Capitulo 3: tus deseos serán ordenes bonita

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—   sal de esa cueva Daniela—grito Camila de otro lado de la puerta

—   déjame en mi caverna, tengo sueño, sabes que los cocteles son como un sedante para mí—contesto

—   tienes que ir a buscar la moto—demando Camille

—   ve tu, tengo sueño—grito

—   no encuentro mi pase, si la policía me agarra esa moto terminara en los patios—respondió

—   está bien, solo deja y me baño—se levanto de la cama, estiro un poco su cuerpo  y se miro en el espejo, aun tenia la camiseta de Niall, era bonita ¿por qué no usarla? Después de una corta ducha se puso un short jean con la camiseta de Niall, salió y se encontró con Camille tirada en el pequeño sofá.

—   ¿ pensaste lo que te dijo el tal Niall?—pregunto Camille

—   Aun no sé, ese tipo es raro ¿empresario irlandés en Colombia?

—   ¿qué tiene de malo? Sabes muy bien que por allá en esos países a la gente le va bien ¿ qué te hace dudar?—contrarresto

—   Creo que deben ser locuras mías, me tomare un café, quiero despertar, el frio de esta ciudad me hace sentir anémica, además me pintare el cabello—respondió

—   ¿de qué color?

—   Rubio oscuro, bueno en fin iré a tomar mi café. —camino hasta la pequeña cocina donde rebusco entre la despensa y encontró el café, encendió la cafetera, tiro un poco del oscuro polvo y espero durante unos minutos hasta que esta chillara avisando que su café estaba listo. Tomo un pequeño pocillo y sirvió el liquido humeante. Lo soplo un poco y luego lo tomo, se estremeció ante el hecho, pues estaba fuerte y no tenía  azúcar. Ella no consumía casi azúcar. Tenía un terrible miedo a ser diabética. Termino el  café, camino hasta el baño  lavo sus dientes,  tejió una trenza en su cabello y se fue en busca de la motocicleta.

Niall, Louis y Harry estaban en la piscina del hotel, querían relajarse un poco, pues tal cual como dijo Daniela: ellos tenían resaca o como se le llamaba típicamente en Colombia "Guayabo"

—   Entonces al gran Niall Horan le quedo grande la latina—burlo Harry

—   Hey bro, nada, pero nada es imposible para mí—contesto Niall

—   Claro que si mi querido Niall, es esa latina a la que estas tratando de conquistar—dijo Harry

—   Todo es con paciencia, esta es mas reservada, y tiene menos confianza—argumento él para defenderse de las burlas de Harry

—   Pues mala suerte por ti Niall,  pues Camille, es una persona extrovertida, esa chica no le tiene miedo a nada—se mordió lo labios y gruño—como quiero hacerla mía—dijo Louis

—   Chicos... tengan mucho cuidado, he escuchado que las latinas son muy precavidas. Ellas no cae fácilmente, no jueguen con ellas—advirtió Harry

—   ¿ quién te dijo que yo quiero jugar con ella?—pregunto Louis con ironía—esa latina, va a ser mi próxima esposa, ya verán par de tontos, se morderán la lengua cuando estén sentados en primera fila en la iglesia—afirmo Louis con aires de grandeza

—   Sigue soñando, después de todo no cuesta nada—burlo Niall

Daniela ya estaba frente al hotel, mostro su pase y la dejaron pasar, entro al parqueadero y diviso la motocicleta en el mismo lugar donde la había dejado, camino hasta ella, pero algo andaba mal, la tapa del  tanque de la gasolina estaba abierta, reviso la moto por todos lados, no la habían forzado y  tocado otra cosa, claro está que le había sacado toda la gasolina—que suerte la del pobre—Se dijo así misma. Cerro el tanque de la gasolina y se recostó en ella, ahora tenía que pensar en cómo volvería a casa o quizás en donde buscaría gasolina—el jodido irlandés tiene que tener un carro o algo, dile que te de gasolina y luego le pagas—grito su mente. Pensó el asunto hasta que se decidió, acomodo su cabello se miro en el retrovisor de la moto, aliso las arrugas de la camisa y camino hasta la recepción del hotel donde pregunto por él y una señora le indico que él se encontraba en la piscina junto con otros dos hombres.

My drug [N.H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora