No podía creerlo, tenía que estar siendo una broma. Aquella voz no podía ser la misma que él creía que era, era prácticamente imposible.
- ¿No vas a saludar a tu hermanita, Styles?
La figura femenina de la morena se acercó a él cautelosamente. Harry estaba creyendo ver un fantasma. Habían pasado demasiados años en los que no veía a su hermana mayor. La chica se acercó hasta él, ya que su hermano estaba estático mientras se le aguaban los ojos. Ella pasó sus brazos por los hombros del menor y él la sostuvo por la cintura.
- Que bien sienta volver a casa -susurró ella sobre su hombro
Harry terminó llorando, hacía por lo menos diez años, que no veía a su hermana y ahora la tenía entre sus brazos. El rizado tembló y ella como pudo acarició su espalda intentando calmarle.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó el rizado aún llorando
- Bueno... Ya hay que dejar de huir, el peligro ya ha acabado. Necesitaba volver a casa
- Gems -sollozo él
- Ya estoy aquí pequeño -dijo besándole la cabeza- ¿Dónde está mi cuñado?
- Está con Haig en nuestro sitio especial -señalo distraído
- Voy a verle. ¡Ben! -llamo ella y su acompañante se acercó
- ¿Qué pasa ricitos? -se saludó amigablemente con su cuñado
Harry y Ben siempre habían mantenido una buena relación, aunque para el rizado su único cuñado real iba a ser siempre Liam, pero aquel chico le agradaba bastante.
La morena les dejó solos, hablando íntimamente para acercarse al lugar donde su hermano le había indicado. De lejos ya les pudo observar, pero no estaban solos. Una chica morena lloraba en los brazos de su sobrino mientras Louis le acariciaba la espalda. No sabía como presentarse, no quería llevarse toda la atención y que dejasen de atender a la muchacha. Así que simplemente apareció, observando la reacción de sus familiares pero sin soltar a la chica.
- ¡Dime que es verdad! -exclamo Louis- ¡Gemma! -se lanzó a sus brazos
- Hola mi amor
- No puede ser real ¿Qué haces aquí?
- Quería daros una sorpresa
La tímida chica se separó de los brazos de un sonriente Haig que observaba a su tía. Pero inmediatamente volvió la mirada a su compañera que se separaba lentamente de su hombro.
- Hola cielo, yo soy Gemma. La tía de Haig
- En-Encantada -tartamudeó ella
- ¿Estás bien? ¿Ha ocurrido algo grave? -ella negó rápidamente
- En verdad si -hablo Haig mirándola- Le están acosando
Gemma había entrado a trabajar en el cuerpo de policía de Glasgow, especializándose en violencia de género. Numerosas chicas acudían a ella a través del teléfono para denunciar agresiones, acoso y lamentablemente violaciones, innumerables violaciones. Haig y Louis sabían cuál era su profesión y convencieron a Meredith para que hablase con ella y así poder ayudarle, ya que a Gemma le habían destinado de nuevo a Londres.
- Soy policía, yo puedo ayudarte si me dejas. No estás sola
Louis y su hijo se aproximaron de nuevo a su marido, que estaba algo desconcertado con lo que acababa de ocurrir, se lo estaban contando cuando de nuevo otro motor les interrumpió. "¿Qué está ocurriendo esta noche?", se preguntaba el rizado, pero a diferencia de antes esta vez sí que reconocía perfectamente el sonido del motor y el modelo del vehículo. Se acercó hasta el coche corriendo seguido de sus familiares.
- ¿Qué estáis haciendo aquí? -preguntó el rizado
- Veníamos a hacerle una sorpresa a Haig, pero la sorpresa nos la hemos llevado nosotros. ¿Qué haces aquí, Louis? -dijo abrazándole
- Hacía mucho tiempo que no volvía a casa -dijo tímido
- ¡Papás!
Todos giraron al escuchar aquel grito, observando a Alejandra correr hacia sus padres. Hacía mucho tiempo que ambos no iban a Clock Street y ahora toda la familia estaba ahí.
- Tu hija es una gran corredora, Malik -alagó Harry
- Mi niña es la mejor
Zayn estaba profundamente orgulloso de sus hijos, se hinchó como un pavo cuando ambos desde bien pequeños le dijeron que querían formar parte de la vida clandestina de las carreras. No tuvo miedo, sabía que sus hijos estaban en las mejores manos y que Harry seguía haciéndose en parte cargo de sus hijos cada vez que iba.
- ¿Ben? -dijo Niall- Espera, espera -sacudió su cabeza- ¿Gemma está aquí? -Ben asintió
La chica aún lloraba desconsolada, Gemma había tratado de calmarle, pero sabía que tenía que desahogarse, que estaba teniendo demasiada ansiedad y rabia contenida. Lo que le había contado no era nuevo para ella, muchas chicas se ponían en contacto con ella para denunciar exactamente lo que Meredith estaba pasando. También le daba rabia que ellas no se respetasen lo suficiente como para saber que con tipos chantajistas de esa calaña no había que estar. Normalmente, nos quarterbacks quieren tener novia para fardar, para dar la imagen de macho dominante que tiene en su "poder" a alguien y que ese alguien se muere de ganas por seguir junto a el pase lo que pase.
- Estoy sola -sollozo la oji verde- Nadie quiere estar conmigo después de esto
- Mírame -dijo agarrándole la barbilla- No estás sola, nos tienes a nosotros
- Solo voy a traerle problemas a Haig, si Noah se entera de su secreto va a odiarme toda la vida
- Haig cree que esto es algo que tiene que esconder, pero algún día alguien se enterará y no podrá hacer nada y tú no serás la culpable
- Él es tan atento conmigo y me cuida, no quiero arruinarle la vida
- Tienes que denunciar Meredith -hablo claro Gemma- O si no va a seguir machacándote de por vida
- Si le denuncio será mejor que me cambie de ciudad
- Entonces él habrá ganado -sentenció Gemma
Meredith le observó, segura de sí misma, imponente, sin miedo a nada. Ella quería ser así. No sabía nada de aquella mujer que tenía delante, pero le brindaba mucha confianza.
Cuando se calmó, ambas volvieron a donde estaba todo el mundo, se sorprendió cuando observo a tanto hombre delante de ellas. Gemma sonrió cuando en la lejanía distinguió a Zayn y Niall. Ellos corrieron hacia ella y cuando Haig observó a Meredith decidió ir también a donde ella. El matrimonio saludó a la mayor y Haig abrazó a su compañera de universidad besándole la cabeza. Las manos de la oji verde recorrieron la fría espalda del rizado en busca de calor.
- ¿Quiénes son? -pregunto ella tímida observando a todos los hombres delante de ella
- Es toda mi familia. El es mi padre, Harry - le señaló- Y mis tíos, Ben, Niall y Zayn
- Encantada -susurró ella
Los tres asintieron mirándole con una sonrisa en sus rostros. Meredith tuvo una sensación distinta, una sensación que no tenía desde hacía varios días, una sensación de hogar, de tranquilidad. No tenía miedo, no estaba asustada. Sentía la calidez en la mirada de cada uno de los allí presentes.
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DESPITE EVERYTHING // HAIG STYLES
Romance¿Qué pasa cuando todo el mundo quiere que te conviertas en alguien que no puedes ser? La desesperación te consume, te aviva la ansiedad, te crea falsas expectativas. Sin embargo, tienes que encontrar otro camino, uno que te permita ser quien eres. ¿...