— Primero la muerte antes que una cárcel—susurro aquel hombre rubio
— Todo o nada—le animo su amigo Louis
Ambos se bajaron de carro y corrieron hacia unos materiales, la hora de la verdad había llegado, iban a probar de que estaban hechos. Cada uno con tres armas y poco municiones se enfrentarían a su peor enemigo: La ley.
— Louis... sé que no saldré vivo de aquí, pero tu si... así que quiero que te vayas lo más lejos que puedas de aquí—susurra Niall
— ¿estás loco? Jamás te dejare solo—contesta el hombre
— Tenemos que ser realistas, yo te hundí aquí, y te quiero sacar... yo escogí esta mierda para mi
— Eso no tiene nada que ver. Entramos juntos y si es de irnos juntos... pues nos iremos
— Louis...
— No digas mas nada. Es hora
Las dos amigas se encontraban en una cama doble, mientras reían y jugaban con sus bebes, no tenían idea de lo que estaba pasando, estaban totalmente inocentes de la situación. Pero latino se nace, y latino que se respete tiene presentimientos.
— No he recibido ni una llamada de Louis—susurra Camille
— Bueno ha de ser que se encuentran ocupados—contesto Daniela
— Yo se que tu no crees eso—contrarresto su amiga
— Me conoces demasiado, desde que se fueron he estado nerviosa... no se ósea...
— ¿Cómo un presentimiento?—se exalta la mujer
— Exacto... algo así
Un silencio invade la habitación, para que segundos después los celulares de las chicas suenen, es como si hubiera sido un presagio. Ambas se miraron y empezaron a buscar sus teléfonos. Daniela encontró el suyo a unos centímetros y lo tomo entre sus manos.
— ¿hola?—pregunto con su voz temblorosa
— ¡Daniela!—contesto aquella voz que ella reconocía perfectamente
— ¡Niall!
— Escúchame bien lo que te diré—ordeno este
— ¿Qué?
— Quiero... quiero que te vayas de la ciudad... la policía te hará preguntas acerca de mi... les dirás que tu no sabias nada... y que solo me conociste como un comerciante, que yo siempre estaba de viaje y que casi nunca nos veíamos
— ¿Qué pasa amor?—pregunto ella con preocupación
— Yo... creo que este es el fin... no fueron muchos los años que estuvimos juntos... pero fueron mis mejores años... tu y nuestra bebe fueron lo mejor para mi
— No me jodas... dime que esto no es cierto—gimoteo ella
— Lo es, es más que real... primero...
— Muerto antes que en una cárcel—completo ella su frase
— Así es... ya sabes cómo son las cosas
— ¡no! Esto no tiene que ser así ¿Qué será de mi? ¿Qué será de nuestra hija?—le pregunto ella entre sollozos
— Tienes mucho dinero... todo lo que tenia ahora es tuyo y de la bebe...