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-¿Ves que sí me extrañabas? Te escuché decir mi nombre toda la noche -traía el cabello suelto, estaba postrada enseguida de mí y acariciaba mis cabellos.

-¡¿Qué haces en mi cama?! -me separé como pude y me levanté, el cansancio hacía que mi respiración se dificultara.

Tallé mis ojos con rapidez y fue de nuevo que los abrí, me hallaba acostada en mi cama y giré el rostro velozmente, la castaña ya no estaba ahí. Había sido todo un mal sueño.

Toqué mi pecho buscando sentir mi corazón palpitando, incluso en sueños me perseguía ¿pero clase de castigo era aquel?

-Buenos días, cielo ¿cómo te sientes? -mamá entraba a mi habitación con Pardo entre sus brazos- Debo irme un momento a la oficina, ¿quieres que te lleve?

-Estoy bien, me iré en autobús.

-¿Segura? -asentí.

-¿Qué fue lo que pasó en la escuela? Ayer no me dijiste -además de haberlo olvidado un poco de lo bien que la pasamos.

-Agh -giró los ojos- tengo que esperar hasta mañana que esté presente el director, ¿conoces a Mónica? -asentí- ¿Puedes creer que ella es la única que está en la oficina? Debe ser cansado -dejaba a Pardo sobre mi cama y abría las cortinas para que entraran los rayos solares- algún día le llevaré un delicioso pastel -sonrió- me voy, dejé desayuno -se inclinó y me besó- que tengas un buen día, cariño.

+++

-¡Hola, Lisa!

-Hola, Rosé -abrazaba uno de mis brazos.

-Estoy emocionada -podía sentirlo en su piel y la manera en que se movía, estaba muy inquieta.

-¿Por qué?

-Mañana, nuestra primera fiesta -celebraba moviéndose aún más- tu primera fiesta en este pueblucho y la mía en casa de los Wang, ¿no es emocionante?

-Si soy honesta, me preocupa un poco -el sonido del autobús hacia que los estudiantes se agruparan.

-¿Por Jennie? -la miré.

-Por todo, en realidad -las puertas se abrían y jalé a Rosé hacia mí, esta vez yo me encargaría de buscar buenos asientos.

Decidí sentarnos justo en los primeros lugares, porque las personas problemáticas por alguna extraña razón siempre se sentaban hasta atrás, un poco de distancia nos haría bien.

-¿Le has dicho a Tae? -negué.

-¿Es nuestra única opción? -pensé por unos momentos- ¿Joy tiene auto?

-¡Lo tiene! Ahora que es tu novia -lo dijo en modo de burla y me hizo reír un poco- puedes pedirle que nos lleve, de seguro asistirá.

-Le diré.

Habernos sentado donde lo hicimos fue una excelente opción, nadie nos había molestado en todo el camino. Empecé a preguntarme si en realidad era el lugar donde estábamos o era porque Rosé se juntaba con alguien como yo, la "novia" de Joy.

De extraña manera pensé en la castaña y también en mí. El título de "novia" era más bien una simple fachada llena de falsedad, me sentía en pelea conmigo misma. Toda mi vida con miedo a ser rechazada por salir con otra chica y ahora lo usaba como una forma de venganza, como si no valiera nada. Las cuestiones morales me estaban matando.

Ella ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora