𝙼𝚒 𝙴𝚜𝚙𝚘𝚜𝚘 [𝙹𝚞𝚊𝚗 𝙿𝚊𝚋𝚕𝚘 𝚅𝚒𝚕𝚕𝚊𝚖𝚒𝚕]

1.

Era invierno en estos momentos en Colombia. Era el primer día de la semana, ¡lunes!. La adolescente aún estaba durmiendo, esperando que su despertador esta vez si sonara.

El despertador suena las primeras veces con un tono bastante suave el cual Catalina no llega a escuchar muy bien.

- Mi pequeña. - me dice mi madre, moviéndome levemente de aquella grande cama. - El despertador, ¡ya ha parado de sonar! - dice su madre susurrándole y ella asiente un poco adormilada.

Ella se despierta, enciende la luz de su habitación y cierra aquellos ojos verdosos. Frotándose, varias veces y bosteza.

- ¡Buenos días, pequeña! - Isaza comenta al ver a su hermana menor ya despierta. - ¿Que tal amaneció mi pequeña favorita?

- ¡Buenos días, bonito! - ella responde esta vez, le abraza. - Esta vez estoy cansada, ayer me acosté muy tarde por hacer un trabajo bastante largo. - bosteza.

Él acaricia la espalda de su hermana menor levemente. Lamentando que su hermana tuviera que desvelarse hasta tan tarde. Susana, se había levantado recientemente junto a Lucia. Si señores, Juan Pablo era el único hermano entre aquellas mujeres. Pero eso sí, él era el mayor.

Juan Pablo Isaza tenía 27 años, después venía Susana la cual tenía 25 años de edad, Lucia tenía 22 años de edad y después venía Catalina que dentro de poco cumpliría los 18 años de edad.

Aunque para Juan Pablo, tener 3 hermanas no le importaba mucho ya que siempre se la pasaba bien con ellas.

- ¿Y para nosotras no hay abrazo, idiotas? - comentaron ambas, quienes estaban apoyadas en el marco de la puerta de aquella habitación. Se separan ambos, mirando a sus hermanas y ríen bajo.

El abrazo de hermanos duro muy poco, al escuchar que la madre iba a regañar a su hija menor la cual estaba tardando bastante en bajar a desayunar. Ya que su padre era siempre quien llevaba a su hija a la carrera.

- ¡Ay, mamá! - dice Juan Pablo, un tanto molesto. - La podría dejar yo hoy, no me cuesta nada en llevarla.

Su madre, tenía la mirada fija en Catalina la cual estaba un poco apenada de que su madre tuviera que esperar que bajara, al igual que mi padre. Pero mi madre se dejó de preocupar hasta escuchar que su hijo mayor podría llevar a su hermana menor a la universidad.

Catalina, fue dejada sola en su habitación para cambiarse de ropa y hacer sus cosas en el baño como ponerse sus lentillas, lavarse los dientes, lavarse la cara y alisarse el pelo y hacerse unas dos trenzas bien hechas pero no enteras.

Baja al gran comedor que tenía aquella mansión de casa. El desayuno estaba servido. Catalina se sienta en la silla, observada por su padre, el cual estaba apunto de regañar a su hija.

Comienzan a desayunar en silencio, sin decir nada durante el desayuno, mis padres estaban leyendo sus periódicos y mis hermanos estaban apegados en el móvil. Catalina lo único que pudo hacer en ese momento fue coger su móvil y entrar a sus redes sociales, hablar por mensajes con sus mejores amigas.

El desayuno finalizó unos 45 minutos después y eso significaba que el padre de aquellos, ya se marchaba al trabajo. Y Catalina ayudó a su hermano a empacar sus maletas al auto ya que mañana empezaba la gira en el cual no lo iba a ver por unos cuantos meses, ni a mi hermana Susana tampoco la vería a menudo. Eso quería decir, que Lucia se quedaría también junto a su hermana menor, era lo malo de ser las menores de la familia y tener que estudiar en esta época.

- ¡Maldita sea! - murmura Lucia, saliendo por la puerta ya que ella también quería ir con sus hermanos mayores. - Odio que no pueda ir, por culpa de mi último año de mi carrera. - comenta a sus hermanos rodando sus ojos.

La hermana menor solo se dedicaba a escuchar ya que ella no le interesaba mucho el tema de la música pero si quería ir a verlos tocar, tenía un poco de curiosidad en cómo su hermano cantaba delante de todo un público y tocaba aquellos instrumentos que Susana comentaba por el grupo de WhatsApp.

Ella se sienta adelante al lado del conductor, su hermano. Ella no hablaba mucho en el camino, ya que no sabía que podría decir. Dejaron primero a Lucia, a su universidad. La cual se despide con su mano y una sonrisa.

El hermano mayor, de repente miraba de reojo a su hermana menor y por el retrovisor miraba a Susana haciendo unos pequeños gestos con sus cejas.

- Catalina, ¿te sientes bien? - pregunta su hermana desde atrás del auto y asiente ella. - ¿Segura, que estás bien?

- Bueno, siendo sincera... - dice ella en una voz no tan alta,  con unos ojos de tristeza. - Que los voy a extrañar, durante su estancia.

Ellos se miran, por el retrovisor riéndose bajo con una sonrisa. Llega a su universidad, ella les da una última mirada.- Cuídense, por favor. Avisarme cuando lleguéis a su primera parada de la gira, por favor. - ella abrió la puerta del auto, cerrando la puerta y baja la ventanilla para apoyar sus brazos ahí.

- Si, pequeña. - asienten ambos dedicándole una pequeña sonrisa. - Nos saludas a Yoshi, ¿para cuando vendrá? - comenta su hermano, con un tono bastante celoso esta vez.

- Tampoco es para que te pongas celoso, Juan Pablo. - se ríe su hermana menor, cuál escucha el timbre de su primera clase. - ¡Ya me tengo que ir! Hablamos por mensajes. - comenta ella, caminando hacia atrás y se despide con su mano, y se gira para entrar.

Ella apurada en entrar en su primera clase, a tiempo. Para que el profesor no me regañara más, sus hermanos se van hacia el aeropuerto, y esperar al resto de la banda a que llegara.

[...]
- Ya Moncho, debe de ser tan ¡bobo! y sube ya al avión. - comentó su hermano, molestándolo.

Él se hace el ofendido, mientras que el resto solo se ríen de él.

- Bueno, ¿emocionada otra vez por estar en la gira, Susana? - le preguntó Juan Pablo Villamil a la hermana de Juan Pablo Isaza.

Ella asiente. - Si, encantada de volver a tocar con ustedes. ¡Será un placer! - respondió ella, sentándose en la silla que tenía reservada.

Todos se sientan en sus respectivos asientos, esperando a que él vuelo despegará. Estaban todos escuchando su música.

- Y, ¿como esta Lucia y Catalina? - pregunta Simón, ladeando su cabeza. - ¿Por que no vinieron con ustedes?

- Lucía si quería venir, solo que tenía clases. - contesta Susana. - Y Catalina, ya sabes que no le gusta venir, no le gusta nuestra música.

- ¿Cómo? - dice esta vez Juan Pablo Villamil, preocupado. - ¿No le gusta nuestra música? ¿Y eso, por que?

Él encoge sus hombros, por que tampoco sabía el motivo de la razón de su hermana.