Capitulo 10 - Chica problema.

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Silverio despierta, ya está oscuro y el dolor a pesar de ser inmortal se siente, se levanta revisando que no le falte nada, es sorprendente que haya pasado todo el día tirado en un callejón y no lo asaltaran, los otros dos sujetos con los que se enfrentó no están, revisa su teléfono, tiene varias llamadas perdidas de Zack y unos cuantos mensajes. Se marcha del lugar regresando a casa.

En cuanto cruza la puerta, el primero en recibirlo es Zack, con un tono de preocupación, le pregunta dónde estuvo y si está bien, a lo cual Silverio responde que sí, ignorándolo por completo y sentándose frente a su laptop, Madan Sara lo ve y solo sigue con la mirada, —Tu cara dice lo contrario. — le dice con una mirada seria y Zack se sienta frente a ellos.

—Me encontré con una de las flores, la flor Rosada para ser exacto. — Silverio

—¿Que? ¿Enserio? ¿Y cómo?... — Madan Sara (queda con la boca abierta al oír la noticia)

—wow, espera ¿fue por eso que llegaste tarde? Dinos que sucedió. — Zack

—Michelle santos, una empresaria de bienes raíces que últimamente ha crecido mucho en los negocios, fue a almorzar con un hombre hoy en el restaurante, el chico al que cubría le tocaba atenderlos única y exclusivamente a ellos, fue un golpe de suerte. —Silverio

—Vaya, enserio que eso no me lo esperaba, ¿Detectó que eres su cazador? — Madan Sara

—¿Cómo detectar? ¿A qué se refieren? —Zack

—Las flores vienen con una advertencia de que alguien las está cazando y ellas pueden sentir mi presencia si yo demuestro alguna emoción de odio, irá o rabia hacia ellas, pero no me descubrieron, en ese momento, la sorpresa fue tan grande que no pude expresar una emoción específica, del resto me límite a no mirarla demasiado y evitar pensar mucho en ello. — Silverio

—Y la flor rosada es un problema grande.—Madan Sara

—Cada flor tiene una cualidad ¿No? ¿Cuál es la de la flor rosada? — Zack

—Es la flor del amor, puede manipular los sentimientos de la gente, cualquiera, sea odio, rabia, felicidad o tristeza, pero el sentimiento del amor es el del cual obtiene más poder, se alimenta de ello y cualquiera puede enamorarse de ella, haciendo que consiga gran cantidad de seguidores dispuestos a dar su vida por ella. —Madan Sara

—Exacto, pero eso no fue todo lo que encontré—(dice mientras voltea su laptop) aparece una página que da la definición de qué es un Nefilim)

Seres sobre naturales que nacen de la unión entre un humano y un ángel caído. Lee Zack en la pantalla.

—Pero eso es imposible Silverio, se trataban de personas gigantes con increíble poder y fuerza. — Zack

—Imposible para mi época era viajar en el tiempo y ser inmortal, he visto tantas cosas que no lo dudo, y lo de la fuerza descomunal es muy real me puso a dormir un rato. — Silverio (Se soba el cuello)

—Estas de broma amigo, y un momento... ¿Te puso a dormir? ¿No se supone que no puedes recibir daño? — Zack (tono sarcástico)

—Que no pueda morir no implica que no pueda ser noqueado por un buen golpe. —Silverio

—¿En todas las dimensiones eres igual de orgulloso? — Zack

—Creo que esa faceta es solo de mi alma. —Silverio

—Si bueno la pregunta en realidad es ¿Representará un problema? — Madan Sara

—Aún no lo sé, pero si es así no dudaré en eliminarla también. —Silverio se recuesta hacia atrás en el sillón.

Zack se levanta de golpe, —Enserio que todo esto es una locura— y se va de la sala, Silverio le hace señas a Madan Sara, preguntándole que si sucede algo, Madam sube la mirada haciendo un gesto de cansancio, lo mira seriamente y le dice que sí, con una mirada obvia; Silverio se vuelve a recostar del sillón, pero está vez estirando todo su cuerpo; esto debe ser difícil para él, su mejor amigo ha cambiado de la noche a la mañana, casi lo matan dos veces y por esa misma razón no puede ni salir a la calle. Piensa mientras lo ve salir al balcón. Madan Sara le da una patada en el tobillo, —¿No piensas hacer nada? —susurra — Si, pero no ahora, necesito que me ayudes a encontrar a la chica Nefilim— le responde levantándose del sillón. —¿Volverás a salir? — se tapa la cara con la mano, —Si, pero solo necesito saber que quiere, como te dije no es la primera vez que me la encuentro y está vez fue demasiado sospechosa a mi parecer— dice levantándose del mueble. —Supongo que no puedo detenerte, igual no puedes morir, así que adelante—

Busca la bola de cristal y ambos ponen sus manos sobre ella, gracias a la energía que dejó en Silverio cuando lo golpeó podrán encontrarla, — Un callejón en el barrio chino, está sola, pero...alguien la sigue, mejor dicho, varios. — no hay mucho que preguntar y tampoco tiempo, así que se marcha sin mucho que decir.

Mientras en el barrio chino, la chica Nefilim es seguida por un grupo de sujetos, todos visten de negro y se ocultan entre la gente aparentando estar interesados en cosas estúpidas y puestos de comida, pero ella ya notó su presencia, sigue caminando y entra a una tienda de hierbas medicinales, pide unas raíces de jengibre, se las entregan junto con su factura y ve que alguien la observa desde la vidriera, sale lo más rápido posible, pero mientras más avanza, más se nota la presencia de estos sujetos, son unos cinco, la arrinconan y en cuanto ven la oportunidad la arrastran a un auto negro. —¡Déjenme! ¿Qué están haciendo? ¡POLICÍA! — grita, pero uno de los sujetos le tapa la boca con la mano, un cuchillo se posa en su garganta, —Si no quieres morir ahora te quedarás en silencio ¿Entendido nena? — dice el que parece ser el líder, —¿Quién diablos son ustedes? ¿Qué quieren de mí?—forcejea en su asiento —Pronto lo averiguaras, así que guarda silencio— responde apretando el cuchillo en su cuello, mientras el auto avanza, —Todos aquí sabemos que eres algo especial niña, así que no te hagas la desvalida.— le susurró el hombre con voz áspera, —No sé a qué se refiere— dice tratando de mantener la calma, —Si seguro, ¿No te conviene que sepamos que eres un Nefilim, cierto?— la chica abre los ojos como platos, pero aun así, trata de mantenerse incrédula. —¿De qué rayos hablan? ¿Qué buscan de mí? — el hombre la aprieta más hacia él, sosteniendo con fuerza el cuchillo, un poco más y le corta el cuello—Últimamente has estado siguiendo al mismo sujeto que nosotros, ahora queremos saber ¿por qué? Y ¿para quién? — pregunta respirándole en la cara.

—No sé de qué me estás hablando ¡suéltame! Forcejea, pero el filo del cuchillo la inmoviliza, —no te hagas la víctima conmigo, después de todo lo dejaste tirado en ese callejón después de que intento ayudarte.—se inquieta —mierda si esto sigue así tendré que matarlos a todos.—  piensa mirando a su alrededor, —¡RESPONDE!— le grita creando un pequeño rasguño con el cuchillo,—Bien, si eso quieres...— dice entre dientes, cuando de la nada un auto rojo se le atraviesa haciéndolos frenar de golpe, es Silverio.

Guerra de flores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora