Un año después.
Cementerio Lone Fir Cementary- Portland. 5:30 p.m.
—Por lo que veo te enteraste— la voz de José hace que deje de mirar a las personas vestidas de negro que pasan a lado de la camioneta blindada. Abro la puerta y salgo, el aire desacomoda mi cabello largo que está atorado por una liga.
Camino alejándome de la camioneta, acomodo mi saco en el trayecto escuchando a José seguirme. Sigo por el camino de piedra hasta llegar al grupo de personas que se encuentran rodeando el cofre repleto de flores y coronas de ellas; apartó la mirada de ambas fotografías que están a cada lado del cuerpo sin vida de Henry Burkhardt. Un olor a jazmines hace que reconozca a la persona que se ha acercado a mi.
—Has cambiado— la miró de reojo, cuando nuestros ojos se encuentran la apartó desinteresado. Todavía llega más gente, algunos están vestidos con sus trajes mostrando en su pecho las medallas que han ganado con orgullo.— Escuche que llegaste al alba— intenta sacarme alguna palabra.— Tu cabello... nunca te había visto con el..., así de largo— susurra lo último. La miro y con un gesto nos alejamos del cúmulo de gente que nos rodearon.
—Todos cambian. Debria— los ojos de muchos al reconocerme nos siguen cuando pasamos a lado de ellos.
— Cuando me comunicaron que estabas de vuelta no lo creí. No pensábamos que volverías...¿Cómo te enteraste?
—Siempre me entero de todo. Debria— sigo mirando enfrente al hablar, Marko visualiza a Debria, cuando me mira se pone pálido, pero reacciona cuando su equipo le habla apartando la mirada del fantasma que vio.— Creo que no fui el único que cambio— mencionó deteniéndome, su traje de ella y las medallas que cuelgan en su hombro hace que sienta asco, pero lo que más me da repulsión es el dispositivo que lleva en su oído.
Todos los que utilizan camuflaje llevan uno, algunos hacen buen papel al llorar y a abrazar a los que fingen estar destrozados... Que escena.
—Pasó un año. Te busqué por todo el mundo con los demás chicos, es como si la tierra te hubiera tragado...— mira hacia otra parte al no aguantar mi mirada, me carcajeo de la nada llamando la atención de algunos, me sorprende ver a Aaron y el que fue mi equipo llevar sus manos atrás.
—No seas hipócrita Debria. ¿Acaso eso no te llevo a la sima para ser capitana?— ella abre los ojos impresionada, se pone pálida cuando la miro de frente. —A muchos de la Compañía debió de parecerle un milagro el que ya no estuviera ahí, contando contigo. Así tuviste un año entero en revolcarte con Burkhardt, sin que te sintieras "culpa" al mirarme a la cara— tiembla alejándose unos pasos de mi. —Es lo que pensé. Fue un gusto hablar contigo "hermanita"
Me alejo de ella, me encamino hacia el lado derecho detrás de la multitud donde visualizo todo. Miro de reojo a los que traje para este momento, cinco francotiradores rodean el lugar cubriendo a su líder, diez están escondidos en la multitud de actores. Me había dado cuenta que José estaba a mi lado hace rato escuchando las palabras actuadas del padre, de Marko y de algunos más. Tantos hombres para detener a una sola persona. Patético.
Me pongo las gafas oscuras cubriéndome de los últimos rayos del sol que iluminan el cementerio, esa es mi señal, pero se me adelantó José al hablar... ¿Quieres hacerte el desentendido? pues dos pueden jugar a ello.—¿Qué harás después de terminar?— pregunta de la nada José, nos miramos.
—De todos modos mandaras a que me sigan, ¿me equivoco?— él sonríe mostrando su dentadura.
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Mundo Negro © +21 (Libro I) [COMPLETO]
Science FictionAnnet pensó que las mentiras acabarían en su vida, que ya no volvería a ver a aquellos fantasmas de su pasado que la marcaron de niña. Pensó que todo iba bien, pero se equivocó... Nunca espero que llegara el mismo apocalipsis al mundo ni mucho men...