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-¿Qué?

¿Era verdad lo que procesaban mis oídos? ¿O era que mi sentido de la escucha estaba empeorando? ¿Joy defendiendo a la castaña? ¿A la castaña? ¿La chica que parecía ser su némesis? Era una broma, ¿cierto? No lo creí del todo pero el rostro de la castaña se veía sincero y eso me causó más confusión. Lo que decía era nada más que la verdad o era muy buena mintiendo.

-Parece que no me crees.. pero es la verdad.

-Pero Joy y tú..

-¡Lo sé! -se limpiaba los últimos restos de lágrimas- Pero fue lo que ocurrió, lo juro.

-¿Cómo? -dejé que mi expresión dijera todo lo que mi cerebro estaba asimilando, un claro desbarajuste de pensamientos e ideas locas.

-Ella.. -suspiró- Ella inició la pelea -sonó preocupada, esto era algo creíble, el hecho que Joy incitara una pelea; parecía tener aquella reputación confirmada- yo casualmente estaba por ahí..

-¿Casualmente? -eso no me lo creía del todo.

-Bueno, es que..

-Castaña, ¿cómo ocurrieron las cosas?

-No puedo decirlo.

-¿No puedes?

-Es más problema de Joy que mío, ¿entiendes? Yo estaba en el lugar equivocado -se tocó el cuello- me atacaron primero -noté como se le cortó la voz en aquella frase, era algo que le causaba un tipo de dolor que no era físico y entonces comprendí la razón del por qué no quería hablar desde el principio- después Joy me defendió porque conmigo no era la pelea y.. Las dos terminamos así.

-Dices que no pelearon entre ustedes, sino que las golpearon -asintió con la cabeza cabizbaja.

Asentí yo también. No hice más preguntas al respecto, quería hacerlo pero dada la actitud de la castaña me obligué a respetar su límite, cosa que no hice anteriormente y sentí la culpabilidad por ello. En el fondo sabía que no era toda la historia, era algo mucho más complejo de lo que parecía contarme pero al mismo tiempo era algo que le dolía de una manera emocional o psicológica. Entendí que muchas personas no estarán dispuestas a contarte con detalle algunos hechos y eso estaba bien, todos teníamos derecho a tener nuestra privacidad, al final del día era algo que no me incumbía del todo; solo estaba impaciente porque me preocupaba por ella. Pero entonces yo también tenía que aprender a acatar los límites de otras personas.

O quizá Joy hablaría más que la castaña.

-No es lo que esperabas, ¿cierto? -decía triste.

-Tampoco se trata de eso, yo solo quería saber porque me preocupas Mandu.

-¿Te preocupas por mí? -habló casi en un susurro.

-Por supuesto que lo hago, boba -le sonreí, intentando brindarle tranquilidad. Ella compartió una sonrisa.

-Creo que necesito aprender.

-¿Qué cosa?

-Esto, nosotras -intentó reírse- lo he arruinado en muchas ocasiones y solo hemos estado juntas casi dos días, no quiero ser así todo el tiempo -hizo un puchero- necesito ser mejor para que jamás te atrevas a dejarme -reí.

-Las dos necesitamos aprender, créeme que tengo cero conocimiento de esto -ella gateó hacia mí, sentándose a mi lado.

-Gracias por comprenderme Lisa, gracias por ser paciente conmigo -apoyó su cabeza sobre mi hombro.

Tomé su mano y la apreté. Yo no era tan buena con las palabras como lo era la castaña, aquella parte debía aprender de ella para hacerle saber lo importante que era para mí también.

Ella ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora