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Después de su momento íntimo, Louis fue a despertar a su hijo ya que tenía que asistir a la universidad. Cuando entró en la habitación, se topó con la cama perfectamente hecha, la ventana abierta refrescando el cuarto y el sonido de la puerta del baño cerrándose. Haig salió de ahí, ya vestido, con el pelo húmedo. El castaño se quedó boquiabierto porque aquel no era el aspecto usual de la habitación del rizado por las mañanas.

- Buenos días, cariño -sonrió apoyándose en el marco de la puerta

- Buenos días, papá -dijo Haig besándole la mejilla- ¿Soy yo u hoy estás más guapo?

Louis se quedó sin palabras, a lo que Haig sonrió aún más dejándole solo en la habitación. El oji azul se alegro al observar la actitud positiva de su hijo. Bajo las escaleras y cuando entro en la cocina, este se encontraba preparando el desayuno mientras cantaba suavemente.

- Que feliz has amanecido hoy -comentó Louis sentándose en el taburete

- Estoy contento -dijo Haig moviendo sus hombros de arriba abajo

- ¿Algún motivo en concreto?

- Me va bien en la universidad, tengo los padres perfectos... No sé...

- Ya... ¿y Meredith no tiene nada que ver?

El rizado sonrió mientras sacaba las tostadas y las colocaba en la mesa. Miro a los ojos a su padre, el cual se encontraba feliz por ver a su hijo con aquel estado de ánimo.

- Meredith es maravillosa, papá

- ¿Cómo les va con el tema del divorcio?

- Ha empezado a competir para ayudar a su madre con el dinero. Ayer ganó su primera carrera

- ¿De veras? -sonrió Louis emocionado- Debes estar muy orgulloso de ella

- ¿De quién debes estar orgulloso? -preguntó Harry entrando en la cocina

- Meredith ayer ganó su primera carrera -dijo Louis

- Sabía que esa chica seria buena -dijo Harry antes de dejar un beso en la cabeza de su marido

- Será mejor que me vaya ya -dijo Haig mirando su reloj- Llego tarde

Louis se quedó en la cocina preparando café, pero Harry acompaño a su hijo hasta la puerta de casa. Antes de salir se dieron un caluroso abrazo.

- Me alegro por vosotros hijo

- ¿Así te sentías tú con papá? -Harry asintió- Siento que floto cuando estoy allí con ella, soy capaz de evadirme de todo cuando la miro a los ojos

- Supongo que los Styles tenemos esa debilidad. Cuídala y protégela, si sigue contigo después de todo lo que le has contado realmente merece la pena

El menor salió de la casa y se subió en su moto para dirigirse a la universidad. Desde el aparcamiento, observo como Jason y su novia charlaban distraídamente y reían. Se aproximó a ellos, a la vez que Noah pasaba por su lado. Chocaron y el rizado cayó al suelo golpeándose la rodilla. Meredith rápidamente se agachó para asegurarse de que estuviese bien y ayudarle a levantarse, pero su rodilla había impactado fuertemente contra el cimiento de las escaleras.

- Mira por donde vas payaso -espetó Noah

- ¿De qué vas imbécil? -dijo Meredith empujándole por la espalda

- Mira que tenemos aquí -dijo Noah encarándola- Una zorra haciéndose la valiente

Haig, enfurecido, se levantó del suelo colocándose delante de Meredith. Su mano formó un puño que estrello directamente contra la nariz del quarterback. A causa de la velocidad del puñetazo cojeo un poco hacia delante, pero se mantuvo quieto delante de su novia. No iba a permitir que nadie la menospreciase y menos aunque le insultase sin razón. Los alumnos formaron un círculo a su alrededor, que rápidamente fue interrumpido por uno de los profesores.

Finalmente, los dos acabaron en dirección, aunque Noah tuvo que ir antes a la enfermería. Se encontraban los dos esperando a que el director le diese paso al despacho. De pronto su puerta se abrió y se hizo a un lado esperando a que ambo jóvenes entrasen. Noah fue el primero y después Haig, que difícilmente podía caminar bien.

- Esto debe acabar muchachos, ya son varias quejas de peleas que me llegan por vuestra culpa. No voy a admitir ningún acto de violencia más. Me temo que debo avisar a sus padres y concertar una reunión con ellos

- Creo que no es necesario que nuestros padres sepan que está ocurriendo -dijo Haig rápidamente

- Por mí -empezó Noah- Como si llama a la puta reina de Inglaterra

- ¡Señor Prentiss! -exclamo ofendido el director- Ese no es el comportamiento que buscamos en nuestros alumnos

- Discúlpele, director Norrington -dijo Haig rápidamente- Le han dado unos calmantes muy fuertes por el golpe y no sabe lo que dice -defendió Haig- Haremos lo que esté en nuestra mano por no formar ningún escándalo más

- Eso espero señor Styles, es la última oportunidad que les brindo. Si no, me temo que llamare a sus padres

Ambos salieron del despacho y cuando el rizado se iba a dirigir a las clases, Noah lo interrumpió hablando.

- ¿Por qué me has defendido?

- Eres una mierda de persona -dijo Haig girándose hacia el- Pero no voy a molestar a mis padres solo porque tú eres un niñato consentido. Si tengo que dar un paso atrás y defenderte lo haré, solo porque ellos no merecen perder su tiempo con esto

- Mis padres no son así ¿sabes? Seguramente habrían tenido la reunión por videollamada, subidos en un yate desde la otra punta del océano

- ¿Por eso te comportas como un gilipollas? ¿Por qué papá y mamá te han dejado solo y quieres llamar su atención?

- Siempre me han dado todo lo que quería, nunca estaban en casa. Con catorce años les pedí mi primera moto y al día siguiente estaba en el garaje de mi casa

- No eres el único con una infancia difícil, eso no te da el derecho de tratar a Meredith como a una cualquiera

El rizado se marchó, dejando a un Noah pensativo. Quizás tenía razón. Toda su vida había tenido regalos caros, la mejor educación, los mejores amigos... o, mejor dicho, los mejores seguidores, pero nunca sintió un amor fraternal real. Nadie le había querido nunca por quien era, si no por lo que tenía. Eso le hizo convertirse en quien era. Le dio igual tener al lado a la mujer más especial que jamás había conocido, simplemente tuvo que terminar haciéndole daño por el miedo de que fuese otra más que se aprovechaba de lo que tenía.

Haig regreso a donde sus amigos, que aún aguardaban en el pasillo frente a la taquilla del rizado. Noah le siguió, pero se detuvo cuando observo como su exnovia corría a abrazar al rizado para después besar sus labios tierna y cariñosamente, justo como lo había hecho con él.

Era el momento de replantearse muchas cosas y empezar a cambiarlas. 

DESPITE EVERYTHING // HAIG STYLESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora