El teléfono celular vibraba. Abrió sus ojos y lo vio a un lado. Acomodo su cabello miro la pantalla y noto que era Camille. Se levanto de la cama con delicadeza para no despertarlo y luego contesto.
— ¿ y qué me dice la recién casada?—pregunto la morocha del otro lado de la línea
— Pues, feliz y contenta de la vida en new york
— Me alegra mi nigga
— ¿y qué me cuentas tú?
— Pues. Engordando marica, me he engordado en estos días. Pero bien
— Entonces enano junior está creciendo ¿y qué tal van las cosas con los hijos de Louis?
— Pues normal, la mama de los niños vino aquí ayer a hacer su escándalo y yo la deje en su lugar. Hasta lloro, me dijo que la había ofendido, pero la vieja daba grito como si se le hubiera muerto alguien
— Huy como ¿de verdad?
— Si, luego de eso se fue argumentando que demandaría Louis, pero la tipa está loca
— Por dios, que ridícula ¿y qué andas haciendo? ¿en dónde anda Louis?
— Pues... yo estoy acá en la casa, tengo una flojera inmensa y Louis salió hace un rato ¿y Niall?
— Pues... está durmiendo y ñee y todo eso
— Mm dale dale, entonces hablamos, te amo cuídate
— Te amo mas, cuídate y al enano junior también
Colgó el teléfono, camino hasta el baño, lavo su cara y boca, se estiro un poco y luego salió del cuarto. Camino hasta la cocina, abrió la pequeña nevera y tomo un jugo, dio media vuelta y ahí estaba Niall, quien tenía una sonrisa socarrona en su rostro.
— Alguien se hizo la graciosa y me dejo despertar solo—acuso el
— No creo te roben, no creo que nadie se encarte contigo—burlo ella
— Tu lo has hecho y no creo que a nadie le moleste
— Pues no lo sé—dio un trago a su bebida y volvió a reír
— ¿ de qué te ríes?—inquirió el
— ¿yo? de nada. De nada olvídalo—rio de nuevo
— Vamos, dime de qué te ríes—pidió el
— Mírate en un espejo y te darás cuenta
Ella siguió su camino y llego hasta la sala, se sentó en el pequeño mueble, mientras veía a Niall quien lucía confundido. Un pequeño grito se escucho en el cuarto y ella se asomo, ahí estaba el frente al espejo, viendo todas las marcas de labia que tenia por toda la cara. Dejo el vaso a un lado y se recostó en el diván.
— Luces tan tierno con lápiz labial—suspiro
— Todo es culpa tuya—bufo él, y se recostó encima de ella apoyándose con los codos
— Así me gustas, con lápiz labial—le dio un beso corto y jugueteo con su cabello
— Entonces digamos que soy guapo
— Muy guapo—corroboro y le volvió a dar un beso
— Tengo otro plan para hoy ¿te gustas las ferias?
— Me encantan, espero que puedas subirte a una montaña rusa—rio
— Ni que lo dudes
— Vamos de nuevo a la cama, tengo sueño—se quejo ella como una niña pequeña