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-Sí.. ¿está bien? -refiriéndome a lo que estaba preguntando, pues aunque yo sintiera que ella me correspondía de la misma manera no sabía con certeza si tambien ella lo quería.

-Me encantaría ser tu novia -se separó del abrazo y me sonrió tiernamente.

Con mis manos le sequé las lágrimas y acaricié sus mejillas, mejillas que eran regordetas y tersas.

Mi corazón estaba emocionado, feliz, orgulloso y saltarín. Quería reír, gritar y no parar de sonreír. Tal vez era un poco confuso el cómo habíamos llegado a este punto y quizás era demasiado pronto, pero el tiempo en las relaciones era algo relativo, ¿no? Yo sentía mucho por la castaña y eran sentimientos sinceros.

Y aquí estábamos, ella me tenía rodeada con sus brazos y yo sostenía su rostro con las mías; nunca me sentí tan agraciada como ahora ¿así se sentía el amor adolescente? ¿Como una montaña rusa de la que nunca me quisiera bajar?

-Lisa.

-¿Sí?

-Tenemos que hablar -soltó su agarre y me tomó de la mano dirigiéndome hacia la puerta de su habitación.

+++

Después de una caminada tomadas de las manos, estábamos dentro de la casa del árbol. El lugar se sentía cálido y hogareño.

La sentí tensa y un poco incómoda, no quería pensar que se estaba arrepintiendo o estaba a punto de decirme algo que no quería oír; solo estaba segura que fuese lo que fuese tendría que escucharla.

-¿Es algo malo? -sus nervios también me estaban contagiando a mí.

-Puede ser.

-¿Puede ser?

-Depende de cómo lo veas -me miró y después agachó la cabeza; tomó una gran bocanada de aire y suspiró- no quiero dañarte.

-¿Dañarme? ¿Por qué dices eso?

-Porque todo es complicado, Lisa -de nuevo alzaba la mirada.

-¿Y qué es todo? ¿Nosotras?

-He aprendido que lo complicado es doloroso y no quiero causarte ningún tipo de dolor -tocó una de mis manos- pero también quiero ser un poco egoísta y estar contigo, ¿eso me hace una mala persona?

-No eres una mala persona.

-Sé que no piensas así de mí todo el tiempo.

-No es verdad, lo que digo es completamente honesto -dije con sinceridad. Sí, la castaña podía ser una chica fastidiosa, engreída y molesta pero sabía que todo aquello era una simple fachada.

-Hay muchas cosas externas que podrían hacernos daño y..

-¿Cómo cuáles? ¿Las personas del instituto? ¿Te importa lo que piensen de ti?

-Jamás me ha importado e incluso lo veo como una ventaja.

-¿Ventaja de qué?

-Si toda la escuela sabe que somos pareja, ninguna chica se te acercará -dijo orgullosa.

-Si no es la escuela, ¿entonces qué?

-Mi familia es el primer obstáculo -decía con un tono desalentador- y creo que es el único -se puso pensativa- ah.. Y la persona estúpida que nos chantajea también es un problema.

-Podemos deshacernos de ella primero, sé que es una chica y es la única pista que tengo.

-¿Qué? ¿Una chica? Te he dicho mil veces que es Joy.

Ella ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora