Un disparo atraviesa el vidrio del auto matando al conductor, todos se cubren pero no hay segundo disparo, el copiloto levanta la mirada y alguien le toca el vidrio, es Silverio que lo apunta con su arma, toman a la chica y amenazan con matarla si no se detiene,—No creo que se les haga fácil.— dice con una sonrisa de medio lado cuando ésta toma la mano del sujeto y la dobla haciendo que suelte el cuchillo y grite de dolor, su compañero saca su pistola, pero ella lo golpea haciendo que su cabeza dé contra la ventanilla quedando noqueado.
Silverio rompe el vidrio golpeando al copiloto que queda inconsciente, se escuchan sirenas, y luces rojas resaltan desde lejos, —¡Tenemos que irnos! — grita Silverio sacándola de ahí, suben al auto y escapan lo más rápido posible, el líder del grupo toma el puesto del piloto, arriesgándose a manejar con una mano rota, pero logra escapar después de ser seguido durante varias horas.
Mientras tanto, en el muelle Carabela donde despertó Silverio, él trata establecer una conversación no tan agresiva con la chica Nefilim, pero ella parece no entender eso, ya que lo está ahorcando contra el auto.
—¿Cómo diablos me encontraste? — aprieta el cuello de Silverio
—Tengo...mis c Contac...tos— le cuesta hablar
—No te la des de misterioso conmigo, ¿Cómo me encontraste? — lo retira del auto y lo golpea contra él de nuevo.
Bien ya me harté de esto, piensa Silverio, agarrándole el brazo y dándole una patada en el estómago para que lo suelte.
—Enserio, ya me cansé de ti, ni aunque puedas matarme te diré cómo lo supe, ese no es tu problema, solo necesito saber una cosa, ¿Por qué diablos me sigues? Ah y otra más ¿Involucra tener que matarte? —
—Como si pudieras hacer eso, sonríe desafiante. ——Eres un Nefilim no un ser inmortal, sabes la idea que tenía de ustedes era distinta, pensé que serías más intimidante. —
—¡JA! Te enseñaré algo intimidante. —
—No tengo tiempo para tus juegos, solo quiero saber si serás un problema para mí. —
—No sé, tú dímelo, después de todo, tú fuiste el que empezó a seguirme, aquel día en el callejón no pudiste verme, pero yo a ti sí. —
—Así que fue eso (Su rostro refleja una mirada seria) entonces disculpa te confundí con algo que buscaba, pero está bien solo no te metas en mi camino. —
Abre la puerta del auto y sube dejándola abandonada en el muelle, —¡HEY ESPERA! — le grita, pero Silverio solo saca su mano por la ventanilla en símbolo de paz, una hora después de regreso en casa ya Madan Sara está durmiendo, Zack está en la sala frente a la TV —¿Todo bien? — pregunta Silverio.
—sí, todo bien, supongo. —
—¿Seguro? Sé que esto es difícil, y que te he lanzado todo esto encima muy de golpe, pero supongo que es por el hecho de que siempre me apoyas sin importar que, no importa la línea de tiempo o dimensión, siempre es así. —
—Siempre te voy a apoyar en todo, pero entiende aún no me adapto a esto, y la persona que conocía cambió de golpe en un instante. —
—Está bien, no tienes que preocuparte por mí, no puedo morir, y el Silverio que conoces volverá, si gano en esta línea de tiempo, mi alma se irá al descanso eterno y el alma de esta versión tomará el control de nuevo. —
—No es que seas del todo diferente al Silverio que conozco, pero enserio, hay una diferencia, igual ya me acostumbraré, después de todo qué clase de amigo sería si no ayudo a mi mejor amigo. —
Chocan puños y Silverio se sienta al lado de él a ver la TV —¿Pudiste ayudar a la chica? — pregunta pasando las palomitas, —Algo así, si, por suerte no representará un problema, pero presiento que nos volveremos a encontrar— dice metiendo un puño de palomitas en su boca, —¿Por qué lo dices? ¿Es intensa?— pregunta divertido, —seee...si mucho, mujeres en fin, quién las entiende, pero es el menor de mis problemas ahora, necesito encontrar la forma de acabar con la flor rosada.— le pasa el plato a Zack —Sabes que estaba pensando en la historia que me contaste sobre la creadora de las flores, y pensé que, es un poco irónico que ella decidiera que un hombre fuera lo único que podía acabar con las flores, después de que fue un hombre quien le rompió el corazón.— Silverio lo mira extrañado —¿Qué quieres decir con ello?— pregunta —A que si ni ningún tipo de plan de forma violenta ha funcionado es por algo, piénsalo, te dijeron destruye a las flores, pero no a las portadoras, y las flores no tienen espinas por gusto, es por defensa propia.— dice mientras mira la televisión —¿Te refieres a que intente ganarme el corazón de las flores? Eso es una locura. — dice mientras lo mira intrigado, —Locura, es que tú alma viaje en el tiempo y seas inmortal, pero estás aquí y nunca lo has intentado. — se levanta del sillón y se despide, ya es tarde, así que debe descansar.
Es una locura, piensa Silverio, pero tampoco es una mala idea la verdad, siempre se ha ido con la violencia contra ellas y nunca ha funcionado, y el hombre que derrotó a la creadora no usó ningún arma, solo palabras, tal vez él debería intentar lo mismo, piensa mientras mira hacia el vacío.
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Guerra de flores.
General FictionNunca fui una mala persona, o por lo menos eso creo, toda definición cambia ante los ojos de alguien pero aún así, fui condenado, condenado a buscar lo que nadie más podría, las cuatro flores del Edén, con el único objetivo de darles muerte solo par...