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- ¡Lo que llevó aquí, es tuyo! - le comenté secamente, mi vida era un infierno desde que me vine a vivir aquí - ¡Maldigo el día en el que me enamoré de tí!

Suspiran a la vez.

- ¿Hasta donde hemos llegado, Catalina? - le pregunta él, harto de tantas discusiones - ¡Te había conocido muy diferente a la Catalina que conozco ahora!

- ¡Tú me cambiaste! - le dije dejando el bolde de papa's fritas en el sofá - ¡Tú me hiciste así!

Siento las patadas de Josh dándome esta vez un poco más fuerte y me debilito. Me apoyo en el sofá y espero a que se quede quieto.

Ella se tumba en ese momento, se sentía mal. Tenía también muchos cólicos y últimamente estaba muy cansada, ya que también tenía que ir a la universidad.

Entre Camila y ella era una batalla la cual Camila estaba ganando. Aunque no le importaba, solo tenía vergüenza de lo bajo que ella había caído.

Era una presa fácil de casar, pensaba ella para sí misma.

- No lo sé, ¡ojalá y me vaya de esa casa! - le dije a mi mejor amigo comiendo siempre mis antojos y acariciando mi gran panza - ¡igual, solo vivo con él por Josh!

- Todo saldrá bien, ¡ya verás! - le guiña un ojo.

Suspira. Cierra los ojos y sigue tomando el sol, mientras puede.

- Es que ya no sé qué pensar, Rocio - le dice Catalina, hablando con ella - Por un lado quisiera perdonarlo por que es el padre de mi hijo... Pero por otra parte quiero que se joda. ¡Por lastimarme!

Ella toma su zumo, escuchando a su amiga - Gente como el, no deberían existir. - bufa - ¡Gente que le gusta jugar con los sentimientos de otras personas!

- Es que aún no puedo evitar sentir cosas por el - le hago una repasada rápidamente a Villamil - ¡Aún siento cosas por el que no debería! - aparta su mirada de él.

Rocio, era muy buena para escuchar. Ya había perdonado todos sus errores y sus defectos.

Gruñimos ambas, al escuchar el timbre de clase. Catalina le comenta en hacer pintas que no tenía ganas de las siguientes clases.

Estábamos en frente de mi casa, la cual no había vuelto a pisar ya que no salía tanto por Juan Pablo. Él tenía muy prohibido a que ella se arriesgara mucho por el bebé.

- ¡Pequeña! - al verla con esa panza tan grande, Susana y Lucia se acercan para abrazarla - ¿Cuantos meses tienes? - me acarician ambas la panza y saludan a Roció.

- Tengo 6 meses, es niño. - les respondí y me muerdo mi mejilla por dentro - Se llamara Josh - Les miro - Josh Isaza Villamil.

Me ofrecen algo de comer y de beber y empezamos ha cotillear de todo un poco. Mi hermano se alegró de verme, acariciando mi barriga y hablándole a su sobrino.

- Y bueno, estoy viviendo un infierno en el cual no puedo salir. - me encojo de hombros tristemente - Lamentablemente lo único que me une ahora en estos momentos es Josh, ¡no hay amor! - niego con la cabeza - ¡No es el Juan Pablo que conocí aquella vez en mi universidad! Tan distinto ahora.

Era débil a los encantos de Camila, y eso me hacía sentir un poco tanto insegura de mi misma. Cada vez, que pasaba por un espejo siempre me miraba y me sentía más gorda.

Llego a la casa de Juan Pablo, y cierro la puerta haciendo que se separaran rápidamente. No me sorprendo la verdad, se acomodan bien su ropa.

- Sabes que Juan Pablo... - me restriego una mano por mi cara - ¡Yo me rindo! Veo que no tiene interés de recuperar nuestra relación - nos señaló a ambos y no le dejó hablar - ¡Ya me cansé que me digas siempre que quieres cambiar! ¡Por mi y por tu hijo! - me encojo de hombros - ¡Pero veo que no tienes interés en cambiar! ¡Ya estoy harta de que me lastimes! - le comenté esta vez le miro a ambos a los ojos - ¡Por mi, pueden seguir! Ya no voy aguantar esto, ¡Lo siento! - le miro a él - Pero será mejor que ya no te acerques a mi ni a tu hijo, ¡te di elegir! Y por lo que veo esa es tu elección, sin importar cuáles eran las consecuencias.

Hace las maletas, un poco rápido ya que tenía planeado en irse.

- ¡No todo el mundo puede ser perfecto como tú esperas Catalina! - el alza sus brazos al aire - ¡Y si yo realmente te amaba, pero...! - le miro - ¿Que le puedo hacer si soy inmune a los encantos de Camila? - le dice suspirando- ¡Además nadie te dijo que te embarazaras! Yo nunca quise ser padre en estos momentos - se acerca a ella y le confiesa - ¡Por mi pueden hasta morirse!

- ¡Vete a la mierda Juan Pablo! - le comentó, aguantando mis lágrimas. Y en ese momento la tensión se me estaba bajando y me da un bajón haciendo que me sentara en la cama.

Llame a Juan Pablo Isaza, para que me viniera a buscar. Algo mal se encontraba aquella adolescente en esos momentos, baja con su maleta sin ayuda del padre de su hijo.

- ¡No creí que esto podría terminar así! - Catalina habla esta vez - ¡Te abrí mi corazón y dejaste que me enamorara de tí! - le confiesa y escucha que su hermano entró a la casa de su amigo - ¡Dejaste que me ilusionara de tí, pensando que yo a tí también te gustaba! - me abrazo a Isaza, dejando caer mis primeras lágrimas - ¡Si, estoy decidida en rechazar a Juan Pablo! - miro a mi hermano - Dile a mamá que estoy dispuesta a casarme con Alex González el actor

Él solo asiente mientras la decisión ya estaba tomada, ¡había renunciando ella a Juan Pablo Villamil, por su amor! Por casarse con alguien que realmente no amaba.

[ ... ]
Día del parto, Catalina estaba con contracciones en esos momentos de su vida. ¡Le dolía! Su madre le estaba ayudando a que las contracciones no fueran como ella pensaba de dolorosas.

Después de varias horas, ya había nacido Josh. Día 12 de agosto de 2019, a las 9.30 de la mañana.

Me dejan ver a mi bebé y cogerlo, lo que me emociona al poder sentirlo y escuchar como llora y le acarició su mejilla.

- ¡Es tan pequeñito y tan hermoso a la vez! - comentó ella a sus hermanos, mirándoles con una sonrisa - ¡La verdad, es que si se parece mucho a su padre!

En el momento que esos hermanos estaban, llegando Alex el esposo de Catalina en estos momentos y le da un beso en sus labios y mira al pequeño Josh recién nacido.

- ¡Perdón por no poder estar antes con ustedes! - se disculpa, apenado de que no pudiera estar en el parto.

- Tranquilo, está bien.

Ponen al pequeño Josh en su pequeña cama de cristal para que durmiera un poco y pudieran limpiarlo un otro poco más. Alex se sienta en aquel pequeño sofá mirando como Catalina se estaba quedando dormida, tan preciosa era ella la verdad.

𝙼𝚒 𝙴𝚜𝚙𝚘𝚜𝚘 [𝙹𝚞𝚊𝚗 𝙿𝚊𝚋𝚕𝚘 𝚅𝚒𝚕𝚕𝚊𝚖𝚒𝚕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora