15.

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En el piano, componiendo. Canciones random se me venían a la cabeza, pero no era el tipo de letra que me gustaba. Por suerte todos los niños estaban en la guardería, algunos ocupados con los preparativos de la boda.

- ¿Por que llegas a esta hora? - pregunta su prometida mirando el reloj - ¡Me dejaste plantada para la prueba del pastel!

- Lo siento - le comenta, sin estar apenando por no llegar a tiempo - ¡Se me pasó la hora!

- No te soporto cuando te pones de esa manera - comenta ella mientras prepara la comida - ¿Y bueno, a donde me vas a llevar hoy día por mi cumpleaños?

- Bueno, ¡he anulado la reserva! - le comenta rascándose la nuca - Laura, quería conocer Colombia y bueno me he ofrecido.

- ¿Me estas jodiendo? - le comenté, sin entenderlo - ¡Llevas semanas diciéndome que me ibas a llevar a algo especial! - le doy golpes en su hombro.

Era su cumpleaños, y él era más importante salir con alguien que no conocíamos.

- Esta bien, si tú vas a salir con ella - le comentó y le miro - Entonces no me queda opción de salir con Alex, ¿no te importa, no?

- ¿Con tu ex - esposo? - el pregunta no muy contento, niega con la cabeza - ¡Ni de coña!

Ella no escucha sus comentarios, se dirigió a la habitación que compartía con él para ir en busca de ropa para salir.

- No vas a ninguna parte - dice él un tanto posesivo y celoso a la vez - ¡No con el!

- Pero tu si puedes salir con esa, ¿en el día de mi cumpleaños? - le dije, cuando saco todo mi suspiro de frustración.

- Y, ¿que quieres que haga? - le comenta él mirándole a los ojos y arreglándose - ¡Soy un caballero!

- Pues no se, prosponerla para otro día - le dije, también arreglándome - ¡Es mi cumpleaños, amor!

- Mañana, ¿vale? - le comenta apurado y le da un beso corto.

Finalmente, cuide yo de mis hijos e invite a mis hermanos y al resto. ¡Un poco de todo, risas! Ya eran más de las 1 de la madrugada y él aún no llegaba, ningún mensaje o ninguna llamada.

Al día siguiente, me levanto por los llantos de mis bebes. Despiertos, les cambio su pañal y les pongo en su sillita y les preparo su desayuno.

- ¡HASTA QUE LLEGAS! - le miro - ¡Siéntate, el desayuno esta listo! - miro el reloj.

- No tengo hambre, ¡Ya he comido! - le mira, ya perdiendo mis 5 sentidos.

Se va a la habitación, a dormir.

[...]
Estábamos arreglando aún los preparativos de la boda, aún faltaba 1 mes.

Literalmente, la ayuda de Juan Pablo Villamil no era de esperar. Pensé que le entusiasmaba, que fuera su esposa.

El estaba viendo la televisión, había invitado a Laura ha pasar la tarde. Me estaba colocando la chaqueta y a los pequeños también, los monto en su cochecito.

Los había llevado al parque un rato, mientras esperaba a Nath que llegara junto a Simón. Hace varias semanas que no había hablado con ella, ni le había visto. Y claro, la extraño.

- No lo sé - le confiesa, teniendo sus dudas en estos momentos - ¡No lo veo como muy entusiasmado! - ladeo mi cabeza y después miro a Josh y a Ginny.

- Es normal, ¡tranquila! - le respondió, dándole las esperanzas y la fuerza que ella necesitaba - El te ama, y de verdad te ama.

Ella señala al padre de mis hijos el cual estaba justo parado al lado de un farol. Ella levanta solo su cabeza y le dedica una pequeña sonrisa, Nath fue a pedir junto a Simón algo de comer para que pudieran hablar a solas.

Ella no le dirigía la palabra, ya que durante los 5 primeros minutos él no le había dicho ninguna palabra.

Apoya su codo en su pierna y deja caer su barbilla en su mano mientras tenía la mirada fijamente hacia sus hijos.

- ¿Me amas? - le habla su prometida sin mirarle.

- Claro que te amo, mi vida - ladea la cabeza - ¿Por que la pregunta?

Ella le dedica una mirada asesina, por que él sabía a lo que me refería. Él se ríe bajo y se acerca mucho a mi, para acariciar mis labios húmedos y darme un gran beso largo.

- Nunca dudes sobre el amor que te tengo a ti, pequeña - me acaricia mi mejilla - ¡Nunca!

- Pero es que siempre te veo con Laura, ¿Acaso no te importa la boda? - le comentó un poco asustada.

- La boda me importa, me importas tú también - le sonríe - Me importa Ginny y Josh. ¡Ustedes me importan!

Los niños tomaron un poco de agua y descansar un poco, estaban comiendo un poco de pan con jamón.

- ¿Que hace Laura aquí, Juan Pablo? - le mire a él susurrándole sin entender como supo que estaríamos aquí.

- Yo le invitado, ¡no seas así! - le dice él y llama a Laura.

Ella le pone su mano en sus labios, para que no la llamara. - Si, ¡si soy así! - asiente ella celosa - ¿Para que le has invitado?

- Mi amor, ella podría ser la canguro de nuestros dos pequeños cuando necesitemos salir o algo así - le mira cogiéndole las manos.

- Ni lo pienses, amor - niega con la cabeza - ¡Prefiero llevarme a mis niños con nosotros que dejárselos a ella!

El bufa varias veces sin entender por qué su prometida tenía ese comportamiento. - ¿Por que eres tan cerrada a la gente, mi vida?

- ¡Tú más bien lo sabes él por qué tan cerrada soy a la gente! - le dije y refiriéndome a lo que pasó con Camila.

- ¡Por Dios Catalina! - el se levantó enojado - ¡Eso pasó hace ya como 1 año! - el hacía gestos con sus manos - ¡Ya déjate de ser tan paranoica! - le dice el.

- ¿Paranoica? ¡Tú eres el pervertido que mira a toda aquella que se le cruza por su camino Villamil! - le respondí - ¿Y a mi? Ni siquiera me miras ni por un segundo.

El la mira, acercándose a ella y se ríe al saber que estaba celosa, la coge de la cintura y se negaba mirarlo a los ojos. Se hacía la enojada.

- No te tengo que ver, por qué cada vez que veo a alguien te veo a ti! - le dice poniéndole la mano en su mejilla - Solo tengo ojos para alguien, ¡no para nadie más! - ella le mira de reojo la cual se mordía su mejilla por dentro.

- ¿Seguro? - alzo mis cejas, le sonrío y me cruzo de brazos.

Asiente muy seguro de él, mirándole y de reojo a los niños, los cuales estaban jugando en el pequeño trampolín ambos.

- Si mi vida, ¡mi celosa adolescente! - le da un par de picos en sus labios - ¡Me encanta cuando te pones celosa! - le abraza y ella ríe a lo bajo.

- Un poco celosa si soy, si se trata de alguien a quien amo. - asiente ella.

[...]
Era de noche, hacía frío en Colombia. ¡Todos habían quedado para ir a cenar a fuera! Una reunión de grupo, bueno más bien familia.

- Quiero brindar, ¡por ustedes! - alza mi hermana Susana la voz y se para de su silla - ¡Brindar que hoy podamos estar todos juntos como una familia! ¡Una gran familia!

Todos gritan de emoción por las bonitas palabras de mi hermana, "familia".

Familia, una gran palabra. Unión entre todos, apoyarse entre todos. Una palabra que unía a todos en una persona. Si alguien la pasaba mal, todos lo pasaban mal.

𝙼𝚒 𝙴𝚜𝚙𝚘𝚜𝚘 [𝙹𝚞𝚊𝚗 𝙿𝚊𝚋𝚕𝚘 𝚅𝚒𝚕𝚕𝚊𝚖𝚒𝚕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora