4

736 94 5
                                    

Pegajoso. Una pequeña parte de mi cabello se sentía pegajosa, una pequeña parte había caído en mi brazo pero afortunadamente, mi mochila había sido como un escudo para mi; puesto que se encontraba llena de todo aquel líquido que pude adivinar se trataba de una malteada.

A diferencia de Rosé, que sus piernas se encontraban llenas de ésta bebida.

Y después todo fue risas. Y más risas que provenían de todos lados.

Volteé para buscar la fuente del problema y lo único que encontré fue a un chico tirado en el suelo, tenía en su mano un vaso roto y su rostro también se hallaba cubierto de malteada.

-Genial -exclamó Rosé- tengo que ir a limpiarme.

-Te acompaño.

-¡Lo siento! ¡Lo siento! -el chico hacía reverencias excesivas y con una pequeña servilleta intentaba ayudar.

-Déjalo así.

-No importa Suho, sé que no fue tu intención -a pesar de lo dicho, seguía haciendo reverencias.

Por inercia miré hacia abajo, más directamente a sus zapatos, observando que sus agujetas estaban atadas y formadas en un gran nudo. Ya había visto esto antes.

Alcé la mirada y seguí buscando la verdadera fuente del problema. Y ahí estaba, un grupo de amigos que se burlaban sin disimulo alguno y como era de esperarse, el grupo de chicas problemáticas se hallaban sentadas justo al lado de ellos, ¿no se puede ser más cliché?

¿Qué sigue? ¿Que una de nosotras y una persona bully se enamoren? Que horror.

-Lo siento, Roseanne, lo siento -se agachaba.

¿Roseanne?

-Vamos a limpiarnos, tu también deberías ir -se dirigió al chico.

El se negó.

Las dos caminamos fuera de ahí hasta los baños.

-Carajo, ¡son blancos! Mis pantalones son blancos.. -se miró al espejo preocupada, quizá pensaba que aquello no tenía arreglo.

-De igual forma se limpiará -traté de animarla.

-Lo sé pero, imaginarme andar así el resto del día es molesto.

-Rosé.

-¿Si?

-¿Esto te pasa muy seguido? ¿Ser tratada así?

-Lo de la malteada es nuevo, aunque -se miraba al espejo de nuevo- rara vez cuando quieren molestarme siempre es Suho el caballo de troya -negó con la cabeza.

-¿Lo hacen a través de él? -asintió.

-Así es el único culpable -abrió el grifo y se mojaba las manos- hace dos semanas me pidió ser su novia enfrente de toda la escuela -con las manos mojadas trataba de retirar el resto de malteada de sus brazos- una vez me metió el pie al entrar a la clase y caí sobre la profesora.

Era poco tiempo de haberla conocido y juraba que tenía ese sentimiento de querer protegerla y defenderla, justo como me sentía con mamá.

¿Tan pronto se había ganado mi afecto? ¿O es que las injusticias eran las que me tocaban el corazón?

-¿Alguna vez has querido vengarte?

-¡Por supuesto! -sacó unas toallas de papel- Pero mamá dice que es mejor reaccionar con "guante blanco" o ignorar hasta que se cansen -alzó los hombros e inició por limpiar la malteada de sus pantalones.

-La guerra y las revoluciones no se lograron con guante blanco o ignorándolas -repetí su acción y comencé a ayudarla.

-Hablas como si fueses sacada de un libro -sonrió.

Ella ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora