Maratón 1/5
Aquel día acudieron a la universidad.
Es decir, acudieron juntos... A la vez... Sujetándose de la mano... Bajo cientos de miradas clavadas en ellos. Rostros de asombro les observaban desde cualquier ángulo. Meredith se sentía un poco cohibida, pero la mano firme del rizado sosteniendo la suya le hacía sentirse segura. Escuchaban risas a sus espaldas, comentarios ofensivos e incluso algunos comentarios halagadores como "Sabía que terminarían juntos". Pasaron por el lado del grupito de Noah y sus patéticos amigos, los cuales estallaron en carcajadas al verlos juntos.
- Eh Styles, ten cuidado. Creo que tiene el sida -dijo uno burlándose
Haig se iba a detener en seco, pero la mano de Meredith le empujo para seguir adelante. No quería tener una pelea en ese momento. Eran las ocho de la mañana y todo el campus los miraba con curiosidad. La morena se adelantó, llegando primera a su taquilla con Haig pisándole los talones. Ella resopló cuando la abrió recogiendo todos los libros necesarios para su primera clase.
- Imbéciles -espetó Haig
- No tiene remedio que te metas en una pelea con ellos Haig
- No me gusta que hablen así de ti
La oji verde sonrió acercándose a él, colocando sus manos en sus hombros. Iba a acercarse para poder besarle cuando un flash les cegó completamente haciendo apartarse.
- Eh tu gilipollas -dijo Haig agarrándole el teléfono- ¿Sabes lo que es la maldita privacidad? Practícala -y se lo tiro al suelo
Meredith volvió a girarse, metiendo la cabeza en la taquilla para respirar profundamente y probablemente contar hasta 1000 para mantener su paciencia. Haig le sostuvo por los hombros, masajeándole cariñosamente. El timbre sonó haciendo que todas las miradas hacia ellos se desviasen. Tenían que ir a clases diferentes. Haig estaba tranquilo, pero ella estaba totalmente atemorizada. El rizado noto, el miedo en su mirada.
- No va a pasar nada -dijo juntando sus frentes- Ignóralos
- No sé si voy a poder Haig -cerró los ojos fuertemente
- Mírame. Eres la tía más fuerte que conozco, estoy seguro de que sabrás que decir si algún subnormal intenta propasarse
- No es tan fácil, no soy tan fuerte cuando estoy en la universidad
- Creo que tus puñetazos dicen lo contrario
Meredith rio mientras una lágrima resbalaba por su mejilla, la cual Haig retiro suavemente.
- Patéales el culo -animó el rizado
Se dieron un beso de despedida para tomar caminos distintos. Se giraron varias veces para mirarse, pero ella llegó al aula de estudio. Todo el mundo estaba sentado en su sitio, observando expectante la puerta esperando su llegada. Ni siquiera el profesor estaba presente. Apretó los libros contra su pecho y al final del aula observo un rostro familiar, Jason. Se dirigió hacia allí y cuando esté la miro, le sonrió tiernamente. Se sentó en su silla seguida por la mirada de los allí presentes. Bufo cuando se apoyó sobre el respaldo, cansada de la situación.
- Madre mía... -empezó Jason- Parecéis unos putos buitres. ¿No os han dado de comer?
Meredith sonrió, pero la frase de Jason basto para que los alumnos dejasen de observarla.
- Gracias -susurró ella
- Eres la chica de mi mejor amigo, así que supongo que eres mi amiga también
La morena no sabía cuanto de verdad tenía aquella frase. Primero no sabía que era exactamente de Haig, pero a decir verdad le gustaba y segundo, no estaba muy segura de agradar completamente a Jason, pero en ese momento había necesitado su apoyo y él se lo había brindado.
La clase comenzó para Haig. Había tenido que enfrentar miradas y comentarios estúpidos, pero como siempre los había ignorado. Se mantuvo entretenido dibujando en su libreta cuando el profesor se dirigió hacia él.
- Señor Styles, imagino que sabrá responder a la pregunta
- No estaba prestando atención, disculpe profesor -el profesor rodó los ojos
- Pregúntale sobre Clock Street, de eso sí que te sabrá hablar -escuchó que alguien decía
Haig inmediatamente barrio el aula con su mirada, pero no encontró la voz del aquel entrometido. Apretó los puños bajo la mesa, lleno de ira. El profesor pareció ignorar aquel comentario y el rizado de nuevo comenzó a escribir en su cuaderno. Una notita en forma de bolita de papel aterrizo sobre su mesa. La desdoblo sin ningún cuidado. "Yo también quiero que me lubriques con tu aceite. xx". Observo detenidamente a todos cuando su mirada se detuvo en un grupito de chicas que le miraban coquetamente mientras le saludaban. Le arrojaron otra bolita, la cual sostuvo con su mano derecha. La abrió "Estás bueno, pero tu padre es mucho mejor que tú". Apretó su mano para que las chicas lo vieran, agarro sus cosas y se marchó de la clase dejando atónito al profesor, pero este no dijo nada.
Meredith y Jason se encontraban susurrándose cosas divertidas disimuladamente para que el profesor no les pillase cuando la morena observó a través de la ventanilla de la puerta de la clase, como Haig cruzaba el pasillo aparentemente enfurecido. La morena se levantó de su asiento captando la atención del profesor.
- Señorita Meredith, ¿Quiere decirnos algo?
- ¿¡Qué haces!? -susurró Jason
- ¡Seguro que nos da una clase de mecánica de motos! -gritó una chica
- Lo siento profesor -dijo la oji verde ignorando aquel comentario- Tengo que salir un momento
- No puedo dejarla salir sin una razón de peso
- ¡Seguro que está preñada! -gritó un chico
- Tengo la regla, ¿vale? Necesito ir al cuarto de baño -dijo ella
- ¡Seguro que ha quedado para follar con Styles! -grito otro
- Vaya señorita Meredith -dijo el profesor ignorando los comentarios estúpidos
Todo el mundo comenzó a cuchichear cuando esta recogía sus pertenencias. Cuando acabo se inclinó hacia Jason y le susurro "Es Haig" y se marchó.
Salió al pasillo siguiendo la dirección que había tomado el rizado. Comenzó a escuchar unos golpes y corrió hacia aquel ruido. Cuando llego, el puño de Haig golpeaba su propia taquilla con sangre en sus nudillos. La morena corrió interponiéndose entre él y su taquilla. Le sostuvo la mano ensangrentada, asustada y con los ojos llenos de lágrimas. Haig también lloraba.
- ¿Qué haces aquí? -titubeo el rizado
- ¿Qué estás haciendo? -pregunto ella evadiendo su pregunta
Haig negó e iba a pegar otro puñetazo cuando la morena lo acerco a él besándole. La respiración del rizado se aminoró un poco, su pecho ya no subía y bajaba, no tenía la tensión en sus hombros. Se separaron mirándose a los ojos.
- ¿Por qué te has hecho esto? -pregunto ella sosteniéndole la mano
- Esos imbéciles... Quiero largarme de aquí -dijo lleno de ira
- ¿Dónde ha quedado lo que me has dicho a mí?
- Yo no soy como tú
- No, eres bastante más fuerte que yo. Llevas guardando tu secreto muchos años, nadie habría sido capaz de hacerlo como tú
El timbre sonó interrumpiéndoles. Meredith agarro las cosas del rizado y antes de que la gente saliese de sus clases, se lo llevo a la zona de enfermería para curar las heridas de sus manos.
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DESPITE EVERYTHING // HAIG STYLES
Romance¿Qué pasa cuando todo el mundo quiere que te conviertas en alguien que no puedes ser? La desesperación te consume, te aviva la ansiedad, te crea falsas expectativas. Sin embargo, tienes que encontrar otro camino, uno que te permita ser quien eres. ¿...