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La comida, con la familia estaba bastante rica la verdad. Susana le había preguntado a su hermana si podían quedarse sus hijos a su casa para que durmieran con Thomas y Sophie también vendría.

- No lo sé, amor - guardo el móvil Juan Pablo Villamil y la mira - ¿Estas segura, de lo que diciendo?

- Si, ¡vamos de vacaciones! - le comenté con una sonrisa - Ademas, Martina y Julian van estar con mi hermana - le hago puchero.

El la mira y niega con la cabeza - No mi vida, quisiera tener vacaciones junto a los pequeños - se suben al auto y se van a la casa.

La sorpresa que se encuentran, Camila con su hijo asustados y ella llorando. Juan Pablo se bajo de inmediato al verla esperando con su hijo.

- Juan Pablo, ¡puede que sea una trampa de ella! - le grito su esposa desde el auto pero ni caso él y suspira ella.

Se baja del carro, esperando. No podía sentirse un tanto celosa al verlos otra vez juntos.

- Mi amor, ¡por favor no seas así! - comentó su esposo en la habitación - ¡Solo por esta noche! Necesita mi apoyo amor - el se acerca a su esposa, poniendo sus manos ambas en mi cintura - ¿Por favor?

Ella ladea su cabeza haciendo una mueca - Aunque mi respuesta sea NO, ¡igual la vas ayudar! - suspira Catalina y va hacia el armario para ponerse su pijama de siempre.

El bajo para decirle cuál sería su habitación de esta noche y que se sintiera en su casa y cómoda.

- ¡Por dios, Catalina! Tampoco tengas esa cara de amargada - se acerca a ella mientras se quita su camisa y solo se pone un pantalón corto de pijama - No seas celosa - aparta mi cabello de mi cuello acariciando mi cuello levemente. - ¡Solo tengo ojos para ti y nadie más! - me deposita un beso y me pienso perdonarlo y no estar enojado con él.

- ¿Seguro que ya no sientes nada por ella? - arqueo una ceja mientras le dejo que me bese mi cuello - ¡Villamil! - le doy un golpe en su hombro un poco irritada y se ríe de mí y niega con la cabeza - ¡Idiota!

Se meten a la cama, para dormir. Pero deciden ver una serie en su televisión, ya que aún no conciliaban el sueño.

[...]
A la mañana siguiente, encontró raro que su esposo no estuviera a su lado, se hace sus necesidades y va hacia el comedor. Estaban ambos cerca, a milímetros de besarse.

Ella aparece, toda cortante a la cocina. - A mi no me miren - ladea la cabeza y cogió un redbull de la nevera - ¡Como si no estuviera! - dice Catalina cerrando la nevera y se marcha a la salar de estar a ver un poco de televisión, recibe la llamada de un compañero suyo de trabajo - Si, te espero aquí, adiós - le cuelgo y mientras que me tomo mi redbull veo más la televisión.

Aún seguían ahí en la cocina, desayunando. Se miraban ambos con una risa traviesa, ¡ella sabía que algún día llegaría el reencuentro de ambos! Así que no le afectaba mucho.

- ¿Con quien hablabas amor? - mi esposo se acercó a su esposa, mientras la invitada con su hijo se estaban duchando.

Ella se levantó del sofá, lo mira de arriba abajo en silencio y se dirigía a la cocina a desayunar un poco - ¡No te olvides de ir a buscar a tus hijos, Juan Pablo! - le habla secamente y en busca de un pequeño molde para poner leche y cereales - ¡Y no se te olvide también en ir a dejar a Martina a su clase de ballet!

El la sigue sin entender la reacción de su esposa, la cual es extraña. - Si, mi vida - Asiente en silencio y la observo detenidamente, veía que no alcanzaba así que decidí ayudarla - ¿Porqué tan seca, hermosa?

Se tensa - ¿Y porqué cree? - le recibí el bolde donde iba a poner leche y cereales - ¡Ya quiero que se vaya de la casa! ¡De inmediato! - exclamó mirando a su esposo y se sienta.

- Esta es mi casa, Catalina - le recuerda a su esposa mientras se para al frente suyo - Y decido yo si se quedan o se vayan, mi amor.

Camila se había terminado de ducharse con su hijo y vuelven al comedor con sus cosas, deciden irse. - Gracias por la hospitalidad Villamil. - mira a Catalina con una cara de mal gusto - De tí, no podría decir lo mismo creo - se despide de Juan Pablo Villamil, el cual sale también ya que tenia que ir a recoger a sus hijos a la casa de su cuñada.

El amigo de Catalina, llega minutos después de que se fuera su esposo y su ex. Lo deja entrar y le ofrece algo de tomar y asiente con una sonrisa. - ¿Y que tal todo por esta gran casa? - le preguntó chistoso y se ríen ambos a la vez.

- Va bien la verdad, ¡no me puedo quejar! - le comentó sonriendo mientras se sienta al frente de su amigo.

El timbre suena, abre la puerta y es Nath junto a Simón y su pequeña hija Sophie. - ¡Perdón que vengamos sin avisar amiga! - Nath hablo mientras hace pasar a su hija al comedor - ¡Pero es urgente, que lo sepas!

Ella se asustó al verla hablar de ese tono, asustadiza, preocupada. La deja entrar cerrando la puerta, les hago ir al comedor y sentarnos al sofá. - Vale me están preocupando, ¿que pasó?

- Por que te queremos y no queremos que sufras por alguien que después te lastime es por eso que te lo vamos a decir Catalina - Simón decide hablar mirando fijamente a Catalina la cual estaba confusa y sin comprender - Juan Pablo Villamil, ¡ha estado hablando por meses con Camila! - confiesa el - Solamente que él me pidió que no te dijera nada, ¡porque no quería que te enojaras con él!

- ¿Desde cuando llevan hablándose? - pregunta ella, mientras la puerta se abre. La voz de su esposo se escucha y la de los niños también.

- Ya aproximadamente casi 1 año, ¡el planeo el reencuentro en la cancha de fútbol! - confesó el, el mejor amigo de su esposo confesó - Lo sentimos. - Susurra él y ella niega con una sonrisa, ya que enojada estaba no por ellos si no por su marido.

Ve como sus hijos van a dirección a sus habitaciones, Juan Pablo Villamil noto mi enojo en la cara. - Desde cuando me ibas a ocultar que estabas hablando con tu ex... - su esposa se acercó a él y se van al jardín a discutir - ¿Porque lo ocultaste?

- Catalina, ¡tampoco exageres! - le grita suspirando - ¡Solo somos AMIGOS! - le mira mientras pone ambas manos en su cintura y cierra los ojos - Lo oculte, por varias razones y una de esas razones era esta. - le señala, al verla con una cara de enojo, rabia.

- ¿Amigos? - ella abrió la boca sacando una risa sarcástica y le mira - ¿Y lo de esta mañana, me vas a decir que solo son amigos? - se gira para llorar en silencio, segundos después - Si no llego yo, ¡se hubieran besado!

- ¡Tampoco es del otro mundo besar a tu ex! - le comenta el, esperando a que se girara y ella deja un suspiro.

- No, no es del otro mundo pero cuando estas casado sí es del otro mundo - le grita ella, llorando y se marcha hacia la habitación. Dando fuertemente un gran portazo.

𝙼𝚒 𝙴𝚜𝚙𝚘𝚜𝚘 [𝙹𝚞𝚊𝚗 𝙿𝚊𝚋𝚕𝚘 𝚅𝚒𝚕𝚕𝚊𝚖𝚒𝚕]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora