Capítulo 2 -Ojalá fuera un sueño. -

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Luego de un gran choque mental con ayuda de su mejor amigo, comenzó a investigar lo sucedido, descubriendo cosas como la magia que existe, que hay seres divinos entre nosotros y entre muchas otras cosas; descubrió que su alma viajó en el tiempo ocupando un cuerpo en una línea temporal completamente diferente a la de él, aún no sabía cómo lo había hecho exactamente, pero pronto lo averiguaría gracias a las visiones causadas por un tatuaje en su hombro izquierdo, el sello de los cuatro ojos, ahí comenzaron a aparecer las instrucciones de lo que debía hacer, una segunda oportunidad se le presentaba; si quería volver a su vida y que su alma fuera libre, tenía que encontrar las cuatro flores del Edén y destruirlas.

Pronto descubrió que estás flores no eran normales, estaban ocultas en los cuerpos de mujeres con vidas comunes como las de cualquiera, esperando ser despertadas; y así comenzó la casería, pero no fue nada fácil, el encontrar a las flores no era nada sencillo a pesar de que siempre estaban a su alrededor, y a veces estas ya habían desatado todo su poder sumiendo al mundo en un caos, liderando rebeliones, ejércitos, peleando en las calles, no importaba como lo hicieran, ellas siempre encontraban la forma de matarlo a él teniendo que empezar de nuevo en una línea distinta.

Pero siempre dirigiéndose al mismo sitio, a casa de su mejor amigo, porque a pesar de parecer un loco desquiciado, él siempre lo apoya aunque no crea una sola palabra de lo que dice; no es fácil encontrar a su mejor amigo cada vez que llega a una nueva dimensión, puesto que no conoce como es su vida, donde vive, en que trabaja, con quienes se relaciona o si tiene enserio un lugar a donde ir, claro exceptuando algunas dimensiones dónde la tecnología es más avanzada.

Revisa sus bolsillos y encuentra una billetera y un teléfono, la pantalla está bloqueada, por suerte tiene lector de huella, busca entre los contactos hasta encontrar el número de su mejor amigo, Zack Miller, hace una llamada y le pide que si lo puede ir a buscar.

Dos horas después, llega Zack a buscarlo en un auto rojo pequeño, no sabe qué tipo de auto es, pues nunca ha sido bueno con las marcas, pero es lindo.

-Ahora sí, me explicas cómo es eso de que no sabes llegar a casa. -

la verdad, hay muchas cosas que no se de mí, por eso te llamé. -
-La verdad, no entiendo a qué te refieres. -

-Tú solo conduce, en casa te lo explico todo...una vez más. - (dice entre dientes y suelta un suspiro)

-No comprendo la verdad, solo espero que me expliques cómo fue que terminaste en ese muelle. -

-¿Estaba en un muelle? - (se mantiene extrañado un momento, nunca había despertado en un lugar así, siempre despertaba en una cama, así no fuera suya)

-Emm sí, de ahí estamos saliendo-(lo mira de reojo mientras conduce)

-Bueno, esa es otra cosa que no sé. -

Observa la ventana mientras Zack conduce hasta su casa.

Una hora después, ya en casa, una de tantas; Silverio se sienta en un sillón agotado, dispuesto a contarle su historia una vez más a su mejor amigo, Zack lo ve algo escéptico, y Silverio le señala el mueble para que se siente, -¿Enserio estás bien? has estado actuando muy raro. - le dice, pero el insiste que se siente.

-Ok, escúchame, nada de lo que te voy a decir es broma, probablemente no me creas, pero aun así te lo diré; no recuerdo nada de esta vida, de cómo nos conocimos, de dónde vivo o trabajo, con quiénes socializo aunque probablemente es poca gente, ni siquiera sé cual es mi rutina diaria, pero no, no perdí la memoria, solo no soy el Silverio que conoces, vengo del siglo XV mi alma ha estado viajando en el tiempo durante más de quinientos años, en búsqueda de las cuatro flores del Edén, tratando de matarlas, sin éxito, cada vez que muero a manos de una flor, mi alma revive en el cuerpo de una mis versiones en el futuro, pero sin conocimiento de la vida de esa versión, y la única forma de detener este ciclo es matando a las flores, del resto soy inmortal porque solo ellas pueden matarme y solo yo puedo matarlas a ellas.-

-Oook... ¿qué diablos estuviste haciendo en ese muelle? ¿te metiste algún tipo de estupefaciente o se te metió el agua al cerebro? porque estás loco amigo. -

Dice Zack incrédulo mientras Silverio se levanta caminando a la cocina, busca un cuchillo entre las gavetas y cuando por fin lo encuentra, se apuñala el estómago frente a Zack, este le grita que sí está loco, pero en ese instante Silverio se saca el cuchillo, no hay sangre, ni una gota y Zack queda atónito mientras ve la herida sanarse con un pequeño brillo color dorado.

-Ahora soy yo el que pregunta ¿Estás bien? Parece que vas a desmayarte. -

Se sienta de nuevo tratando de digerir lo que acaba de ver, -creo que me estoy volviendo loco. - se dice así mismo mientras Silverio lo observa con una expresión seria, pero relajada, como si ya hubiera visto esta escena miles de veces, tal vez porque de verdad ya lo había hecho.

-Ok...(tartamudea) dices que eres el Silverio del siglo quince, pero de otra dimensión, ¿No? -

-Exacto, mira no le des muchas vueltas, igual te lo iré explicando luego poco a poco, por ahora necesito que me ayudes a adaptarme a esta vida, conocer mi rutina, día a día y cosas así. -

-Enserio no puedo creer que esto esté pasando. - dice sin poder procesar el asunto cuando un estruendo rompe la ventana, un disparo, Silverio tira a Zack al suelo mientras trata de ver por la ventana quien disparó, no hay segundo ataque, le dice a Zack que se quede en el suelo mientras él se ocupa de la situación.

Ve un hombre parado en las escaleras de emergencia del edificio de enfrente, pero sale corriendo, está encapuchado y se centra en huir, Silverio sale por la ventana y baja las escaleras de emergencia lo más rápido posible, pero otro sujeto llega abajo primero, corre tras él unas dos cuadras, el sujeto da un par de disparos al aire causando pánico entre la gente, un auto aparece y se detiene frente al sujeto sacándolo del lugar lo más pronto posible.

A este punto Silverio no puede hacer nada, así que los deja escapar, pero no sin antes aprenderse el número de matrícula que tiene el vehículo, Zack llega corriendo tras él y agotado pregunta -¿Qué demonios fue eso? No me digas que también hay gente intentando matarte. - él mira la calle por la que se fue el auto, -aunque no lo creas, esto es nuevo. - dice -Enserio todo esto parece un sueño. - responde Zack -ojalá solo fuera un sueño.

Guerra de flores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora