Llegaron a tiempo para ver la salida de la última carrera de Haig aquella noche. A pesar de esta rodeada de gente que apenas conocía, se sentía completa como si aquellas personas fuesen su familia. Cada vez que el bullicio se hacía presente en Clock, se le erizaba la piel. Jamás pensó que se sentiría como en casa en un lugar tan sórdido e indecente como lo era Clock Street.
Había crecido en una familia rota, descompuesta por el paso de los años, sin amor, sin miradas tiernas. Todo eran reproches y ataques. Nunca su padre le dijo que le quería, jamás sintió que su padre estuviese orgulloso de ella. Se camufló bajo una coraza, enfrió tanto su corazón que nada le hacía el mínimo daño posible. Se creyó todo lo que le dijeron y cuando un apuesto capitán del equipo de futbol se fijó en ella, su ego se acrecentó más aun haciéndose más altiva e insoportable.
Hasta que apareció Haig, cuando el rizado apareció en su vida todo cobro sentido. Sintió el miedo de perder a alguien, el amor que nunca había experimentado. Todo gracias a aquel moreno de ojos verdes que le había robado el corazón desde el primer minuto que la consoló en los vestuarios femeninos.
Estaba completamente sumida en sus pensamientos que no se percató de que su novio había finalizado la carrera y se dirigía hacia ella.
- ¿Estás bien? -le preguntó sosteniendo su cintura
- Te quiero Haig
Este sonrió con ganas acercándose a ella, colocando una mano en su nuca mientras la atraía a su boca para dejar un tierno beso sobre sus labios.
- Yo también te quiero
- Haig, se han acabado las carreras -interrumpió su padre
- Oh si -salió del trance en el que se encontraba sumido- Gracias a todos por venir hoy -dijo separándose de su novia- Ha sido increíble poder competir por primera vez con un coche -la gente vitoreo ante aquello- Además... hoy hemos descubierto una nueva participante en las carreras. Mi novia -la gente volvió a silbar- A partir de hoy, podréis apostar por ella, creedme que lo hará genial -dijo guiñándole un ojo- Una noche más me siento afortunado de ser salvaje y de poder estar aquí junto a mi familia
- ¡Así se habla primo! -grito Erik
- Volved a casa con cuidado y nos veremos el próximo día
La muchedumbre comenzó a esparcirse por todo el lugar. Tomaron sus vehículos y abandonaron Clock Street, hasta la próxima noche. Los últimos en irse, como siempre, fue la familia Styles. Cada vez que acudían todos, les gustaba quedarse los últimos, hacer una oración por Liam y dar gracias porque nada malo hubiese ocurrido. Era la primera vez que Meredith estaba en aquel ritual. Jason, que también les acompañaba, estaba acostumbrado a esa ceremonia. A la derecha de la morena se encontraba sujetando la mano de Louis y a su izquierda la de Haig. Formaron un círculo sujetándose las manos mientras Harry hablaba.
- Gracias por dejarnos estar aquí todos una noche más -comenzó Harry- Este lugar es nuestra casa, donde todos los conocimos y formamos esta maravillosa familia. Nos sentimos afortunados de, después de tantos años y tragedias, mantenernos unidos e irrompibles. Liam, estarías muy orgulloso de todo lo que hemos conseguido -Harvey asintió mirando a su hermano- No nos olvidamos de ti hermano, siempre estarás presente en nuestros corazones... Hijo... -dio paso el adulto
- Gracias por estar aquí juntos, somos una familia. Una familia demasiado fuerte como para que nadie la destruya. La familia Styles-Malik, es lo mejor que me ha podido pasar. Tampoco, nosotros los pequeños, nos olvidamos de ti tío Liam. A pesar de no haberte podido conocer, nuestros padres nos hablan de ti y eres nuestra familia también -Zayn se limpió las lágrimas
- Todo es por ti hermano -dijo el moreno
Soltaron sus manos, todos estaban afectados. Tanto los mayores como los pequeños. Meredith no soltó la mano de su novio, la apretó con fuerza mostrándole que estaba ahí para apoyarle. Después de aquello se subieron a sus coches y se marcharon de Clock. Todos menos Haig y Meredith. El rizado sostenía el volante mientras observaba como la niebla zambullía Clock Street.
- ¿Cómo era tu tío? -pregunto la morena
- No le conocí, murió cuando era muy joven -comenzó Haig tomando aire- Estaba comprometido con Gemma, de hecho ella estaba embarazada de él
- ¿Embarazada? -Haig asintió
- Fue una noche de junio... Tenía una carrera... aunque antes de eso le pidió matrimonio a mi tía y ella aceptó -Meredith torció sus labios en una pequeña sonrisa- Pero tuvo un accidente. Los hijos de puta que competían con él eran hombres de mi abuelo, él les contrató para que Liam tuviese el accidente... -se detuvo unos instantes- Se marcharon dejándolo malherido, menos tres. Llamaron a mi padre y él fue rápidamente, pero ya era demasiado tarde. Liam se estaba desangrando, se golpeó contra el parachoques de la carretera -se detuvo entre lágrimas- Cuando llego la ambulancia ya había muerto -Meredith se cubrió la boca con sus manos- Todos dicen que el grito ensordecedor que dio mi tía fue escalofriante
- Haig... -interrumpió abrazándole- ¿Qué paso con el bebé?
- Lo perdió, tuvo un aborto. No comía, no dormía, no se levantaba de la cama... La misma noche que le piden matrimonio su prometido muere
- No me lo puedo creer -dijo la morena afectada
- Ben me cae muy bien y le quiero, pero una parte de mí desearía que Liam estuviese aquí con ella. Él fue muy importante en las vidas de mi padre y mis tíos
- ¿Ben sabe algo?
- Claro que lo sabe, siempre ha respetado a mi tía y sabe que Liam es su amor verdadero, aunque este con él. Nuestra familia es un caos, Mer -dijo mirándole a los ojos- Estás en peligro en todo momento, necesitas cubrirte muy bien las espaldas
- Haig estoy aquí, quiero formar parte de esto
Estuvieron charlando unos minutos más, era bastante tarde, pero aun así no quería irse a casa. No quería separarse de su novia, había sido una noche especial, ella se había enterado de cosas que nadie habría conocido. Puso rumbo, pero no a su casa. Subieron hasta el desfiladero. Allí le llevo su padre la primera noche que le hablo sobre Liam. Podía sentirle allí. Siempre soplaba viento en esa zona y sentía que era el cuerpo de Liam que le abrazaba dándoles la bienvenida.
Meredith fue la primera en bajar, a pesar de la densa niebla, desde ahí arriba podía observar Clock Street a lo lejos.
- ¿Dónde estamos? -pregunto ella
- Aquí murió él, justo ahí
El viento la envolvió cuando Haig apunto al parachoques abollado que estaba en la calzada.
- ¿Siempre hace este viento aquí?
- Si -susurró el rizado- Cuando estoy aquí siento que él está conmigo
- Es... agradable estar aquí
- Vine aquí cuando mi padre me nombró salvaje, estaba acojonado y estar aquí me tranquilizó. Me senté allí -dirigió con su dedo- Y sentí que él estaba sentado a mi lado
- Aunque no este os protege, a todos
- Y este viento no me da miedo, no me da frío, siento que me envuelve como si me estuviera abrazando
- Desde aquí se ve Clock, os cuida desde aquí arriba. Controla que todo esté bien
- Me gusta estés aquí -dijo Haig acercándose a ella- Me gusta que no tengas miedo de formar parte de esto
- Haig, todo lo que tú y tu familia habéis hecho por mí y por mi madre... Nunca podré compensároslo. Jamás me iría de tu lado
- Ahora formáis parte de nuestra familia
El viento volvió a envolverles haciendo que el cabello de la morena se moviese en todas las direcciones. Haig sonrió retirando el pelo de su mejilla y terminó de acercarse para besarle.
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DESPITE EVERYTHING // HAIG STYLES
Romance¿Qué pasa cuando todo el mundo quiere que te conviertas en alguien que no puedes ser? La desesperación te consume, te aviva la ansiedad, te crea falsas expectativas. Sin embargo, tienes que encontrar otro camino, uno que te permita ser quien eres. ¿...