El jueves pasó casi sin que me diera cuenta.
No vi a Axel en la universidad, pero tampoco me permití levantar la vista para buscarlo. Mantuve la cabeza gacha al caminar por los pasillos y las horas de cafetería las empleé en acompañar a Alice a la biblioteca a dejar unos cuantos libros. Todo mi ser estaba en contra de mi reacción, como si me pidiera a gritos que dejara de oponerme a lo que "realmente" sentía, como si no pudiera dejar marchar a Axel. Pero cuando llegó el viernes, la sensación fue aún peor, mezclada con una bola de nervios que se arremolinaba en el fondo de mi estómago.
Y luego estaba la vocecita, la vocecita que me susurraba constantemente que algo iba mal. Pero yo no entendía a qué se refería. Por primera vez en mucho tiempo las cosas parecían estar saliendo bien para mí. Axel conseguiría lo que quería, ser mi amigo, y Cayden...Cayden y yo trataríamos de entendernos. Todo el mundo ganaba, incluida yo por primera vez. Pero no me sentía para nada así.
—¿Estás segura de esto? —me preguntó Alice mientras me recogía el último mechón de pelo rebelde en un moño bajo desenfadado.
—No. Pero jamás he estado segura de algo en la vida, así que tampoco importa. —respondí, sin perderme de vista en el espejo. Me había puesto unos vaqueros negros ajustados, y un top de lentejuelas rojo demasiado llamativo para mi gusto, aunque no iba a negar que me veía bastante bien. —Probablemente meta la pata, como con todo lo que hago.
Alice se apontocó contra la esquina del espejo, cruzándose de brazos.
Estaba increíble. El pelo rojo le caía ondulado sobre los hombros, además se había maquillado de forma sencilla pero con unos toques que resaltaban todos sus puntos fuertes. Las espesas pestañas, la fina nariz... Era completamente la Sirenita, por no hablar del ajustado vestido verde oscuro que se había puesto.
—Realmente no creo que a la hora de tomar decisiones importantes nadie esté seguro al cien por cien de nada. Pero supongo que si has tomado esta decisión significa que algo tienes claro.
Desvié la atención de mi reflejo para detenerla en mi amiga.
Algo sí tenía claro y era que esta noche mataría las abejas falsas que revoloteaban en mi estómago, que abrazaría a Axel y no sentiría más que lo que sentía cuando Nathaniel me envolvía entre sus brazos. Estaba decidida a recuperar su amistad, porque mi corazón me había engañado en cuanto al amor, pero Axel realmente me importaba, realmente no quería perderle, realmente...
—Espero que lo que hayas decidido no tenga nada que ver con Cayden.
Parpadeé.
—¿Qué?
Alice suspiró y se echó la melena hacia atrás, entonces cogió una silla y se sentó frente a mí en el tocador.
—Dijiste que tenías que ver a Axel de lejos para tomar una decisión, porque no podrías hacerlo si él estaba cerca.
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La mala del cuento ©. [TERMINADA]
RomanceNo hay nada peor en el mundo que un corazón roto, y eso Emma Wallace lo sabe bien. Dos años después de que Cayden se apartara de su vida, Emma sigue sin ser capaz de superarlo. Lo ha intentado todo: sentir indiferencia, mirar hacia otro lado cuando...