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Inspiré y sonreí

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Inspiré y sonreí. Si solo estaba esa maldición y no cabeza de volcán, el trabajo sería fácil. Comparado con Sukuna o Cabeza Volcán, era un niño. Podía tener bastante energía maldita pero ésta era debido al dedo de Ryomen. No era un problema. Fácilmente, me posicioné detrás de la maldición pero cuando iba a lanzarle una patada alta para volarle la cabeza, algo hizo que cayera.

-¡Sensei! -fue lo último que escuché antes de caer en un lugar lleno de caras tenebrosas.

-Que asco, por dios. -mis quejas fueron ignoradas. En aquel momento, me atacaron. Bufé esquivando los brazos de éstas. -Lo siento, pero tengo prisa. -con eso, reuní energía maldita y la expandí haciendo que las maldiciones se convirtieran en una ilusión y el pasillo quedase vacío. Apretando dientes, me fui de ahí intentando localizar a mis alumnos. Mentalmente, conté hasta diez para no ponerme a insultar a los peces gordos y ponerme a destruir el sitio para reducir a la maldición. No tardé mucho en sentir una gran cantidad de energía maldita. Guiándome por mis instintos, llegué hasta la salida. 

Allí, vi angustiada como Sukuna y Fushiguro peleaban. Serré dientes y me interpuse entre ellos deteniendo el golpe de la maldición.

-¿No tendrías que meterte con alguien de tu talla, Ryomen Sukuna? -pregunté con sorna haciendo que su atención se desviase hacia mi. -Megumi, vete. Yo me encargo. -le susurré al azabache. Él, indeciso, asintió y se fue corriendo. 

-Vaya, vaya. Una hechicera de grado especial. ¿Cómo te llamas?

-Airi. -solté mientras lanzaba una patada. 

-Nombre interesante. ¿Qué más?

-Si me derrotas, te lo diré Sukuna. -respondí esquivando su ataque saltando hacia atrás haciendo una acrobacia. Debía admitir que el poder del rey de las maldiciones era grande. Pero no era comparable con el de Satoru, así que derrotarlo sería fácil. Mas el gran problema era la falta de su corazón. Un órgano vital para cualquier humano pero no para alguna maldición. No podía hacer retroceder a Sukuna o Itadori moriría. Apreté labios y seguí el combate barajando mis posibilidades. Finalmente, suspiré. Odiaba utilizar mi técnica de maldición inversa. Con pereza, convertí los ataques de la maldición en una ilusión. Al darse cuenta de mis intenciones, Sukuna saltó hacia atrás. 

-Ese poder sobre la realidad... Con que del clan Igarashi... ¡Qué interesante! -no dejé que siguiera gozando por lo que aparecí detrás de él. Sorprendido, giró la cabeza mas no le dio tiempo a esquivar mi ataque. Fácilmente, toqué su hombro e hice que Sukuna retrocediera y Yuji retomara su cuerpo a la fuerza. Cuando su cuerpo cayó en seco, no me distraje y utilicé la maldición inversa. Sonriendo, regeneré con facilidad su corazón. La técnica de maldición inversa era una técina sumamente difícil para los hechiceros corrientes pero los usuarios de Illusion lo teníamos fácil ya que nuestra técnica se basaba en crear y deshacer, lo mismo que la maldición inversa. Podría haber utilizado mi técnica para revivirlo pero no deseaba arriesgarme a que algún día, si yo muriese, por alguna razón el efecto de mi técnica desapareciese (aunque las probabilidades fuesen mínimas). 

Fui precavida y fingí que Yuji Itadori había muerto

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Fui precavida y fingí que Yuji Itadori había muerto. Los peces gordos así lo deseaban así que eso les daría. Con esa idea en mente, llamé a Ijichi para que me recogiera y simulé que el cuerpo de mi estudiante tenía aquel hueco en el pecho. Mientras esperaba (con el "cadáver" en el suelo), llamé a Gojo. 

-¿Sí, Airi? -por su tono, sabía que estaba serio. 

-Necesito que simules estar devastado cuando Ijichi y yo lleguemos a la escuela. Itadori está muerto.

-Ya veo... -el silencio fue corto. -¡Te dije que algún día sería actooor! -con eso, supe que su humor había vuelto. Sabiendo que su estado de ánimo anterior era por el miedo de la muerte del pelirrosa, no me preocupé por el Gojo serio. 

Cuando vi el coche negro, me despedí de mi compañero y compuse mi mejor cara triste. al acercarse y ver el cuerpo inerte del joven, Ijichi ya sabía el porqué de mi estado de ánimo. Suspiró y, con mi ayuda, subió a Yuji al automóvil. 


𝐈𝐋𝐋𝐔𝐒𝐈𝐎𝐍 [JJK] ˢᵃᵗᵒʳᵘ ᵍᵒʲᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora