No sabía que estabas en una relación

- Ni yo – respondo sonriéndole bebiendo más del vaso – padre acepto una alianza con los Winter por medio del matrimonio.

- ¿Klaus? – pregunta a lo que yo asiento con la cabeza – debo admitir que admiro a tu padre, ese matrimonio será una de las más fuertes alianzas de este país y gran parte del mundo.

- La historia de mi vida - hablo sarcástica mientras se acerca recostándose levemente en el escritorio quedando junto a mí, veo en sus ojos arrepentimiento por lo que acaba de decir, pero cuando esta por hablar tocan la puerta, quito el seguro de la puerta con el mando a distancia.

- Adelante – hablo viendo a Hanna entrar seguida de la hermosa castaña que me sonríe sincera sin sospechar si quiera que hace unos minutos estaba follandome a su esposo.

- ¿vamosa cenar? – pregunta acercándose al escritorio mientras Jared camina hace ellabesando su cien. Al verla me sorprendo como cada vez que la veo al no sentir nila más mínima pizca de culpa por mi relación secreta con Jared

BRILLA PARA MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora