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En una salida corta y rápida volvía dentro del auto de la castaña. Supuse por ciertos movimientos de su cuerpo, que se sentía nerviosa. Y cómo no sentirse así, había una razón en específica.

Tenía el sobre en mis manos, aún sin abrirlo y sin querer hacerlo. Pero debía revelar la verdad, o por lo menos verificar que tan mal nos habían mentido.

-Castaña -la miré- ¿algo cambiará entre nosotras después de abrir esto?

-Eso sólo depende.

-¿De qué?

-De su contenido.

Al principio sentí un gran nudo, no quería perder lo poco pero importante avanzado con ella, sentía que por mucho había pasado para estar como estábamos. Grandes confesiones y todo podía arruinarse con aquel sobre, ¿por qué lo saqué a la luz? Era demasiado arrepentimiento.

Pero también tenía que aceptar algo y era lo demasiado complicado que era todo. Siempre interrupciones, malas actitudes, esconderse, el intentar seguir un juego para el que no parecía haber reglas y lo más difícil: comprenderla.

Yo fui la primera en decir aquellas palabras que todavía no asimilaba dentro de mí, pero también la castaña parecía llevar tiempo conociéndolas. Entonces, ¿a dónde nos llevaba todo esto?

Se desesperó y tomó el sobre.

-Necesito.. -lo abría con rapidez- saber..

Su rostro lleno de asombro y miedo me dio la respuesta.

Le quité la foto porque yo también compartía su desespero.

No podía ser verdad.

Éramos nosotras, sin duda.

Yo abrazaba a la castaña por detrás mientras le susurruba algo al oído, era el momento de la barra, justo antes de irnos por las escaleras. La foto estaba tomada por el frente, así que claramente se podían observar nuestras caras. Miré a la castaña buscando un poco de consuelo pero ella se hallaba petrificada mirando al frente.

-Mierda -dije al soltar la foto de mis manos, que cayó sobre mis pies.

-¿Qué es lo que quiere? -me miraba- ¡¿Qué?!

-¡No lo sé!

-¡¿Cómo que no lo sabes?!

-Sólo me dice cosas estúpidas como si estuviésemos jugando a un juego diabólico y.. ¡no sé qué quiere! -la castaña se recargó sobre el volante y dio un largo suspiro.

-Debemos hacer lo que dice.

-¿Qué? Claro que no.

-¡Sí! -se incorporaba de nuevo- Nadie puede saber de esto, ¿me entiendes? ¡Nadie!

-¿Por qué tanto drama? Fácilmente podemos decir que se malinterpretó o que está editada.

-Por dios Lisa, ¿quién te va creer eso?

-O puedes echarme la culpa, ¡yo que sé! Hay soluciones.

-¿Soluciones? Ninguna que sirva por lo visto -veía enojo y miedo en sus ojos.

-Por lo menos trato de ayudar.

-Y de mucho sirven tus tontas ideas -se quejó.

-O simplemente podemos intentar averiguar quién es, investiguemos un poco y..

-¿Y qué? ¿Hagamos una campaña? ¿Con binoculares y vestimenta de camuflaje para espiar a todos los de instituto? -utilizaba el sarcasmo.

-No tienes por qué desquitarte conmigo, yo también estoy en esa foto.

Ella ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora