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Cuando salí, 45 minutos después según el móvil, Satoru estaba en la silla de mi escritorio

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Cuando salí, 45 minutos después según el móvil, Satoru estaba en la silla de mi escritorio. Sin inmutarme, porque ya estaba demasiado acostumbrada a verlo, me dirigí a mi otra mesa para dejar el peine.

-¿Qué querían los Zenin? -me detuve un momento antes de suspirar y darme la vuelta para dirigirme hacia el albino.

-Que acabase con un grupo de brujos en su área. -aunque no veía sus ojos, podía saber que estaban brillando de ironía. Y sus cejas lo demostraron arqueándose.

-¿Oh? ¿Y por qué has tardado tanto? -lo miré y permití que una sonrisa naciera en mis labios. Me recosté en la mesa al lado de Satoru.

-Bueno, me tomaron por... sorpresa. -lo fulminé con la mirada antes de que pudiese empezar a reír. -Había tres úteros y una restricción.

Hubo silencio y la sala pareció enfriarse unos grados.

-Airi.

-Estoy bien, no te preocupes. Apuesto a que el bastardo de Naobito debe de tener insomnio después de la pequeña amenaza que le di.

-¿Qué hiciste? -Satoru sonrió. Le devolví la sonrisa.

-Nada...

-Airiiii....-hizo un puchero y por eso reí levemente.

-Digamos que lo amenacé con Vacío. -explotó en risas y casi me uní a él. 

-Esa es mi Airi. Que pena que no haya foto... Sería el chantaje perfecto para la próxima estúpida reunión...

Volví a reír ante la indignación y la infantilidad de mi mejor amigo.

La noche pasó rápido y pronto el albino se fue y me metí en mi cama, más alegre de lo que normalmente estaría si me hubiese ido a esa hora a dormir. 

Yuji Itadori había terminado su misión con la aparición de una maldición de grado especial

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Yuji Itadori había terminado su misión con la aparición de una maldición de grado especial.

Cuando leí aquella frase en el informe de Nanami, tuve un mal presentimiento. Pues que la tercera frase fuese esa era preocupante, Kento no era de los que dramatizaban (al contrario de cierto albino que robaba mi cama cada dos días). Además, la constante aparición de maldiciones de grado especial también era preocupante. Ya llevábamos tres de ellas, que sumado a los úteros ya era sospechoso. Y si a eso le añadías la aparición del Rey de las Maldiciones, la cosa apestaba. Por eso, leí cuatro frases más antes de bufar y dejar el informe, de nada servía leerme el documento si no me aportaba ninguna información relevante a mis sospechas. Y encima, la redacción de Nanami era tan, pero tan, aburrida. Aquello parecía un informe de logística o economía en vez de uno de una misión, tantos números (horas, velocidad de movimiento de la maldición, reacción de defensa...) me ponían nerviosa. Finalmente, me leí el resumen de la página final (esas únicas cuatro frases de las que me enteré y leí sin que mi cerebro explotara) y concluí que me faltaba información parta saber lo que esas maldiciones pretendían. 

𝐈𝐋𝐋𝐔𝐒𝐈𝐎𝐍 [JJK] ˢᵃᵗᵒʳᵘ ᵍᵒʲᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora