Estar de nuevo en este lugar me trae recuerdos tanto amargos cómo buenos. Me detengo en la compuerta mirando a mi hermana ser llevada por los tres hombres. Patrick está abajo con aquella mujer detrás de el, cómo su guardespaldas. El aire frío hace que mire el cielo, las estrellas cada vez son más visibles sin ningún rastro de contaminación.
—Aldo solo lo utilizaste para llevarte información bloqueda en este lugar. La memoria que le has dado a tu padre no es más que una que ocupaste para sacar información de Henry... ¿Dónde está la verdadera?
—No te han dicho que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación— sonríe hasta estar enfrente mío.
Es alta, estos años han hecho que este de mi estatura.
—¿Donde está?— dice seria, se cruza de brazos en el proceso.
El traje que lleva puesto es como una segunda piel, es rojo con líneas blancas. Su cuerpo es una tentación para todos, no para mí..., Pero podría divertirme un poco.
—Eso a ti no te importa— susurró cerca de sus labios, abre los ojos por mi cercanía.
Me alejo cuando está apunto de besarme.
—Aun no entiendo el por qué no dejas que nadie te bese...— melancolía. Eso noto en su tono de voz, la bese cuando tenía doce años.
Tuvimos algo así como una relación que duró un año, sexo cuando nos volvimos a ver ¿hace cuánto fue eso?... mi interés cayó en cierta castaña aquella vez en el acuario. El deseo prohibido de no tocarla, hablarle, que tenga ese interés por mi me volvía loco. Todos estos años la observé, me decía enfermo cada ves que la espiaba entre las sombras, tuve que aguantar a todo aquel que si podía acercarcele.
—¡Viejo, cuánto tiempo sin verte!— le agradezco en sacarme de mi ensoñación.
Sube por la rampa metálica donde estoy
—¿Viejo?— ríe, tener esa máscara de gas se escucha raro.
—Pronto cumplirás 19 años ¿no?— ruedo los ojos.
—Aun soy joven, el viejo aquí eres tú Charly— desde que perdió a su hermana gemela ya no es el mismo.
Perdió peso convirtiéndose en un espagueti andante, utiliza muchas sudaderas gigantes y pantalones oscuros con tenis. Esta vez lleva un conjunto de pans, solo de verlo me sofoco. La rubia pasa en medió lanzándome dagas en sus ojos, Charly la mira de reojo y luego a mi, esos ojos amarillos contando con sus pecas hace que no aparte la mirada de ellas.
—Creo que la rubia no te miro bien...— me cruzo de brazos mirando por dónde se fue.
—Me da igual. ¿Quién entiende a las mujeres? dices algo y ellas lo toman a mal, es absurdo aquello.
—Me sorprende que digas eso, hay sido muy mujeriego y hasta hoy no has tenido acción con una..., ¿Pronto sentaras cabeza?— río.
—Aun me falta mucho para eso Charly, créeme, tu serás el primero que lo sepa— bajo con el, Patrick se une después cuando las puertas metálicas se deslizan y entramos al elevador.
Estamos dentro de las montañas. Todo el lugar es indetectable, paredes de metal y concreto dejando algunas paredes de la piedra de la montaña en algunas partes. Afuera solo hay hombres que vigilan el perímetro, drones sobrevuela toda la Isla del territorio dones autónomo entre los océanos Atlántico Norte y Ártico, toda la superficie está cubierta de hielo, es clima aquí no a cambiado, sigue siendo frío el lugar. El pequeño pueblo vive en la costa sin hielo... No entiendo por qué soy el único que no lleva esos grandes abrigos que portan ellos, tengo mucho calor, como si estuviera hirviendo. Me desabrochó botón por botón de la camisas al sentirme sofocado, Charly me mira extraño al igual que los hombres que han subido.
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Mundo Negro © +21 (Libro I) [COMPLETO]
Fiksi IlmiahAnnet pensó que las mentiras acabarían en su vida, que ya no volvería a ver a aquellos fantasmas de su pasado que la marcaron de niña. Pensó que todo iba bien, pero se equivocó... Nunca espero que llegara el mismo apocalipsis al mundo ni mucho men...