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Harry regresó al comedor después de su hijo. El menor se había sentado de manera asqueada en el taburete mientras comenzaba a dar vuelta a sus cereales. Cuando ambos rizados estaban uno frente a otro, Louis les examinó con la mirada, intentando averiguar que había pasado en el jardín trasero. Haig estaba ausente, todos hablaban distraídos mientras él miraba fijamente la comida sin llevarse nada a la boca.

- Hijo -dijo Harry- Deberías comer algo

Haig levanto la vista, retando con su mirada a su padre. "Oh, no" pensó Louis. Se avecinaba aquella batalla incansable de los egos de ambos Styles.

- Mejor llévaselo a tu topo, con lo mal que le pagas, imagino que no tendrá ni para comer -bufó el menor

- ¡Haig! -exclamó Louis

- Déjalo cariño, escuchemos lo que Haig tiene para reprocharme. Esto va a estar interesante Meredith -dijo sonriendo

- ¡No la metas a ella! -defendió Haig

- Haig... tranquilo -dijo ella acariciándole el brazo

- ¿Para esto me diste Clock? ¿Para espiarme? ¡Te lo podrías haber ahorrado!

Haig se levantó, tirando el taburete, para después subir a su habitación cerrando de un portazo. En el piso de abajo, la morena iba a dirigirse tras él, pero Louis le hizo un gesto con la mano para que se quedase en su sitio. Era su turno de hablar con su hijo.

El oji azul sabia que la forma de comportarse de su marido no era la idónea. Él le había dado Clock Street a su hijo, él nunca le pidió nada. Tampoco le gustaba que estuviese espiando cada movimiento de su hijo. A él nadie le dijo nunca como llevar su lugar.

Se colocó frente a la puerta de la habitación del menor. En la puerta aún colgaba la chapa de "Peligro, radiactividad" que de pequeño había colocado y aún no se había deshecho de ella. Sonrió para sus adentros cuando comenzaba a abrir la puerta sigilosamente.

- No quiero ver a nadie, vete -dijo tumbado boca abajo en su cama

- ¿Ni siquiera a tu papi?

Haig no se negó, por lo que Louis volvió a sonreír y cerró la puerta a sus espaldas para después acercarse a la cama y sentarse junto a la cabeza de su hijo. Estaba abrazando uno de sus cojines favoritos con la cabeza totalmente enterrada en la almohada. El castaño llevó su mano hasta esos rizos suaves y morenos.

- ¿Por qué siempre hace que me sienta como una mierda? -preguntó Haig- Nadie le dijo como llevar Clock cuando él era un adolescente, no entiendo por qué tiene que andar espiándome. Si tan malo soy que me lo quite, así no lo quiero

- Mi amor, tu padre solo quiere lo mejor para ti

- Ponerme un topo no es lo mejor para mi

- Si bueno, de eso ya hablaré yo con él -dijo Louis algo enfadado

- Solo quiero que este orgulloso de mí y siempre la cago, todo era perfecto cuando él estaba

Louis sonrió con nostalgia. Pero cuando Harry era salvaje nada estaba bien. No pasaba una semana sin haber problemas. Al principio era tranquilo, los problemas surgían en un determinado momento, pero luego se evaporaban. Después fue a más y a peor. Nadie podía respirar tranquilo porque al día siguiente algo malo venía.

Su hijo no sabía nada de aquellas historias y sabía que en algún momento tendrían que contárselas porque estaba empezando a idealizar Clock, y aquel callejón es más bien un suburbio de peligros y mentiras.

- Entiendo que tomes de referencia a papá, cariño -comenzó de nuevo Louis- Pero tú tienes que tener tu esencia. Da igual lo que te digamos tu padre o yo, tú eres el que controla todo allí. Nosotros apenas vamos y por muchos topos que tenga tu padre, son tus ojos los que están ahí

Pasaron unos minutos, Haig no había levantado la cabeza de la almohada y Louis, esta vez, se encontraba tumbado a su lado acariciándole la cabeza. La puerta se abrió y Harry se adentró en la habitación. Louis le sonrió y se levantó de la cama para dejarles charlar a solas. Cuando paso por el lado de su marido le sostuvo la mano haciendo que este le mirase.

- Tienes que contárselo -susurró Louis

- Lo sé, por eso he subido

- ¿Y eso de tener topos alrededor de tu hijo, Harry Styles? -siguió susurrando enfadado- Ya puedes ir echándolos o seré yo quien se presente allí y los espante

- Tienes razón, perdóname

Se miraron a los ojos y el castaño sabía del arrepentimiento del más alto. Fue este quien deshizo sus manos y paso un brazo alrededor de la cintura de su marido y le pego a él, besándole en los labios.

- Perdóname por favor -suplicó Harry

- Conmigo no tienes que disculparte mi amor, es con tu hijo

Se dieron otro beso más corto y el oji azul finalmente les dejo privacidad. Bajo las escaleras encontrándose con Meredith recogiendo los cacharros del desayuno. Louis sonrió diciéndole que no hacía falta que fregase nada, pero la morena insistió recordándole lo bien que se estaban portando con ella. Meredith se veía tranquila y de algún modo aliviada, sabía que algo tenía que ver en el arrepentimiento de Harry.

En el piso superior, Harry ya se había sentado junto a su hijo, el cual esta vez estaba de lado dándole la espalda. Harry le toco el hombro, pero Haig se quedó inmóvil tensándose por completo.

- Lo siento, lo siento muchísimo hijo -este no dijo nada- Me da miedo que te pase algo, me da miedo que te pase algo y yo no este allí para ayudarte -la tensión en los hombros de Haig se relajó- Sé que eres capaz de llevar Clock sin problemas, pero me da miedo que te pase lo que me paso a mi

Harry se detuvo unos segundos, necesitaba esos segundos para expresar lo que quería decirle. Haig giro sobre sí mismo sentándose para enfrentarlo con la mirada.

- ¿Qué pasa papá? -preguntó el menor

- No solo nos han amenazado, no solo he tenido rencillas con mi padre... Es bastante más complicado que eso

- Dímelo

- Tuve que irme -Haig abrió los ojos sorprendido- Tuve que alejarme de tu padre y de nuestra familia por dos años. Una noche, un coche fue a Clock y atropelló a todo el que se ponía a su alcance -los ojos se le aguaron- A tu tío Niall lo atropellaron y casi se muere -Haig se cubrió la boca- Me amenazaron y me dijeron que, si no me marchaba, el siguiente iba a ser tu padre.

- Papá yo... -dijo Haig llorando

- Por eso tengo un topo -admitió- Pero no para controlarte a ti, sino para que me llame si algún indeseado vuelve a presentarse

- No sabía nada

- Mi padre... tu abuelo... Secuestró a Harvey y a tu padre. A tu tío casi lo mata por defender a Louis. Por eso tengo contactos, porque no quiero que mi hijo se vaya como yo me fui. Aunque no sea salvaje, quiero ayudarte y protegerte

Haig se inclinó hacia su padre, sujetándole de la nuca y atrayéndolo hacia él para fundirse en un abrazo. Harry sostuvo la camiseta de su hijo en sus puños mientras seguía llorando de la rabia. Podían pasar todos los años del mundo, pero aquellos episodios nunca abandonarían su mente.

DESPITE EVERYTHING // HAIG STYLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora