Maratón 4/5
Estaba siendo una noche divertida. Hacía ya un tiempo que Harvey, junto a la madre de Meredith, se habían retirado juntos a tomar unas cervezas mientras los jóvenes se encontraban juntos charlando. Bueno, en realidad solo se encontraban la propia Meredith y Jason, ya que Haig había estado toda la noche compitiendo. Llevaba ya cuatro carreras seguidas, la muchedumbre no parecía cansarse de ver las carreras, pero el rizado solo quería acabar ya, se encontraba exhausto.
Al terminar la carrera se quitó el casco bufando. Ni siquiera se había percatado de los abucheos y del corrillo que se estaba formando donde deberían encontrarse Meredith y Jason. Apoyo el casco sobre el manillar de su moto y se acercó rápidamente. La gente le abrió paso y cuando se colocó junto a su amigo pudo ver la causa de aquellos abucheos.
Media universidad, literalmente media universidad se encontraba frente a él. El oji verde observo a ambos jóvenes que los observaban fijamente con las manos formadas en puños. La morena, concretamente, observaba a Noah, que le sonreía vacilante. Esta dio un paso adelante tratando de acercarse a él, pero Haig la detuvo sosteniéndola del brazo.
- Vamos Styles, déjale que se acerque. ¿O te da miedo tenerme cerca de ella?
- Cállate Noah -espetó ella
Todos los alumnos comenzaron a reír. Haig observó como su tío se acercaba rápidamente a ellos, seguido por Sonia.
- ¿Qué coño está pasando aquí? -le preguntó a Haig- ¿Quién es toda esta gente?
- Son de mi universidad
Harvey cambio su mirada cuando escuchó la voz culpable de su sobrino. Él era conocedor del miedo que el joven presentaba al ser reconocido como Salvaje. Aunque, por otra parte, sonrió, él no se daba cuenta, pero el mayor sabía que era su oportunidad de oro. Podía dejar en evidencia al que los acosaba y todos le respetarían, como se merece.
- Hija, será mejor que nos vayamos
Dijo Sonia. Esta sabia como había finalizado su relación con el quarterback y le daba miedo que se metiese en alguna pelea. Tiró de su brazo intentando separarla de Haig, pero la morena no se movió un ápice. Plantó los pies en el suelo y entrelazó los dedos de su mano con los del rizado. Este la miro y ella le sonrió.
- No me voy mamá, me quedo con Haig
Sus compañeros volvieron a reír interrumpiéndoles.
- ¿Has traído a tu mamaíta, Meredith? ¿Tiene que cambiarte los pañales?
- Noah, no me hagas dejarte en ridículo -dijo Sonia colocándose junto a su hija
Harvey sonrió al ver aquella escena. Desde joven, Sonia había defendido a todos los que eran de su círculo cercano.
Fue en la época donde Harry había desaparecido. Harvey y Zayn se encargaban de Clock, aunque poca gente iba para algo serio. Solo iban para burlarse de la muerte de su hermano o para hacer grafitis para burlarse. Fue bastante complicado mantener la seriedad cuando salvaje desapareció. Se hicieron bastante reuniones, junto a los espectadores que acudían frecuentemente, para determinar que se haría finalmente con Clock Street. La mayoría voto que debía clausurarse, por el peligro que conllevaba, pero Sonia insistió varias veces que Harry iba a volver y que aquel sitio era un templo que no podía cerrarse.
Verla así, le recordó a cuando ambos eran adolescentes y no pudo evitar sentir aquella chispa de emoción en su cuerpo.
- No sé si sabéis lo que conlleva presentarse aquí faltando el respeto -Haig observó a su tío y la gente se miró confusa entre sí- Tenéis que competir
El rizado abrió los ojos, aquello no era verdad, pero no iba a interrumpir a su tío. Le divertía mucho observar el rostro de sus compañeros.
- ¿Competir en qué? -preguntó una de las chicas
- Carreras -dijo Haig
- Pe-pero yo no te-tengo carnet -dijo otro chico
- Ni yo
- Yo tampoco
- ¿Habéis venido a mofaros o a pasarlo bien? -preguntó Harvey- Quien venga a disfrutar y pasarlo bien no tiene necesidad de competir. Quien venga a lo contrario ya sabe lo que ocurrirá
Todos los fieles a Clock Street hicieron una especia de pasillo. Algunos, tímidos, comenzaron a pasar entre ellos, pero Meredith reconoció a Natalie, la novia de Noah, y la detuvo agarrándole del brazo.
- Tú no -dijo impidiéndole el paso
- No tengo carnet, Meredith. ¿Quieres que me mate?
La morena se encogió de brazos sin ningún tipo de culpabilidad. Hizo que retrocediese unos cuantos pasos hasta que se quedó junto a Noah, que estaba cruzado de brazos, observando como su plan se esfumaba. Casi todos los compañeros de universidad habían pasado entre ellos y se encontraban agarrando las cervezas que la gente de Clock les brindaban.
Cuando acabaron de cruzar se giraron hacia los que no habían pasado. Se trataba de cinco chicos, junto a cinco chicas. Los cinco estaban formados por Noah y sus cuatro amigos y sus referentes novias. Algunas chicas se encontraban asustadas, otras tomaban la misma postura que los chicos que se encontraban vacilantes.
- Bien -dijo Harvey- Tenéis dos opciones, competir o largaros
Dos de las chicas comenzaron a tirar del brazo de sus novios, pero estos no se movían, mientras que las otras tres seguían inmóviles.
- De acuerdo, es hora de competir
- Yo no tengo carnet -dijo una de las chicas- Por favor, Mike vámonos
- No nos vamos a ninguna parte -dijo el tal Mike seriamente
- Está bien -dijo Haig- Haremos esto
La carrera constó de lo siguiente. Los chicos conducirían, mientras que las novias, irían tras ellos, colocadas con los ojos cubiertos y las manos encintadas. Haig y Meredith también competirían.
El resto de participantes tomaron motos que les habían prestado para aquella carrera.
Meredith estaba sentada sobre la moto mientras que Haig le encintaba las manos. La morena seguía con su vista todos los movimientos del rizado. Se encontraba nerviosa, no sabía como sería capaz de agarrarse a Haig si sus manos estaban así. El rizado sintió aquel nerviosismo.
- Voy a parar esta locura -dijo separándose de ella, pero esta le agarró como pudo
- No, si lo haces pensarán que te rindes
- No quiero que te pase nada
- No va a pasarme nada si tú conduces. Estoy nerviosa -confeso- No sé cómo voy a agarrarme, pero sé que no vas a dejar que me pase nada
Haig le ofreció una idea de cómo podía agarrarse a su cazadora, la cual no parecía tan difícil. Era el turno de poner la venda. Sonia miraba impaciente a su hija, la cual parecía tan nerviosa como ella. Cuando tenía el nudo hecho, Haig subió la venda para observar sus ojos verdes antes de la carrera.
- Vas a hacerlo bien -ánimo ella
- No sé cómo no me odias -dijo él agachando la cabeza
- No puedo hacerlo, me has salvado de estar ahí
Señalo con la cabeza a Noah, que no prestaba la más mínima atención a su novia y esta se encontraba demasiado nerviosa con los ojos ya vendados.
- Tendré cuidado, ¿te acuerdas como debes agarrarte? -Meredith asintió- Siento arrastrarte a mis locuras
- Pídeme perdón cuando hagas algo grave. Ahora, gana esta carrera
Haig junto sus frentes y dejo un beso sobre sus labios antes de bajar la venda cubriendo sus ojos. Se colocó sobre su moto, sintiendo al instante las manos de Meredith, agarrándose tal y como el rizado le había dicho.
Era momento de comenzar la carrera.
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DESPITE EVERYTHING // HAIG STYLES
Romance¿Qué pasa cuando todo el mundo quiere que te conviertas en alguien que no puedes ser? La desesperación te consume, te aviva la ansiedad, te crea falsas expectativas. Sin embargo, tienes que encontrar otro camino, uno que te permita ser quien eres. ¿...