Capítulo 57. Alianzas

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—En este momento este lugar nos ayudará mucho, aquí abajo puede haber más sobrevivientes— sus ojos caen en mi hermano— Infectados menos y sin balas que gastar— dice uno de los hombres que he visto formar parte de la mesa.

—El laberinto será sellado y destruído. Estará en vigilancia las 24 horas, hasta que veamos una forma de no incluir este sitio en la destrucción, desde hoy compensarán a tener guardias— habla aquella mujer de cabello corto, cabello negro con rayos rojos. Nos mira uno por uno, en este momento están en el centro los más importantes que conforman la mesa— En todo momento será monitoreando quien sale, y quién entra, solo los que están aquí sabrán sobre este lugar hasta que sea conveniente utilizar el sector.

Camina al rededor del círculo que formamos todos los que han bajado, incluyendo me que estoy al frente; a mi lado derecho Nicholas y al izquierdo Gael. Sus ojos color ámbar nos recorre a todos.

—Solo la mitad de los que están aquí se quedarán, los demás pueden irse; Ethan los guiará hasta la superficie— en ese momento mis compañeros me guían al pasillo donde está un hueco en el techo.

Los restos de piedra forman como un tipo de plataforma para subir, Gael me mantiene detrás y Nico protege mis espaldas, por órdenes de mi padre ambos son mis guardias y que mejor forma de hacer que sean mis aliados. Gael me ayuda a subir, cuando estamos arriba un pasillo igual que el de abajo me da la bienvenida, hombres con máscaras de gas están haciendo guardia en cada paso que damos. Al girar nos dan una tarjeta, la analizó, hay en el centro en firma de círculo un código de barras, arriba de el una línea dorada; detrás está mi nombre y apellido de mi padre.

Ya que forman parte de saber sobre este lugar, han cido seleccionados para regresar en cuanto sea recomendable— dice el hombre que le entrega los gafetes a los que están detrás.

Después de poner nuestro rostro dentro de un tipo de máquina que tiene una almohada en dónde descansamos nuestra barbilla, dos hombres nos dicen que estemos quietos y miremos al frente, en ese momento un tipo de cámara baja, lanza líneas de color verde que dan a nuestra retina, es como un código de barras para nuestros ojos.
Nuestro registro aparece en la pantalla y con eso un tipo de máquina que lleva dentro gafetes en blanco se impresa en una forma muy rápida la información. ¿Desde cuándo tenemos esa técnologia?, personas salen cerrando y abriendo sus ojos cuando pasan a nuestro lado ya con su gafete ese. Gael nos jala para que sigamos a los demás, Nico mira su gafete y veo que el suyo lleva una línea negra al igual que nuestro amigo.

—¿Qué significa la línea?— pregunto de la nada, Nico me mira y se encoge de hombros.

—Ni idea— Regreso a ver mi nombre impreso en el gafete,

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Las puertas que están al frente de deslizan, todos bajamos del elevador gigantesco de forma cuadrada. Una mujer tan arreglada sale de la multitud, detrás de ellas la siguen hombres de seguridad, es sorprendente ver a mi madre correr con esas zapatillas. Aparta a los soldados que quieren ver mi gafete, sus brazos me rodean y me aprieta a ella.

—¿Estas bien?, ¿Estás herida?— sus ojos claros me miran con tristeza, lágrimas contenidas están en ellos.— ¡Hablame hija!— dice desesperada, sus manos están en mi cara y mira si tengo algún golpe.

—Estoy bien madre. Tranquila — sonrió.

Ella suspira y asiente, mira a mis dos amigos que no se han separado de mi. Órdenes de mi padre.

—Me alegro que ambos estén bien, gracias por traer devuelta a mi hija— Gael se sonroja y Nico sonríe.

—No fue nada Ministra, el que siempre estuvo ahí fue Gael; el estuvo con ella al igual que Sophía y Humberto— dice Nicholas, no borra su sonrisa.

Mundo Negro © +21 (Libro I)  [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora