7.

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Me llevo rápidamente a mi casa, comentando que esto era un error. ¡Que no podíamos estar juntos! ¡Un error que pudiéramos tener algo!

Entró a mi casa, echando lágrimas en silencio ya que todos estaban durmiendo. Ella tenía su espalda apoyada en aquella puerta y se deja caer y abrazarse en si misma.

Le había abierto su corazón a un chico que no conocía bastante, y le lastimó con unas palabras en tan solo un segundo.

No podía parar de llorar por tristeza, por disgusto y mas encima lo vería durante todo el curso hasta en el verano.

Faltaba mucho para que esos meses pasaran volando, pero no sabía si era lo mejor para ella en volver a verlo.

- ¡Me ha ilusionado Lucía! - le comentó sollozando al saber que al frente suyo estaba Lucía. - El muy capullo me ha ilusionado. Y me ha destrozado.

- ¡Maldito estupido! - murmura entre ella y le abraza tiernamente.

- Hasta me ha bloqueado de su WhatsApp y me ha dejado de seguir. - le enseñó mi móvil para que pudiera ver.

Ella se sorprende, y la tranquiliza.

[...]
Ya ha pasado un mes, diciembre. Bastante frío hacía en esos momentos, empezando el mes de diciembre.

Estaba esperando el bus hacia la universidad, últimamente era muy solitaria. El bus se había atrasado y ya estaba tarde para la universidad.

Un auto pasaba, pero ni siquiera paro para preguntarme si quería subirme. Claro, en ese auto estaba Juan Pablo Villamil y su novia Camila.

Una vez que llego a la universidad bastante tarde, entre a la clase de mi hermano las miradas en mí eran bastante obvias.

- ¿Acaso soy el centro de atención por llegar tarde? - les comenta ella bastante seca.

- ¿Que son estas horas de llegar a la clase, Sra. Isaza? - esa fue la pregunta de su hermano bastante enojado y mira el reloj - ¡45 minutos tardes! ¿Que excusa pondrá esta vez?

- ¡Está vez no tengo excusa que decirle! - le respondió secamente - ¿me puedo sentar o me va echar?

- ¡Váyase, y se marcha a la sala del director para comentarle sobre sus faltas sin justificación! - le contesta su hermano mayor.

Ella asiente y suspira. Abre la puerta de aquella clase y la cierra fuertemente sin pedir ni una disculpa.

Estaba en la cafetería, tenía sus Airpods en sus orejas escuchando música, mientras tomaba su Late Machiato. Escuchando su canción favorita más reciente Hold On de Chord Overstreet.

- ¡Yoshi! - comenta con bastante emoción al verlo entrar en la cafetería, y corre hacia él - Ya me estaba aburriendo, ¿que tal en clase de mi hermano?

- Bien, me cae bien tu hermano - le comenta con mucha sinceridad. Mientras se sienta en la silla.

Juan Pablo Villamil, esta en la cafetería en la fila para pedir su café con leche. Ella lo mira por minutos, dejando de respirar en aquel momento. Él la mira, viendo en sus ojos el sufrimiento y el dolor que le cause aquella noche.

Pero por su bien, no quería que le pasara algo. Él conocía a su novia y hubiera sido capaz de todo para que nadie estuviera con él si no era ella.

No fue capaz de luchar por lo que le gustaba, eso para ella era claro. Deja de verlo, lo ve que viene hacia nosotros y Yoshi se le queda viendo en silencio. Él sabía que se tenía que marchar me da una última repasada y yo asiento.

- ¡No puedo, no ahora! - niega ella apartándose un poco de él, levantándose - ¿Por que ahora cambias de opinión?

- Por favor, no te vayas. - se levanta y le susurra - Déjame explicarte, ¿sí?

Ella se niega. Catalina, coge su Late Machiatto y mira al chico con sus ojos tiernos mientras camina para poderse ir.

En aquel momento me sentía un poco mal por no dejar hablaré pero no me sentía lista para escucharlo nuevamente. Aunque enojada estaba con él, por ilusionarme, por dejarle que me besara y me endulzara el oído. ¿Para qué? Para que después me lastimara.

Ella abre su taquilla, aún teniendo sus auriculares puestos y escuchando música. Coge sus libros de sus próximas clases, que ni siquiera quería asistir.

- ¡Joder, que susto! - grita al darse la vuelta y sentía como su corazón estaba a mil - ¿De seguro que no me vas a dejar ir hasta que te escuche, verdad? - le pregunta y él asiente.

Se sentía presionada en esos momentos por él, cierra los ojos y deja salir un suspiro de aprobación. Se van a una sala en donde nunca acostumbran a venir.

- Es que no es tan fácil perdonarte Juan Pablo - le pongo un dedo en su pecho para que pudiera empujarlo levemente hacia atrás - ¡Pero caí en tus redes y no puedo quitarte de mi cabeza ni de mi corazón! - empiezo a sentir lágrimas en mis mejillas y la voz rota.

El la mira con una cara de culpa y quiere abrazarla, pero ella no lo deja. No quería su pena, lo que quería que hiciera era otra cosa que podía hacer pero que le daba miedo querer hacerlo.

- Catalina, enserio - le acaricio su mejilla - Mi sentimientos hacia ti no han cambiado - niega el, frente con frente y cierran ambos los ojos.

- ¿Entonces, porque no terminas con Camila? - le susurro en sus labios - ¿Acaso vas a elegirle a ella y perderme a mi?

- No es tan fácil como piensas, pequeña - le susurra también en sus labios - ¡Te deseo!

Ella se deja llevar por el deseo en ese momento. El la besa por el cuello bajando sus manos por su falda apretada hasta las rodillas. Él le desabrocha su camisa, dejándole ver su sujetador blanco y ella pone su cabeza atrás jadeando.

Él se baja su pantalón junto a su bóxer y enseguida puso su amigo en la intimidad de la menor, penetrandola y dándole varias embestidas primero suaves y después de rapidez.

Los gemidos de Catalina aumentaban cada vez más, aunque hacerlo encima de la mesa de un profesor a ambos le ponía mucho. Ya se habían corrido varías veces, aunque seguían hasta quedar exhaustos ambos y se separaron ambos. Sus respiraciones estaban aceleradas, y se pusieron nuevamente su ropa.

Ella le sonríe dejándole en el cuello suyo un grande chupeton, y sale primero de aquella clase.

Camila al verle aquel chupeton a su novio, empezaron las peleas entre ellos en los pasillos. Por suerte estaban vacíos, pero la vergüenza que deberían pasar.

- ¿Enserio? - pregunto esta vez Susana abriendo sus ñaños sorprendida y riéndose. - ¿Lo hicieron en una clase que no había nadie?

Ella asiente mirando a sus hermanas. Con una sonrisa bastante amplia. Llega Juan Pablo Isaza a la casa, un tanto enojado.

- Catalina, ¡GRACIAS A TÍ CAMILA Y VILLAMIL TERMINARON! - grita su hermano al encontrar a su hermana y sonríe - Acaso te alegra, pues déjame decirte ¡QUE POR TÚ CULPA EL PADRE DE CAMILA NOS HA RECHAZADO NUESTRA OFERTA DE CANTSR EN SU BAR Y DE HACER UNA GRABACIÓN CON NOSOTROS!

- ¿Y que culpa tengo yo, de que Juan Pablo quisiera estar conmigo, Isaza? - le respondo con una pregunta y le miro bastante enojada.

- Que lo han dejado, Catalina - le comenta y bufa poniendo sus manos en su cabeza.

Se encoge sus hombros, sin hablar. Sale a fuera a tomar un poco de aire, ella. Es acompañada esta vez por Susana, la cual le apoyaría cual fuera la decisión de ambos. Ella no quiso provocar la separación entre ambos, ¡pero en el corazón no se manda! ¿Que sabía ella de que iban a terminar este mismo día?

𝙼𝚒 𝙴𝚜𝚙𝚘𝚜𝚘 [𝙹𝚞𝚊𝚗 𝙿𝚊𝚋𝚕𝚘 𝚅𝚒𝚕𝚕𝚊𝚖𝚒𝚕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora