Capítulo 15

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Después de asegurarse de que Draken ya estaba bien, Sakura le intentó convencer a Mikey que se fuera su casa a descansar y que mañana vendrían a verle, pero el rubio se negó diciendo que se quedaría con Draken hasta que se despertara.

Rendida, sólo aceptó eso y tuvo que abstenerse a quedarse con ellos, pero sabía que no podía, al fin y al cabo, su madre no dormiría en el trabajo, sólo sabía que había salido y no la dijo a qué hora volvería, por lo que posiblemente ya se encontrará ahí. Asustada por eso, sólo pudo apurarse y despedirse de ambos rubios.

-Mikey, tengo que irme a casa... -avisó ella provocando que el rubio se levantara de su silla y se acercara a ella.

-No puedes, ¿y si te pasa algo? -respondió él preocupado -ya sé que sabes defenderte, pero ya son más de la una de la madrugada y no es bueno que andes sola por ahí.

-Pero no puedo quedarme, mi madre podría buscarme y si se enterara de que no estoy en casa se armaría una buena... -dijo ella apurada.

-Yo iré contigo -escucharon que decía Mitsuya detrás de ellos sobresaltándolos.

-¿Mitsuya, aún sigues aquí? -preguntó Sakura extrañada.

-Sabía que Mikey decidiría quedarse, por eso te esperé -respondió él con su semblante un poco serio -ahora que estoy aquí no hace falta que vayas sola a tu casa, ni que Mikey se preocupe.

-Pero...

-Si te pasara algo, mi madre me lo reprocharía y no quiero vivir escuchando sus reclamos todos los días -la interrumpió el peli plateado, por lo que Sakura no pudo hacer nada más que aceptar.

-Mitsuya... -llamó Mikey haciendo que tanto el mencionado como la peli rosa se voltearan a verle -gracias... te encargo a Saku-chan.

El peli plateado no respondió nada, sólo se quedaron mirando y por un instante se sintió un ambiente un poco pesado, hasta que Sakura le tocó la mejilla sobresaltándolo.

-No tienes que decírmelo... -le respondió Mitsuya.

-Mitsuya, ¿podrías... dejarme a solas con Mikey? -pidió la peli rosa mirándole suplicante, él no quería, pero no pudo más que aceptar.

Sakura se acercó a Mikey y lo abrazó cálidamente, el rubio correspondió a ese gesto encantado hundiendo su rostro en el cuello de ella, lo necesitaba, la necesitaba.

Se separaron un poco y ella le miró a los ojos con su semblante triste.

-No te sobre exijas... si necesitas algo me lo dices, ¿bien? -dijo ella y él sólo asintió.

Se quedaron en silencio hasta que el rubio se acercó a ella lentamente besándola, pero de forma lenta y cálida, expresando los sentimientos de tristeza que sentía en ese momento.

Cuando se separaron, él juntó sus frentes con los ojos cerrados mientras respiraba un poco agitado por el beso anterior.

-¿De verdad tienes que irte? -preguntó él un poco triste -podrías decirle a tu madre que Emma estaba enferma y te quedaste a cuidarla.

-Idiota... -respondió ella golpeándole amistosamente en el hombro mientras volvía a besarlo -sabes que  me encantaría, pero no puedo...

Mikey sólo hizo un puchero infantil ante esa respuesta, sacándole una sonrisa tierna a la peli rosa.

-¿Y si te hago cambiar de opinión? -preguntó él besando su cuello haciendo que Sakura suspirara cerrando sus ojos -tal vez, si te hago esto... -dijo él dándola la vuelta haciendo que ella se quedara de espaldas a él y él dirigiera una de sus sus manos a la cintura de Sakura y el otro a sus  pechos apretándolos, para después seguir bajando lentamente sus dedos hasta donde estaba el cierre de su pantalón mientras la distraía con besos en su cuello y labios.

Sakura en Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora