Annet.
Tomo con fuerza el arma que tengo sujeta con mis dos manos, hacia abajo, mirando a los dos soldados ir por el pasillo contrario que da hacia las habitaciones. La mujer con boina espera hasta que da un paso al frente, suspiro mirando a los niños ser llevados por los demás soldados a una de las esquinas y tomo la decisión de seguir a la mujer.
—Cierra la puerta.— pide sin darse vuelta si la sigo o no, y a un compañero suyo que sin dudar cierra la puerta causando un pequeño sonido nítido.
Las luces dejaron de alumbrar desde que escuchamos las explosiones del exterior, todo está en absoluta oscuridad. Ambas prenden sus linternas dirigiendo las al largo pasillo escuchando algunos gruñidos del exterior, al dar cada paso atravesando el pasillo una sensación extraña invade todo mi cuerpo, apunto con la linterna y mi arma hacia cada habitación de juegos para el área Pediátrica. Está es la más grande desde que la vi de lejos, parece un laberinto apegado a dos edificios más del lado izquierdo.
—Mantente alerta niña, seguro tenemos a infectados cerca— me dice cuando mira una de las habitaciones que están en medio del pasillo.
¿Niña?. Sonrió evitando decir algo, así que camino hasta estar cerca de ella, sus rasgos son de piedra pero logro ver preocupación en sus ojos. Con la luz de mi linterna apunto hacia esa área al captar un olor nauseabundo, tanta que se me revuelve el estómago querido expulsar la comida que ingeri cuando me capturaron..., al mover la luz al suelo veo un par de piernas inertes, luego subo hasta ver qué es un cuerpo partido en dos, pero solo la parte inferior que es de cintura hasta las plantas de los pies formando un gran charco de sangre. Las paredes están salpicadas de sangre, y dónde están nuestros pies han arrastrado algo formando un camino a otra de las habitaciones.
—¿Cómo van los otros?— pregunto sin dejar de ver una habitación en específico, cerrada.
—Ya han llegado, en este momento están guardando las provisiones, al terminar estarán buscando un lugar más cómodo para todos nosotros.
—Entonces, hay que movernos.
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Entro a una de las habitaciones después de checar que no hay nadie, guardo mi arma en su estuche que tengo alrededor de mi pierna, la linterna la dejo apuntando al interior de la habitación para ver mejor. Abro y cierro cajones, tomo dos cobertores muy suaves de un color azul cielo, las doblo formando un perfecto cuadrado, lo adentrarlo en una de las mochilas que tome de otra habitación. Abro otro cajón encontrándome con barras de avena, las guardo en el bolsillo interior de mi chaqueta de piel vino..., me detengo al sentir algo más dentro. Saco escuchando el sonido del papel, lo miro y solo en ver el signo de los estudios de laboratorio me doy cuenta que son los míos...
—¿Ya estás lista?— mi cuerpo reacciona con un sobresaltó, giro mirando a esa mujer.
La boina a desaparecido, tiene su cabello perfectamente recogido en un moño, frunce el seño al ver mi mano en mi pecho.
—Vamos—, dice con voz suave pero a la vez dura.
Maldito susto de mierda que me a dado esta mujer. Me incorporo y cuelgo en mi hombro la mochila, tomo la linterna y salgo detrás de ella guardando de nuevo las hojas donde vienen los resultados de laboratorio.
—Ya las demás habitaciones no tienen nada, limpie cada rincón llegando conmigo cosas de utilidad— le digo cuando la alcanzó.
—Bien echó.— formula viendo al frente— Se me hace tan raro que no haya infectados aquí, estamos tan cerca de los muros que es extraño que no nos hayamos encontrado con solo uno— murmura mirando las paredes pintadas con figuras animadas.
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Mundo Negro © +21 (Libro I) [COMPLETO]
Science FictionAnnet pensó que las mentiras acabarían en su vida, que ya no volvería a ver a aquellos fantasmas de su pasado que la marcaron de niña. Pensó que todo iba bien, pero se equivocó... Nunca espero que llegara el mismo apocalipsis al mundo ni mucho men...