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Nueva York
Mayo 2012



Odile recordaba perfectamente cómo había vivido aquel día

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Odile recordaba perfectamente cómo había vivido aquel día.

Estaba sentada en el balcón de un hotel en Marbella, disfrutando de los lujos que le proporcionó la paga por su último trabajo. Tenía una copa de champagne en la mano y una laptop sobre su regazo, mientras continuaba su exhausta búsqueda por sus hermanas con un perfil falso de Facebook. La noche estaba cayendo sobre el horizonte y los turistas caminaban de un lado a otro en la calle bajo sus pies, admirando el maravilloso atardecer sobre el mar.

Todo estaba tranquilo, pacífico incluso. Hasta que la gente comenzó a recibir llamadas o detenerse frente a televisores en los bares, y el pánico se apoderó de todos. Solo había bastado unos segundos para esparcir el terror por el mundo entero.

Ni en un millón de años creyó que volvería a ese día, mucho menos que estaría en Nueva York para vivir la invasión alienígena en persona. Pero allí estaba, y no lograba comprender cómo su vida había cambiado tanto desde entonces.

El equipo designado a 2012 para recoger las gemas del tiempo, espacio y mente aparecieron en un callejón a pocas cuadras de lo que, en ese momento, era la Torre Stark. Ver la ciudad tan destrozada y apocalíptica le recordó a Odile a los primeros meses tras el chasquido, con los vehículos abandonados en medio de las calles, el polvo por todos lados, la falta de seres humanos en la calle.

—Está bien, todos tenemos nuestras tareas. Dos gemas en las afueras, una en el centro. Mantengan el perfil bajo y vigilen la hora.

Un fuerte ruido los desconcentró a todos y vieron cómo el Hulk de 2012 utilizaba lo que quedaba de un auto para aplastar a un alienígena con bastante furia. Esta vista avergonzó un poco a Bruce.

—Podrías destrozar algunas cosas en el camino —le sugirió Steve.

—Creo que es innecesario, pero no importa —dictaminó el hombre verde.

Se quitó su camiseta para asemejarse un poco más al Hulk de ese año y comenzó a golpear algunas cosas sin muchas ganas. Junto a él fue Bonnie, pues ellos dos eran los encargados de recuperar la gema del tiempo. Enseguida que ellos se fueron, también lo hicieron Scott y Tony, el primero en tamaño diminuto para pasar desapercibido. Ellos dos se encargarían de la gema del espacio.

Lo que les dejaba la gema de la mente a Steve y Odile, quienes tomaron la lenta ruta a pie hasta la Torre Stark. Debido a la invasión alienígena, las calles estaban completamente desoladas, por lo que llegar a la Torre les fue relativamente sencillo y no ocurrió ninguna complicación de por medio.

Entraron por puertas separadas y cada uno fue a sus designadas posiciones.

—Así que SHIELD se llevó el cetro, ¿verdad? —preguntó Odile nuevamente y solo para asegurarse de haberlo entendido bien.

✓  RENDEZVOUS ━ steve rogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora