La fuerza hace que no deje de soltarlo, cierro los ojos cuando somos arrastrados por el agua y cuando nuestras espaldas chocan con una de las paredes me saca el aire. No se que sucede pero todo el lugar se ladea, ambos nos sujetamos de un pilar con muerdo de que nos separemos y regresemos de nuevo a cero. Muchas paredes del laberinto ya no están, solo quedan pocas... Ambos nos juntamos uno al lado del otro viendo varias de las lámparas colgar y sacar chispas, si una de esos cables tocan el agua estamos muertos.
Con ayuda del otro avanzamos aferrando nuestras manos a las paredes o pilares para regresar. La fuerza y la corriente nos ayuda a alejar a esas cosas, pero no nos confiamos ya que pueden están en el techo.
—Estamos lejos, no creo que la mantengan abierta por mucho tiempo— dice nadando y sujetándose, me ayuda llegar a su lado.
Ambos nos preocupamos cuando el agua está cada vez más arriba, con prisa y sin sujetarnos nadamos con fuerza al frente aferrandonos a qué salgamos de aquí. El me guía en todo mi mentó, me jala para que llegue a su lado cada cierto tiempo, me detengo en un pilar sintiendo mi cuerpo entumecido, ambos pegamos nuestras mejillas en la fría estructura mirándonos, sus labio de el se están formando de un color violeta.
—D-de-b-bemos... se-g-guír...— ambos nos castañean los dientes, asiento subiendo mi brazo, el la toma apretando con la suya.
Ambos sonreímos, así que armandome de fuerzas lo jalo hacia el pilar que está en medio de varias paredes mas. Cuando llegamos con la respiración acelerada nos detenemos buscando la forma de llegar a una de las paredes de adelanté pero la corriente se torna más rápida, eso nos indica que estamos cerca de la cascada que se formó del techo. Las paredes, la mayoría no llegan al techo; así que ambos subimos hasta estar arriba para ver más claramente hacia donde nos dirigimos, el cruza su pierna haca el otro lado para darme su mano, subo hasta sentarme igual que el.
El mira hacia otro lado con rapidez cuando estoy enfrente suyo, frunzo el ceño por su comportamiento.
—Deberias bajar tu falda y acomodar tu...— su mano señada mi pecho.
Bajo la mirada, la banda se a subido hasta llegar muy cerca de mis bragas de color negras con blanco, no me avía dado que los botones de la camisa se hayan roto dando una visión a mi blusa de tirantes que es delgada y debajo no llevo brassier.
—Lo siento.
Intento taparme con la camisa, al estar húmeda se pega a mi piel al igual que la blusa. Veo de reojo a Gael que muerde su labio aún mirando a otro lado, al estar lista miro detrás de él más de esas cosas blancas en el techo, están distraídas por tener cuerpos colgados de soldados, es como si raíces fueran, están en la mayoría del techo dejándolos colgados como si fueran ramas.
Gael aún no voltea a mirarme, así que giro hacia la misma dirección; logro ver más paredes igual a la que estamos encima, pero están están muy cerca de una a la otra.—Si una de esas cosas nos ve caminar por ellas nos atacarán, lo mejor es seguir en el agua aunque estemos muriendo de frío— nuestros ojos se encuentran cuando termino de hablar.
—Si seguimos en el agua no dudaremos mucho, esa agua es del océano Atlántico— ambos bajamos la mirada a la oscura agua, —Morir por una Hipotermia no estaba en mis planes...— tomo sus manos ya que su cuerpo está tembloroso al igual que el mío.
Cuando aprieto sus manos la corriente y todo el lugar está oscuro dejándonos a siegas.
—Croe que tú plan de caminar se te hizo— sonrió, aunque no nos veamos las caras.
Humberto siempre fue el brillante del grupo, siempre sacaba aquellas frases que te dejaban mudó ya por su intelecto, aunque, debo de recordar que si forma de ser tan directo con todo lo que pensaba, sin pelos en la boca nos llegaba a lastimar en algunas veces. Gael fue el valiente que se enfrentaba a toda costa cuando nos molestaban o nos hacían algo, el siempre nos protegía con su rebeldía; tuvimos que sacarlo de varias peleas y de sus problemas, cuando se enojaba era violentó pero a la vez listo para salirse con la suya en algunas ocasiones.
Nicholas, era una combinación de ambos... aunque creo que el siempre fue el cayado de los tres, eso creí antes de que el me ayudara a buscar información; era un misterio para mí cuando lo conocí, tanto que varias chicas les gustaba eso de el pero siempre se mostró indiferente a las formas de hacer llamar su atención.Gael y Humberto siempre decían que se hacía el interesante, lo odiaron muchos chicos, incluyendo a los dos primeros. Pero todo cambio cuando se hizo un paseo hacia las pirámides de Tenochtitlan, ahí fue cuando hablé por primera vez con el, lo hice para llegar a un fin; mis dos amigos y varios del grupo nos veían a lo lejos, sentía sus pares de ojos intentando preguntarse por qué hablaba con el chico solitario, hasta que todos nos rodearon y ahí hice que se metiera a las pláticas con los demás. Ese mismo días Gael, Humberto y Nicholas se volvieron inseparables, eran el trío de chicos, pero después se unieron más, Ethan también conformaba, pero dejo de ir a clases hasta que lo vimos dentro de dos años en el del grupo de Dominick Hopper aquella vez que nos rescataron.
—No veo una mierda...— río por lo bajo.
Será muy difícil guiarnos, nos detenemos cuando esta el apunto de caer, lo sujeto y apoyo para que suba de nuevo. El aún lleva su mochila, yo la perdí al momento de ser jalados.
—Tengo bengalas...— miro hacia donde creo que está el, subo mi brazo y palpó en el aire hasta tocar su pecho.— Es un suicidio pero debemos de guiarnos, si no, ambos caeremos.
—Hazlo.
La luz de la bengala nos da la visualización, así que seguimos sin importarnos nada brincamos y corremos, al momento que estamos de cruzar otra pared dos de esas cosas blancas se meten en el camino gruñendo, sus bocas están manchadas de sangre con algunos pedazos de carne. Ambos nos detenemos, giro al escuchar un chasquido detrás de mi, cuatro de esas cosas más están, dos camina con lentitud. Gael me da por lo bajo un arma, se que el también tiene una, espero que sirvan por qué piden ya no servir por la humedad del agua.
Bajo con rapidez mis ojos, el agua está a poco de subir hacia donde estamos... Subo mi arma hasta apuntar al igual que hace mi compañero, la bengala está punto de terminarse, dirijo mi dedo índice al gatillo y respiro al ver una mínima de lumicida.Disparo al ver a dos de esas cosas saltar a nuestra dirección.
Continuará...
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Mundo Negro © +21 (Libro I) [COMPLETO]
Science FictionAnnet pensó que las mentiras acabarían en su vida, que ya no volvería a ver a aquellos fantasmas de su pasado que la marcaron de niña. Pensó que todo iba bien, pero se equivocó... Nunca espero que llegara el mismo apocalipsis al mundo ni mucho men...