— Hemos recorrido prácticamente toda esta mierda, y aun nada—gruño ella
— Calma, deben estar escondidos— intento tranquilizarle uno de los hombres
— Es que... bueno, no sé, será mejor que regresemos, va anochecer—suspiro, había sido un día pesado y largo
Se regresaron, examinaron el camino de regreso pero aun así no había nada. Ningún rastro, decepcionada llego a casa de Peter, quien le dijo que podría más hombres a su disposición, mientras tanto que descansara. Ella y Candice estaban compartiendo un cuarto. Candice aun se notaba desesperada.
— Debes relajarte un poco—siseo Daniela
— ¿Cómo lo haces?—le cuestionó Candice
— ¿ hacer qué?—contesto con otra pregunta
— Pues estar relajada, ósea te metiste en la frontera a buscarlo—respondió
— Porque me gusta el peligro, me gusta este mundo
— Yo todo lo contrario, le he pedido a Harry que se retire, pero él no quiere, dice que no hay vuelta a atrás—conto
— Bueno, Harry tiene razón, tendrías suerte si te dejan de buscar, pero este mundo es un riesgo y un privilegio
— Pero esto es como una maldición—contrarresto ella y siguió:— he pasado miles de sustos por culpa de Harry, a veces pienso que no es vida
— Porque no lo has sabido sobre llevar. Pero cada quien lo mira a su modo
— Este mundo no es bueno... no te sumerjas
La mañana cayo, y con ella el sol abrazador, era hora de salir un poco por la ciudad, y ayudar a la traumatizada Candice que despejara su mente. Se levanto de la cama, entro a la ducha y tomo un baño largo y relajante. Salió, y rebusco entre su ropa hasta que encontró un overol jean y un crop top, acompañado de unas vans.
— Quita esa cara, estamos en México—le animo la morocha mientras que Candice solo miraba por la ventana del auto
— Lo dices, para ti es fácil—suspiro
— Pues para mí no es fácil, no me gusta que Niall este perdido, es más me preocupo pero he hecho todo a mi alcance para encontrarlo y muy bien lo sabes
— ¿ solo piensas en él?—cuestiono la rubia
— Si solo pensara en el no te hubiera obligado a venir, o no le mintiera a mi mejor amiga, que es como mi hermana, no quiero que se altere
— Pero no se te nota
— Porque a la gente no le tiene que importar como te sientes, y yo tampoco les demostrare como me siento, son simplemente cosas personales
— Por favor parece que no te importara
— ¿Sabes que te caería bien?—pregunto Daniela
— ¿Qué?—escupió Candice con fastidio
— Un maldito rayo, me tienes harta, ósea trate de animarte, te han paseado por toda la ciudad, están buscando al grandulón de Harry ¿y así me tratas? Eche jodete entonces
— ¿perdón?
— Eres una mal agradecida, tras de que expuse mi culo en ese estúpido desierto así pagas... ¿por qué mejor no vas y lo buscas tu? Tienes suerte si sales viva
Candice quedo helada con las palabras de Daniela, pues tenía razón.
— Señor deténgase—le ordeno la morocha al taxista