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Un niño de siete años huía de sus captores en el período Yamato debido a sus padres, quienes lo habían vendido a una clan noble para poder llenar sus estómagos una semana más

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Un niño de siete años huía de sus captores en el período Yamato debido a sus padres, quienes lo habían vendido a una clan noble para poder llenar sus estómagos una semana más.

Pies descalzos y pequeños, casi sin carne y solo puro hueso, corrieron por el duro suelo de tierra huyendo de los esclavistas y evitando a todas las personas en su camino. Gritos y empujones lo siguieron hasta que unos brazos lo levantaron del suelo. Blanco y negro llenaron la vista del niño y detuvieron a sus perseguidores.

-Señor, el niño que está cargando es... -una mano los detuvo, plata brilló bajo el sol. -Oh señor, usted entiende. Cinco serán suficientes...

-Bien, llévatelos y nunca vuelvas a por él. -cinco Wadōkaichin, las primeras monedas de Japón, fueron lanzadas hacia los hombres. 

Los brazos bajaron al inmóvil niño al suelo suavemente. 

-¿Tu nombre? -ojos rojos observaron el palo que era el niño.

-Ryomen. -el susurro fue pronunciado con miedo.

-¿Nada más? -hubo silencio. El hombre de yukata negra con toques blancos que expresaban una cómoda posición social se agachó para estar a la misma altura que el niño. -¿Y tus padres Ryomen? 

-En casa.

-¿Dónde está tu casa? -hubo una sacudida de cabeza.

-Ya veo, ¿no deseas volver?

-No. -ojos del mismo tono que el hombre le devolvieron una mirada congelada, la misma mirada que congelaría a cientos de hechiceros en un futuro. El hombre solo sonrió y le puso una mano sobre su cabeza. 

-Está bien, no volverás. ¿Vendrías conmigo? -algo se encendió en el niño.

-¿Y si dijese que no? -el descaro del niño de siete años lo hizo reír suavemente. 

-Entonces te daría el bollo de arroz que tengo y me iría. -ojos inteligentes recorrieron al hombre antes de asentir lentamente.

-Iré contigo. 

-Bien, Ryomen. Soy Haruki Igarashi.

ϟ

-Eres un hechicero, Ryomen. Ese poder tuyo no es una maldición de los kami. 

-Lo sé, sensei. No has sido sutil en cuanto a tus poderes.

-¿Oh de verdad?

-No has envejecido ni un día desde que nos conocimos hace cinco años.

-Y yo pensando que mi fórmula ultrasecreta de cuidado de piel te habría convencido...

-Sensei.

-Está bien, está bien. A partir de mañana te enseñaré todo lo necesario, algo me dice que no podré quedarme demasiado tiempo.

𝐈𝐋𝐋𝐔𝐒𝐈𝐎𝐍 [JJK] ˢᵃᵗᵒʳᵘ ᵍᵒʲᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora