xx. the vision

459 57 90
                                    

Nueva York
Mayo, 2015








—Si sigues mirándome así voy a golpearte de nuevo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.










—Si sigues mirándome así voy a golpearte de nuevo.

Decir que Odile estaba furiosa era un eufemismo. La francesa sentía el fuego correr por sus venas llenándola de ansias por recurrir a viejos hábitos y los culpables de ello eran nadie más ni nadie menos que el par de gemelos sokovianos que estaban sentados frente suyo dentro del quinjet de vuelta a Nueva York, la parte masculina del par mirándola fijamente.

—Por favor, no —respondió este.

—Entonces busca otra cosa en la que poner tu atención, porque en estos momentos lo único que impide que te parta la nariz de nuevo son mis pocas ganas de levantarme de este asiento.

—¿Realmente crees que voy a dejarte lastimar a mi hermano? —intervino Wanda en tono amenazante.

Odile suspiró y se puso de pie de la manera más dramática que pudo, siendo imitada por la dupla Maximoff.

—Con lastimarte a ti me basta. Ojo por ojo, ¿no es así?

—No parecías tan afectada cuando te dejé en el barco.

—Esto no es sobre mí —dijo la francesa acercándose más a Wanda—. Esto tiene que ver contigo lastimando a todas las personas que amo y saliendo impune de ello. Puede que todos te perdonen ahora que mágicamente descubriste que Ultron no era lo que prometió ser, pero no cuentes con que yo lo haga.

—¿Así que pueden perdonarte a ti pero no a nosotros? —preguntó la sokoviana, causando que Odile se quedara sin respuesta inteligente que darle—. Te olvidas que estuve en tu cabeza, vi todo lo que has hecho, no eres ningún héroe.

—Tampoco pretendo serlo.

Debido a la corta distancia que las separaba y al enorme enojo con el que cargaba Odile, no pudo evitar intentar replicar lo que había hecho con Pietro mientras estaban en Seúl y golpear a Wanda, sin contar con que ella tenía una poderosa bruma roja que utilizó para empujarla hacia atrás. Su golpe contra la pared hizo tambalear al quinjet y llamó por primera vez la atención de Steve y Katherine.

El primero dejó los controles en piloto automático para acercarse a la pelea e intentar detenerla.

—O, basta.

—¡No puedo creer que te pongas de su lado! —le gritó ella señalando a Wanda—. Después de todo lo que hizo...

—Todo el mundo merece una segunda oportunidad.

—¿Quieres que olvidemos lo que sucedió en África? ¿Pretendemos que nadie salió herido emocionalmente de esa? O físicamente, teniendo en cuenta toda la gente que fue lastimada por Hulk por culpa de ellos dos.

—Eso no es lo que estoy diciendo —intentó hacerla entrar en razón Steve—. Pero puse mi vida en tus manos incluso después de que intentaste matarme dos veces y lo seguí haciendo a pesar de saber que te ofrecieron millones por mi cabeza. No veo por qué no hacerlo con ellos también.

✓  RENDEZVOUS ━ steve rogersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora