Los ojos de la castaña se abrieron de forma exagerada, la expresión en su rostro era algo que estaría dispuesta a pagar por verla otra vez. Me contuve la risa.
-¿Ruby? -la castaña la volteó a ver de manera desesperada y después miró hacia atrás, yo hice lo mismo.
En el asiento trasero se encontraba Irene, ignorando la situación y usando su celular, como si lo que estuviese pasando no importara en lo más mínimo.
-¡Ruby! ¡Respóndele! Tengo mi cita en media hora -giró su muñeca y se miró el rolex, yo estaría segura que con lo que costaba el auto, aquel reloj y muy seguramente la ropa que vestía, podría mantenerme por lo menos un año.
Pero no respondió, solo siguió mirándome y sé que quería agredirme. Yo solo seguía sonriendo.
-¿Eres de último año? ¿Cómo te llamas?
-¡Mamá!
-¿Qué? ¡Está ahí parada y no le dices nada! ¿Irene? -la mujer se giró hacia atrás y pude observarle unos pequeños pendientes de diamantes muy hermosos. Alrededor de su cuello portaba un pequeño collar de plata, tal parecía que le gustaba vestir de manera muy discreta.
También volteé con Irene para esperar una respuesta.
-Puede venir cuando termine sus clases -contestó Irene sin levantar la vista de su celular.
-¡Irene!
-¡Basta, Ruby! ¿Escuchaste, cariño?
-¡Mamá!
-¡Shh!
-Gracias, señorita -le sonreí y me alejé pensando que aquel apodo podría gustarle.
Pero ahora me inundaba una idea, yo no sabía dónde vivía la castaña.
+++
-Aquí tienes -me entregó mi mochila- mi mamá debe estar por llegar.
-Gracias, Rosé.
-¿Qué fue todo eso? -apuntó al auto que se alejaba.
-El inicio de una travesura -me sentí culpable.
Pensé que quizás a Rosé le causaba preocupación, por saber que tal vez ella también pagaría por mis acciones.
-Ahí está -señaló con la cabeza atrás de mí, cambiando de tema.
Quizá no había escuchado lo que dije o no quería darle tanta importancia, tal vez sería tema que comentaríamos más tarde.
De una camioneta salía una mujer con cabello corto, muy parecida a la edad de mi madre, aunque en lo personal, diría que mayor; aún más por la manera muy conservadora que vestía.
-¿Roseanne? ¿Qué fue lo que pasó? -una mirada de preocupación que iba más dirigida hacia la prenda de vestir que hacía su hija- ¿tú eres? -observó uno de mis brazos- ¿tú hiciste esto? ¿Chocaron? ¿Fue un accidente? ¿Qué fue lo que pasó?
-¡Madre! Demasiadas preguntas -se quejó- ella es Lisa -uno de sus brazos me empujó un poco hacia el frente, tratando de presentarme- mi nueva amiga -sonreí internamente por aquel nombramiento.
-¿Lisa? -me miró de arriba a abajo, ese tipo de miradas no me gustaba porque sabía lo que significaban. Un mal presentimiento sentía en el pecho.
-Mucho gusto, Lalisa Manoban -estiré la mano esperando recibir un saludo de su parte, algo que nunca pasó, mi presentimiento era correcto.
Observé alrededor de su cuello dos collares con cruces y supe que se trataba de una mujer religiosa. Ahora aquella mal mirada tornaba sentido.
-¿Qué fue lo que pasó, Roseanne? -poco le importó mi presencia y fue algo que me hizo sentir incómoda.
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Ella ~
Fanfiction¿Ustedes que le harían a la chica bully de su instituto para que pare de bullear? Sin duda, tendrían muchas ideas al respecto. ¿Saben lo que yo hice? La besé.