𝙼𝚒 𝙴𝚜𝚙𝚘𝚜𝚘 [𝙹𝚞𝚊𝚗 𝙿𝚊𝚋𝚕𝚘 𝚅𝚒𝚕𝚕𝚊𝚖𝚒𝚕]

11.

"Tenia miedo de estar en ese bosque, perdida. En el medio de aquel grande bosque. Todo verde y gritando."

Me despierto asustada por aquel sueño. Estábamos todos en un hotel, ya que nuestro próximo concierto en Malaga. Me levanto para ver a Josh el cual estaba durmiendo plácidamente, y ladeo mi cabeza viendo como dormía Villamil en la cama. Le observo por varios minutos con ternura, viendo que tenía su torso desnudó, y mitad de la manta hasta su cintura y roncando un poco.

Catalina, recibe una llamada de Alex que dentro de poco viajaría a España y que deberían de hablar seriamente. Eso le preocupaba a Catalina, aunque no tanto.

Se pasa sus manos por su cara y vuelve a tumbarse en la cama mientras que siente unos brazos rodear su cintura.

Josh, hace pequeños ruidos. Eso significaba que estaba despertándose y se medio levanta empezando ha hablar en su idioma de bebé. Veo como Villamil se levanta, con bastante sueño.

"Era una noche oscura, se veía a lo lejos como una silueta negra pero de estatura algo larga rondaba por aquellas calles.
No se sentía muy segura, de aquella silueta la que le seguía. Seguía como si no supiera que le estuvieran siguiendo."

Otra vez, otro sueño que desconocía. Estaba abajo en aquel restaurante de aquel hotel, abrazando a mi hermano. Y darle los buenos días.

- Hola Nath - dice ella dándole un gran abrazo y presentándole a Josh. El cual ya tenía 3 meses, era todo un galán.

- Se parece mucho a ti Juan Pablo - le comento Nath riéndose y mira al pequeño Josh con ternura y le da su biberón - ¿Podría adoptarlo? - comentó bromeando hacia su amiga la cual ríe bajo también.

Las relaciones entre ambos padres, era buena. Por lo menos ahora.

- ¿Y por que no haces un 24 horas siendo papas de Josh junto a Simón? - le pregunta dándole una idea a su amiga, la cual se emociona y asiente.

La idea ya estaba en ella, pensando en cuando lo iba a grabar. Nos sentamos todos a desayunar, unos ruidos de tacones se escuchan por aquel restaurante de hotel.

Camila, la cual sería la invitada especial de Morat. Ella me da una mirada un poco fea, de odio. La verdad, me esperaba de ella esa mirada.

Juan Pablo Villamil le abraza descaradamente en frente mío, como si no tuviera bastante con su presencia. Ojalá y cumpliera con su palabra de terminar con Camila. Solo habría que tener un poco más de paciencia.

Ella se sienta a la mesa, aquellas miradas que ambos tenían. No podía soportarlo la adolescente, ella estaba pegada a su móvil y escucha los gritos de sus hermanos para que viniera.

No podía evitar sentirme un poco celosa, no podía parar de mirar hacia aquella mesa. Respiraba profundamente para no perder los nervios.

- ¡Ya no soporto más a Camila! - aprieta ella sus puños- ¿Que tiene ella que no tenga yo?

Las dudas siempre venían a la cabeza y eso me aterrorizaba, siempre. Veo a mi bebé tumbado en aquella tumbona azul de la piscina, alborotado.

Me acerqué a mi hijo dedicándole una hermosa sonrisa. La fastidiosa presencia de Camilia, fue lo que me provocó un poco de rabia.