Mi pasado oscuro.
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.-Que bonito el lío que armó tu amiguita, ¿Por qué no dejaste que yo me ocupara? -dice mientras suben a un taxi.
-Es una cuestión de honor y orgullo no lo entenderías, además las flores no pueden enfrentarse entre sí, eso causaría un caos. -
-¿Como estas tan seguro que no ganaría yo? -
-Porque yo ya...olvídalo, no dije nada. -
-¿Por qué tú ya que? No me parece que me guardes secretos si estamos trabajando juntos, siempre eres así, tan...distante, dime ¿No te caigo bien? -
-No te sientas así, no suelo ser cercano con la gente. -
-Pero a mí no me interesan las otras personas, se supone que estamos colaborando juntos. -
-Tú lo has dicho, colaborando, pensé que sabías llevar una relación profesional. -
-Supongo que es obvio que no quiero ser profesional contigo. - Silverio frunce el seño y la mira.
-Estás loca enserio. -
La conversación muere en ese instante, y Silverio mira por la ventana, Esther siente cierto interés hacia él, pero la verdad él no le presta atención, recuerda algunas insinuaciones que le hizo hace un par de semanas mientras investigaba a Michelle Santos, lo invito a salir varías veces, pero no precisamente a una investigación seria, y en una de esas logró llevarlo a su casa, dónde intentó seducirlo con ropa muy provocativa, recordar ese momento hace que Silverio agite el rostro, admite que no se veía para nada mal, pero la verdad no le interesa.
El taxi se detiene en el muelle Carabela, -¿Qué hacemos aquí?- pregunta Esther -Viene por mi auto y...ella, dice mientras señala a Aleiza, - ¡Al fin apareces!- le grita Aleiza recostada del auto, -Perdón, pero tuve que participar en una pelea callejera con la chica que apaleaste anoche.- dice con una sonrisa de lado, pero Aleiza no responde, su expresión cambió en un instante, y Silverio no se percata, hasta que ve la expresión de Esther, ambas se miran con desagrado y Aleiza pregunta - ¿Qué hace ella aquí?- Silverio las ve a ambas y pregunta -¿Ustedes ya se conocen?- Esther hace una respiración profunda,- Más que bien de hecho, ¿No es así hermanita? - Silverio queda en blanco un instante y lo refleja con su expresión. - un momento ¿Ustedes son hermanas? ni siquiera tienen el mismo apellido- Silverio las mira a ambas y exige una explicación -Ella es adoptada, y no quiso aceptar el apellido de la familia.- Responde Esther -Tú sabes bien porqué, no me interesa tu apellido - responde Aleiza - ¿Por qué eres una desagradecida?.- Responde Esther sarcástica, Aleiza alza su manos en rendición, no quiere discutir con ella, - le entrega las llaves del auto Silverio, me marcho, no voy a perder mi tiempo.- le dice con frustración - Oye Aleiza espera...- lo interrumpe - Está bien no sabías nada, llámame luego ¿va?- baja hacia el muelle y después de cruzar una reja desaparece en el aire.- Odio cuando hace eso- se dice Silverio mientras vuelve con Esther -¿Me explicas? - dice mirando a Esther con una ceja levantada -La verdad, no tengo que contarte, igual no debería interesarte.- responde dándole la espalda.-Escúchame, sé que he sido muy distante contigo y nunca te pregunto nada, pero esta situación es distinta.- le dice mientras trata de ver su expresión -¿Diferente qué? ¿En que la involucrada es ella? - responde de forma acusadora -No se trata de...- lo interrumpe -No me digas nada Silverio, llévame a casa, estoy cansada y mañana tengo trabajo. -
Respira profundo y suben al auto, el silencio llena el lugar, ni una palabra durante quince minutos. Comienza a oscurecer y llegan a la entrada de un túnel.
-Tienes razón me interesa es por ella, pero mi desinterés y frialdad contigo es por otra cosa. -
-La verdad creo que ya no importa. - responde cortante.
-Si te importa, por alguna razón, la cual desconozco...te importa, pero debo explicarte todo desde el principio y ser sincero contigo, te mentí...-
-¿Que quieres decir con que me mentiste? -
-No sirvo con esto de ser empático, pero voy a ser lo más sincero y crudo posible, no confío en ti, no del todo, no me caes mal, pero me traes un mal recuerdo. -
-Se más claro, por favor. -
-Yo soy el cazador de flores, te mentí, yo soy quien vino a matarte, pero...estoy harto de fracasar, y busqué otras, estoy buscando otras salidas, aun así, el hecho de que seas una flor no es lo que me molesta, hace ya más de quinientos años, en la línea donde empezó todo, tú y yo...éramos pareja, y tú...me traicionaste, nunca pude decirte lo mucho que te odiaba y estuve a punto de matarte, pero con el tiempo perdió sentido, ya que quede atrapado en este lío.-
Los ojos de Esther se abren como platos, no sabe cómo reaccionar, ni actuar.
-¿Y ahora qué? ¿peleamos a muerte? Debería matarte ya que eres un peligro para mí...pero no sé qué hacer, no te odio lo suficiente Silverio. -
Salen del túnel y no queda más que otra pared de silencios mas gruesa que la anterior, la lleva hasta su casa y se marcha sin más. No quiere saber nada de él no por ahora. Aún no.
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Guerra de flores.
General FictionNunca fui una mala persona, o por lo menos eso creo, toda definición cambia ante los ojos de alguien pero aún así, fui condenado, condenado a buscar lo que nadie más podría, las cuatro flores del Edén, con el único objetivo de darles muerte solo par...