Llegando al aeropuerto el dorado, y entrando por un lado totalmente que Daniela desconocía terminaron en un jet privado, donde iban las tres parejas.
— ¿ hoy mismo iremos a esa reserva?—pregunto Candice
— Bueno, es temprano, si ustedes quieren pues podemos ir—contesto Daniela
— ¿ en qué hotel nos quedaremos?—pregunto Louis
— Bueno, ustedes se quedaran en un hotel, no sé si Camille también se quede en hotel, pero yo... tengo mi propia casa aquí—dijo Daniela
— Me opongo, Daniela eres mi guía turística y por lo tanto tienes que estar conmigo—comento Niall
— Bueno...yo hmm—farfullo ella apenada
— No lo pienses mas Daniela—susurro a su oído
— Está bien, me iré con ustedes—accedió y Niall le brindo una sonrisa picara que dejo ver todos sus blanco dientes.
— Señores yo quiero conversar un tiempo con Daniela, el jet está dividido así que se pueden retirar—dijo Niall
— Bro, no te preocupes que cada uno tiene lo suyo—Louis tomo de la mano a Camille y se perdieron en la última sección del jet, Candice y Harry se marcharon en la última, mientras que Niall y Daniela quedaron en la del medio. Estaban frente a frente en la sillas, Niall sonrió de nuevo y palmeo sus muslo
— Ven bonita—ordeno el
— No pretendes que me siente en tus piernas—rio esta
— Pues me gustaría—ronroneo
— Niall... solo llevo dos días de conocerte—recordó ella
— ¿ y eso que tiene de malo?—pregunto el
— Pues, que yo no soy una mujer de la vida alegre, como decimos aquí, en tu país se le dice puta bueno en fin
— Yo no te estoy tratando de eso Daniela, para mi eres muy especial
— ¿a cuántas le dices eso?
— Bueno a ninguna, todos solían ser polvos de una noche, todos con condón, a ninguna había subido en mi jet, y bueno aquí estas tu
— Ahora me dirás que soy diferente—completo
— No me iré con el típico cliché—contrarresto
— Entonces...
— Pretendo contigo muchas cosas—se levanto de su puesto y se acerco a ella, la tomo por los brazos y la miro fijamente—me vuelves loco Daniela de león—se acerco a sus labios y le dio un beso exigente, tanto que ella no tubo remedio que agárrale la nuca y aferrarse a él, sentía el duro miembro rosándole su feminidad, y una oleada de placer la invadía, hacía varios años que no estaba con un hombre, y Niall la estaba tentando.
— Ya Niall, esto me hace sentir un poco incomoda—se mordió el labio, estaba avergonzada pero a la vez quería seguir besándolo
— Está bien continuaremos cuando tú quieras
— Ujum—ella se separo y se sentó en la ventanilla apreciando los confines de la ciudad de santa marta rodeada por sus playas azules cristalinas, un paisaje espectacular, hacia más de un año que no venia, ya extrañaba el calor de su tierra, de su gente. Después de unos minutos aterrizaron en el aeropuerto internacional simón bolívar, un viejo aeropuerto con unas cuantas pistas, al llegar todo estaba igual como ella lo había dejado.