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Llegamos al restaurante yde inmediato un mesero nos guía por el lugar hasta una sala privado en la que ya nos espera Joss. Al verlo pienso en que su aura de seguridad e ponencia, fue heredada por su hija. Si bien Raina no se parece a él físicamente, es como una versión femenina de todo aquello que siempre lo ha hecho destacar, algo que compruebo al verlo a los ojos. si bien no son del mismo color, porque los del hombre son de un azul índigo y los de su hija son de un tono gris tormenta, la mirada es la misma.

- ¿Cómo estas Karl? – pregunta el hombre extendiendo su mano estrechando las nuestras – tiempo sin verte muchacho.

- Un gusto verlo señor – respondo antes de indicarnos sentarnos.

- Supongo que alguno de mis hijos ya fue a verte – me habla directamente haciéndome fruncir el ceño.

- Si – respondo mientras una mesera nos entrega las cartas - Ronald me visito hace poco más de una semana y me entrego una propuesta, muy buena.

- ¿alguien más? – pregunta sonriendo muy interesado.

- No – se vuelve a verme decepcionado - ¿algo que debamos saber?

- Creo que ya deben saber que tengo una hija... – habla Joss justo cuando el sonido de unos tacones inunda el lugar haciendo que mi piel se erice.

- Disculpen la demora – habla ella haciendo que nos pongamos de pie volviéndonos a verla.

Paso saliva al observarla, esta enfundada en un conjunto beige de pantalón y blazer, un top negro y tacones del color beige. Su cabello esta suelto en delicadas hondas y su maquillaje resalta sus increíbles ojos. Raina se sorprende al vernos mientras camina hasta su padre poniéndose junto a él.

- Mi hija – habla Joss – Raina Klein

- Un placer – habla mi padre extendiendo su mano hacia ella.

- Klaus y yo ya nos conocemos – habla ella soltando la mano de mi padre.

- ¿Puedo ver la propuesta? – habla Joss cuando volvemos a tomar asiento. Le extiendo mi carta a Raina que la toma haciendo que nuestros dedos se toquen un instante haciéndome pasar saliva.

- Por supuesto – mi padre le extendiendo una carpeta.

- Me intriga, que pudo crear que llame la atención de Klaus – comenta Joss mientras un mesero se acerca a Raina haciéndome tensar.

- Quiero una copa de vino blanco – habla ella mientras el chico la observa hipnotizado lo que hace que me aclare la garganta llamando la atención del mesero que se aparta de ella de inmediato.

- Déjame decirte que eres bellísima – habla mi padre a Raina mientras Joss lee el contenido de la carpeta. Ella simplemente tuerce los labios, pedimos nuestra comida hablando sobre temas triviales, sonrió al notar a mi padre fascinado con ella y como no hacerlo si es brillante. En determinado momento Joss ríe divertido negando con la cabeza antes de observarla y por un momento noto como brillo fugaz de tristeza atraviesa los hermosos ojos de Raina.

- ¿esta reunión es para discutir la propuesta? – pregunta Joss cerrando la carpeta.

- En parte – habla mi padre y yo bebo un poco de mi copa sin apartar los ojos de Raina – sabes que siempre hemos querido que de alguna forma u otra entre nuestras familias haya una sociedad...

- Ustedes son los que se han negado – habla Joss enarcando una ceja – aunque viendo esta propuesta puedo entender por qué.

- ¿pasa algo con la propuesta? – pregunto curioso

- Padre... - ella trata de hablar, pero Joss levanta la mano callándola lo que me molesta.

- Quiero que haya una sociedad más fuerte entre nuestras familias que los negocios – veo que Raina se atraganta con su bebida.

- Quiero que me permitas casarme con Raina – hablo viendo como ella abre los ojos platos poniéndose de pie.

- Disculpen – dice bajando la mirada lo que llama la atención, pero el golpe que le da Joss a la mesa nos sorprende y a ella la hace respigar antes de cerrar los ojos.

- Siéntate ahora mismo – me tenso al escuchar el tono con el que le habla y mi padre me toma del brazo cuando tengo intención de intervenir.

Me duele verla pasar saliva antes de respirar profundamente, se sienta de nuevo a su lado tomando la copa de vino bebiéndosela de golpe.

- Hace unas semanas decidí retirarme – habla Joss acomodándose su saco como si nada hubiera pasado, veo que Raina llama al mesero pidiéndole algo. – y dejar a Raina en mi lugar – eso me sorprende – ella se negó y me invente una tonta competencia entre ella y mis hijos.

- Se supone que ella también es su hija – musito tratando de controlarme a lo que ella tuerce los labios en un amago de sonrisa.

- Raina fue un error – habla haciendo que me vuelva a verlo y luego volver la mirada a ella que no reacciona – le di mi apellido y mi apoyo toda su vida, no por que lleve mi sangre, sino que a diferencia de mis hijos ella es la mejor en lo que hace y es la candidata apta para asumir el control del grupo Klein. – bebo un poco de mi copa tratando de contenerme viendo como el chico le trae a Raina un trago diferente que ella se bebe de golpe indicándole que le traiga otro. – esta propuesta no es de Ronald, es de ella. – en ese momento el sonido de un celular se escucha y noto que es el de Raina.

- ¿puedo contestar? – pregunta ella seria y un poco tosca a lo que Joss asiente con la cabeza, ella se pone de pie tomando su bolso antes de salir.

sin pensarlo dos veces me pongo de pie siguiéndola, cuando mis ojos la observan noto que camina hacia la salida donde se encuentra su asistente. Me detengo sin apartar la mirada preguntándome ¿realmente no le afectaron las palabras de su padre? Si es que se puede llamar asi. Su porte sigue seguro e inmutable, aunque sus ojos siguen sin demostrar nada.

Vuelvo hasta donde se encuentra mi padre junto con Joss que hablan de temas triviales. Le hago una señal al mesero para que se acerque.

- Tráeme un whisky doble – ordeno antes de volverme a ver a Joss.

- ¿en que los beneficia este matrimonio? – pregunta

- ¿Cuál es el porcentaje accional de Raina en el grupo Klein?

- Raina es dueña del cincuenta porciento del grupo Klein – responde como si nada.

- ¿Qué? – pregunto al tiempo que lo hace Raina que ingresa a la sala.

- Acepto el matrimonio – habla Joss observándonos – siempre y cuando, Raina asuma la presidencia del grupo Klein...

- Tengo mi propia empresa – habla Raina de pie junto a mí, yo solo observo a mi padre que ni se inmuta observándola con fascinación.

Esto es más complejo de lo que imagine, porque al Raina ser accionista mayoritaria la convierte en la dueña del grupo Klein y nuestro matrimonio, aunque firmemos separaciones será una fuerte alianza comercial, sumado a las empresas que tenemos independientes y la propuesta que ella hizo. La magnitud de nuestra unión es inmensa.

- Es decisión de Raina – habla mi padre poniéndose de pie deteniéndose junto a ella.

- Mi respuesta no importa cuando la decisión ya está tomada...

BRILLA PARA MIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora