Dos meses de terapias junto con un psicólogo privado habían logrado calmar, las pesadillas habían cesado, y el miembro de la familia que venía en camino se hacía sentir más y más cada día. Durante esos dos meses viajaron, Niall se relajo un poco, se olvido del mundo y de todos los males que tenia, e incluso de su trauma, y de que lo que había pasado no había tenido que ver nada con él.
— Ven toca, toca aquí—grito ella emocionada mientras señalaba su abdomen pues ya estaba grande
— Nunca, nunca siento nada, me juegas sucio—se quejo el
— Es que dejas de hablar y se deja de mover—contrarresto ella
— ¿entonces?
— Solo háblale, yo que se dile cosas lindas , dile cuanto lo esperamos, y que pues ha sido lo mejor que ha pasado
— Hey, te estás robando mis palabras—rio él y luego le dio un beso en la panza
— Me haces cosquillas
— Sabes... tengo antojo de algo—rio él y alzo sus cejas
— Pues... yo tengo sueño
— No seas mala, vamos un rapidin
— Lo hicimos esta mañana, lo hicimos tres veces
— Pero vamos otro... ¿si?
— Por la noche ¿vale?
— Aun no sé cómo logras convencerme
Era una mañana lenta y tediosa, ambos tenían el día libre, tenían planes, primero irían a piscina a una pequeña reunión de Niall, y luego a comprar el regalo para el baby shower de Camille. Con un vestido color azul agua marina, el cabello suelto y ahora largo. Se miraba en el espejo una y otra vez.
— Luces bien así, ya deja de mirarte—resoplo Niall
— ¿seguro?—cuestiono ella
— Claro, luces linda con lo que sea que uses
— Pero... mira... este abdomen, es relativamente más grande que el de otras mujeres con mis mismos meses
— Que importa, así me gusta
— Llevas casi más de un año malcriándome, no es justo Horan—rio ella
Entrelazaron sus manos y salieron de la casa, caminaron hasta el auto, donde un guardaespaldas los estaba esperando. Ella subió primero y luego él, quien paso n brazo alrededor de sus hombros. Hoy era una reunión distinta a las demás, pues será algo relajado, e incluso amigos de Niall llevaría a sus familias. El viaje duro muy poco, después de unos quince minutos el auto se detuvo en una mansión lujosa. Se bajaron del auto y nuevamente unieron sus manos.
Aquel bebe que yacía dentro de ella se movió repentinamente causándole nauseas, a lo que Niall reacciono enseguida. Un sabor amargo se coló en su boca mientras que sus manos se tornaron heladas.
— Podemos regresas si no te sientes bien
— No amor... tranquilo, solo fueron nauseas de momento, sigamos
Se abrieron paso en la casa, donde un hombre mayor salió y los condujo hasta la parte de atrás, que más parecía ser una finca que un patio común, tenía dos piscinas, una para adultos y una para niños pequeños. En la de adultos pues obvios que estaban los mayores, aquellos hombres con sus esculturales esposas. A medida que iban caminando todos saludaban a Niall, con gran respeto, mientras que este solo sonreía y movía su mano. Pero no todo era bueno, entre ellos estaba Jackson, y estaba solo. Jackson se dirigió hasta ellos y luego les brindo una sonrisa.