Capítulo 39. Dominick

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Seguimos con el 😊 Disfruten la lectura

Nuestro apellido fue muy renombrado en todo mundo, muchos querían tener en sus amistades y amigos cercanos alguien con el apellido Hopper. El peso de llevarlo era todo un logro, pero lo que se ocultaba detrás era otra cosa.

Un pasado lleno de sangre, muerte, rencores, venganzas, odio se tenia debajo de esas letras que representaban el apellido Hopper..., Tener un pasado oscuro era algo que debería de tener si o si. Saque de todo este embrollo a mi hermana pequeña, Dabria era la única sin resultar manchada de tanta sangre y asesinatos. Eso me llevo a ser un maldito fenómeno, un enfermo que degusta de hacer sufrir a todos aquellos que lo rodean. Somos egoístas, nada se nos sale de las manos... nos aferramos tanto a aquello que deseamos y queremos hasta dejarlo sin nada. Un apellido que no borraría jamás, con orgullo lo demuestro. "Somos inalcanzables para cualquiera, somos fuertes y grandes líderes con mentes brillantes" eso siempre me recalcaba el mismo hombre que está enfrente de mi. Sus fríos ojos vacíos no se apartar de mi, las órdenes son claras, frías e intimidantes para los demás al momento de contestar. Todo el irradia poder, un denso aire pesado lo rodea cambiando el ambiente dónde se encuentre. De pequeño fue un maldito cabrón, no dejaba que me doblegará... si lo hacía el mismo mandaba a hombres a golpearme hasta dejarme moribundo o el mismo lo hacía. Al disparar, matar, torturar o en cualquier maldita misión que he tenido no me quedo corto.

Si sigue así morirá...— miro a la chica de reojo, su cabello es verde brillantes con rayos azules.

Mi visión ahora mismo es una mierda al igual que mis oídos que zumban, todo da vueltas. Es como si estuviera alucinando, las voces son lejanas hasta que ya no escuchó, solo mueven sus labios. Bajo la mirada a mi ropa, mi chaleco está empapado de mi propia sangré al igual que el pantalón, el charco se hace cada vez más extenso, intentado llegar a mis botas... Mi sangre es de color negro, su contorno rojizo..., mi cuerpo me alerta que pronto caeré en la inconsciencia, mi mente está adormilada al igual que todos mis músculos, nervios; de mis brazos un hormigueo me recorre combinado con un escalofrío.

—Capturamos a su hija señor...— intento localizar aquella voz que hablo.

Se escucha las quejas de una mujer, pasos acercarse, una compuerta se abre; mi mirada cae en Dabria que es sometida por dos hombres y detrás al encapuchado. Ella está consentrada en Patrick, este se levanta y camina hacia ella evaluandola con su mano derecha en su barbilla..., baja su mirada azul intentando buscar una forma de salir pero luego mira a su alrededor... abre los ojos y llora al verme.

—¡¡Eres un maldito infeliz!!— grita llena de rencor y miedo.— Maldito... ¡¡MALDITO SEAS!!

Lágrimas caen en aquellos ojos azules, tiene un rasguño en su mejilla y frente. Raspones en sus brazos... ¿Cuánto llevo aquí?... cierro los ojos intentando recuperarme.

No te duermas...

No te duermas Dom...

Me repito, una y otra, y otra vez. Necesito recuperarme a la de ya... Esas flechas tenían algo, al igual que su bastón de la tipa de la prótesis robótica. Paso mi lengua por mis labios deshidratados fastidiado de tanto drama. Me levanto del suelo ocultando el dolor en mis articulaciones, todos me miran sorprendidos y con la boca abierta.

Estoy cansado de fungir...

Camino con firmeza regenerando nuevo tejido y piel; mis heridas paran de sangrar, hasta verme ningún agujero o rasguñó, saco entre mi bolsillos las malditas muestras. Patrick alza una ceja sin perder de vista mis movimientos, es cauteloso pero no más que yo. Dabria se queda muda con lágrimas mojando toda su cara.

Mundo Negro © +21 (Libro I)  [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora