xlviii. whatever it takes

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Nueva Jersey
Abril 1970



Si regresar once años al pasado había sido raro, regresar cincuenta era peor

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Si regresar once años al pasado había sido raro, regresar cincuenta era peor. Todo era distinto.

Odile había visto películas, por supuesto, conocía la época de la misma forma que todos los demás, pero la ficción en ningún momento la preparó para la realidad, y no tardó en tener choques culturales con absolutamente todo lo que se cruzaba. La moda era distinta, los peinados eran distintos, la forma de actuar de las personas era distinta. El andar del mundo, el aire, los colores, todo se sentía lejano y ajeno, recordándole constantemente que estaba fuera de tiempo y que ese no era ni sería jamás su lugar.

Con cada paso que daba, incluso vistiendo aquel feo uniforme militar que habían robado de la tintorería del Campamento Leigh, sentía que cualquier persona que pasaba a su lado la juzgaba, lo que probablemente se debiera a su poca práctica en caminar con ajustadas faldas militares que ningún favor le hacían a su figura o a su corto cabello enmarañado para nada a la moda.

O quizás se trataba de que estaba caminando junto a un supuesto Capitán y otro supuesto oficial de SHIELD de alto rango. Tanto ella como Tony y Steve trataban de pasar lo más desapercibidos que podían dentro de una zona repleta de espías y militares, mientras resolvían por dónde comenzar a buscar lo que necesitaban para regresar a casa. Se suponía que era una tarea sencilla, pero el miedo a dar un paso en falso y ser descubiertos, lo que pondría en compromiso la misión, hacía que la búsqueda se enllenteciera.

Ninguno quería quedarse atrapado en una línea de tiempo que no le pertenecía, cincuenta años antes de su verdadero presente.

Sí, los viajes en el tiempo eran demasiado confusos, Odile prefería no pensar mucho en ello.

Y así como no le gustaba pensar en el cuándo se encontraba, tampoco le hacía mucha gracia pensar en el dónde. El Campamento Leigh, que en esos momentos estaba repleto de vida, acabaría siendo una larga pila de escombros y basura en unos cincuenta años, cuando la misma agencia que lo habitaba en el setenta lo volara en pedazos en 2014.

Estar allí le provocaba a Odile un extraño deja vu que no le gustaba en lo absoluto.

—No puedo creer que estoy de vuelta en este basurero —murmuró, incapaz de apartar el recuerdo de lo vivido en aquel mismísimo lugar.

—¿Capi ya te trajo a ver este vejestorio? ¿Un pequeño viaje por los tiempos pasados?

—En realidad vinimos hasta aquí para destapar oscuros secretos gubernamentales y luego Hydra explotó el lugar con un misil y nos enterró vivos —recordó ella y un escalofrío le recorrió el cuerpo.

—Sí, no fue nuestro mejor momento —concordó Steve.

—Al menos sirvió como experiencia traumática mutua que ayudó a acercarnos más, pero... podríamos haber hecho lo mismo con un vino de por medio.

✓  RENDEZVOUS ━ steve rogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora